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Para luchar contra la guerra y los recortes de las pensiones en Francia, ¡rebélate contra la burocracia sindical!

El jueves, millones de trabajadores de toda Francia fueron a la huelga y más de dos millones se sumaron a las protestas masivas contra la reforma de las pensiones del presidente francés, Emmanuel Macron. El aumento de la edad mínima de jubilación a los 64 años y la prolongación del periodo de cotización son medidas reaccionarias rechazadas por la inmensa mayoría del pueblo francés.

La defensa de las pensiones requiere una nueva estrategia y una nueva perspectiva de lucha. Las burocracias sindicales que negocian con Macron desde hace seis años no detendrán sus ataques sociales. Macron impulsó este mismo recorte de pensiones en 2020 después de esperar el final de la huelga de los trabajadores ferroviarios contra él; el presidente lo abandonó antes de que fuera ratificado, sin embargo, en medio de una erupción incontrolable de ira social y huelgas salvajes en marzo de 2020 contra su gestión asesina de la pandemia COVID-19.

Hoy, las potencias imperialistas de la OTAN apoyan firmemente la austeridad de Macron. Mientras hacen la guerra a Rusia en Ucrania, arriesgándose a una escalada hacia una guerra mundial nuclear, todas quieren gastar miles de millones para armar a Ucrania. Para financiar el envío de tanques y otras armas contra Rusia, Macron quiere redirigir decenas de miles de millones de euros de las pensiones al ejército y al bolsillo de la oligarquía financiera.

¿Cómo pueden los trabajadores evitar en 2023 que se repita la adopción de esta reforma por Macron en 2020? Lo que se necesita es una rebelión generalizada de los trabajadores contra el control que las burocracias sindicales nacionales ejercen sobre la lucha de clases. Esto es lo que teme Macron, como dijo en la reunión del consejo de ministros de la semana pasada: 'Hay que distinguir entre los sindicatos opuestos a la reforma, que convocan manifestaciones en un marco normal, y los que intentan deliberadamente bloquear el país'.

Sólo luchando por superar el obstáculo que suponen las burocracias sindicales, y rompiendo con la estrecha visión nacional que imponen a la lucha de clases, la clase obrera podrá construir un movimiento capaz de parar la guerra, derrotar a Macron y detener la caída del nivel de vida.

La lucha de los 'chalecos amarillos' en 2018-2019, coordinada a través de las redes sociales, confirmó que la ruptura con las burocracias sindicales es posible. Aislados por los sindicatos y agredidos por la policía antidisturbios, los 'chalecos amarillos' sufrieron la ausencia de organizaciones independientes capaces de movilizar a los trabajadores para defenderlos. Solo esas organizaciones de base, en fábricas y lugares de trabajo de toda Europa y más allá, pueden destruir el poder económico de la oligarquía financiera que apoya las reformas de Macron.

Treinta y dos años después de la disolución estalinista de la Unión Soviética en 1991, el capitalismo se enfrenta de nuevo a una crisis mortal. Las guerras de la OTAN en Irak, Yugoslavia, Afganistán, Libia y Siria, destinadas a dominar Eurasia, han culminado en una confrontación militar directa con Rusia y China. Las clases dominantes imponen niveles draconianos de desigualdad, alimentados por rescates bancarios de varios billones de euros tras repetidas crisis financieras mundiales, que han desencadenado la espiral inflacionista mundial.

El argumento de Macron de que hay que recortar las pensiones para poder mantenerlas es una mentira descarada. Las cifras de desigualdad proporcionadas por la ONG Oxfam revelan el carácter brutal e irracional de su reforma.

Desde 2020, mientras que el 1% más rico ha acaparado dos tercios de la nueva riqueza mundial, el patrimonio de los 10 primeros milmillonarios franceses ha aumentado en 189.000 millones de euros. El patrimonio de Bernard Arnault, el hombre más rico del mundo, pasó de 85.700 millones de euros a 179.000 millones a finales de 2020, una fortuna equivalente a la de 20 millones de franceses. No es que la sociedad no pueda permitirse las pensiones, sino que la sociedad no puede permitirse a los ricos.

En esta situación explosiva, las organizaciones pequeñoburguesas que los medios de comunicación capitalistas hacen pasar por la 'izquierda' adormecen a los trabajadores, afirmando que las burocracias sindicales, bajo la presión de las masas, organizarán un contraataque. François Ruffin, de La France Insoumise (LFI), afirma que la movilización de hoy es 'el momento de hacer balance' y 'demostrar que hay una oposición muy firme' a Macron.

El NPA pablista de Olivier Besancenot, al igual que el sitio morenista Révolution Permanente, afirma que las burocracias sindicales prepararán un 'plan de batalla' contra el recorte de las pensiones.

En realidad, para librar una batalla política sostenible contra Macron y la clase dominante, los trabajadores tendrán que rechazar la mentira política de que pueden confiar en las burocracias sindicales para librar la lucha de clases.

(Publicado originalmente en inglés el 23 de enero de 2023)

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