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PSOE-Podemos envía policías para atacar huelga metalúrgica en Cádiz

Durante cuatro días, más de 22.000 trabajadores metalúrgicos han estado en huelga indefinida en la provincia de Cádiz, en el sur de España, a medida que aumentan las huelgas en toda Europa e internacionalmente. Los trabajadores en Cádiz exigen aumentos salariales y bonificaciones, incluso por trabajos peligrosos, y se oponen al cierre previsto de una planta de Airbus.

Trabajadores siderúrgicos marchan en el sur de la provincia española de Cadiz (crédito: Twitter, Raúl Martínez @raulmtt)

La lucha se ha convertido rápidamente en una rebelión contra las burocracias sindicales y un choque con la coalición de gobierno de España, formada por el Partido Socialista Español (PSOE) y el partido pseudoizquierdista Podemos.

Los trabajadores ocuparon el área industrial de Puerto Real y construyeron barricadas con equipos industriales, coches en llamas y vías férreas para bloquear a la policía de la zona. Se han encendido hogueras en las entradas de las fábricas, atendidas por piquetes, deteniendo la producción. La constructora naval militar Navantia, la multinacional aeroespacial europea Airbus, la multinacional de la construcción Dragados, el proveedor aeroespacial Alestis y el fabricante de acero inoxidable Acerinox, y sus subcontratistas se ven afectados.

Los trabajadores de las plantas petroquímicas de La Línea, Algeciras y Los Barrios también han dejado de trabajar, y los piquetes bloquearon las principales carreteras.

La huelga es ampliamente apoyada en la región, que tiene la tasa de desempleo más alta de España, con un 23 por ciento de desempleo y más del 40 por ciento entre los jóvenes. Los sindicatos informan que el 98 por ciento de los trabajadores están en huelga a medida que aumenta la ira en toda la región.

Una trabajadora de Cádiz escribió en Facebook: “Soy hija y hermana de trabajadores del metal. Recuerdo las huelgas de los 80 cuando mi padre y mi madre salieron a la calle a buscar pan para sus seis hijos sin saber si esa noche dormirían en la cárcel o en el hospital. … Cádiz es eso, LUCHA, no siempre es carnaval, cruceros, playas y bares para quedar bien en el New York Times. Cádiz es la pobreza del Primer Mundo, trabajando de sol a sol, pero sin llegar a fin de mes, escasez, problemas y accidentes laborales innecesarios para salvar las ganancias de la empresa”.

Hizo un llamamiento a los trabajadores en general para que apoyen la huelga, diciendo: 'Incluso si no trabajas en el metal, comes gracias al metal'.

El gobierno del PSOE-Podemos, sin embargo, está apoyando a la Federación de Empresas del Metal de Cádiz (FEMCA), que ha rechazado cualquier concesión, solo proponiendo un aumento salarial del 0,5 por ciento. Los sindicatos, Comisiones Obreras (CCOO) vinculadas a Podemos y la Unión General de Trabajadores (UGT), alineadas con el PSOE, piden un 2 por ciento este año y un 3 por ciento el año siguiente. Esto todavía está muy por debajo de la inflación y significa que el sindicato impondría un recorte salarial masivo a los trabajadores.

El gobierno del PSOE-Podemos movilizó a la policía antidisturbios contra la huelga. Desplegó una unidad especial de vigilancia, con muchos agentes de la Unidad de Intervención Policial enviados desde la cercana ciudad de Sevilla, junto con la Unidad de Prevención y Reacción provincial. Estas fuerzas ahora están respaldadas por la policía local y efectivos de la Guardia Civil, que ahora están desplegados en las zonas industriales.

El martes, el gobierno dio la orden de intentar aplastar la huelga, con la policía marchando sobre las plantas ocupadas y agrediendo a los trabajadores con porras, gas pimienta y disparando balas de goma. Sin embargo, la policía fue rechazada sin poder retomar las plantas tomadas por los trabajadores.

Mientras envían policías para tratar de aplastar directamente la huelga, Podemos y el PSOE también están utilizando burócratas en sus sindicatos afiliados para tratar de desmoralizar y vender a los trabajadores. Los sindicatos convocaron inicialmente protestas de un día para tratar de soltar presión, con una convocada el 10 de noviembre reuniendo a 4.000 manifestantes en Cádiz y 2.000 en Algeciras. Sin embargo, dado que CCOO y UGT habían acordado recientemente cerrar una fábrica de Airbus en Cádiz, se sintieron obligados a convocar una huelga indefinida, temiendo perder el control a medida que aumentaba la ira entre los trabajadores.

Ahora, las ejecutivas sindicales están admitiendo abiertamente que han perdido el control de la situación y no saben cómo ordenar a los trabajadores que terminen la huelga y acepten recortes salariales y pérdidas de empleos. El secretario regional de la estalinista CCOO, Fernando Grimaldi, ha afirmado: 'la gente está muy alterada, veremos cómo se controla esto'.

Grimaldi continuó denunciando a los huelguistas por provocar incendios fuera de las refinerías para ayudar a mantener a la policía antidisturbios fuera de las plantas. Se quejó: 'Los accesos a la refinería estaban cortados esta mañana a las 6.30. He visto un incendio en Guadarranque y he avisado urgentemente, porque no estoy de acuerdo con ese tipo de acciones. La gente está muy cabreada y hay conatos a todas horas'.

Las federaciones nacionales de UGT y CCOO emitieron un comunicado exigiendo que los huelguistas dejen de bloquear las carreteras. 'Debemos gestionar bien este conflicto', declararon, 'y para ello consideramos necesario que concentremos nuestras actuaciones en los accesos a los principales centros de trabajo. Siendo por ello que animamos a dejar libres las autovías'.

Los trabajadores no pueden otorgar su confianza a estos burócratas, que son aliados políticos de los partidos gobernantes contra la huelga y la clase obrera. Su política tiene dos caras, afirmando apoyar a los trabajadores mientras acuerdan recortar sus salarios y cerrar las plantas donde trabajan, llaman a desmovilizar las protestas y se coordinan estrechamente con los partidos del gobierno que están atacando a los trabajadores con balas de goma y gas pimienta.

Lo mismo ocurre con el alcalde de Cádiz, José María González, miembro de Anticapitalistas, una tendencia pequeñoburguesa afiliada al pablista Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) de Francia que ayudó a fundar Podemos en 2014. Dirigiéndose ayer a los manifestantes en Cádiz, González les aseguró que 'el Ayuntamiento de Cádiz ha estado, está y estará con la lucha obrera'. Al mismo tiempo, su esposa, la líder nacional de Anticapitalistas, Teresa Rodríguez, está pidiendo una alianza a la principal dirigente de Podemos, Yolanda Díaz.

Cualquiera “que esté en nuestro espectro ideológico, y Yolanda lo está, podrá hablar con nosotros de tú a tú, tendrá en nosotros un aliado” dijo Rodríguez. Ella continuo: “Nos interesa apoyar políticas valientes, se hagan donde se hagan pero que se lleven hasta el final.”

Los mayores aliados de los trabajadores en Cádiz son los trabajadores de todo el mundo que luchan por mejores salarios y contra la creciente desigualdad social y el manejo oficial criminalmente negligente de la pandemia de COVID-19. En los Estados Unidos, los mismos problemas que están impulsando las huelgas de Cádiz están impulsando la mayor ola de huelgas en décadas, incluidas las principales luchas en Volvo, Deere, Dana y otras empresas importantes.

Las huelgas que involucran a decenas de miles de trabajadores en múltiples industrias han estallado en todo Portugal. En septiembre y octubre, trabajadores ferroviarios, maestros, farmacéuticos, trabajadores del metro, técnicos de emergencias médicas, trabajadores de la oficina de impuestos y guardias de prisiones hicieron huelga.

En España, los avisos de huelga se han multiplicado en las últimas semanas. Los empacadores de carne se declararán en huelga a finales de noviembre y otros cuatro días a principios de diciembre, en condiciones de precariedad. Los camioneros van a hacer huelga a finales de diciembre, amenazando con paralizar a España en medio de la temporada navideña. Los agricultores también han amenazado con unirse a la huelga en protesta por el aumento del costo de la vida.

En la región de Castilla y León, alrededor de 2.000 trabajadores de supermercados están listos para ir a la huelga durante varios días en diciembre. Ayer se produjo una huelga en toda la comarca de A Mariña en Galicia y una protesta de 10.000 personas en una región con poco más de 80.000 personas contra el cierre de fábricas y la pérdida de empleos.

La cuestión crítica es formar comités de base, independientes de las burocracias sindicales, para organizar la lucha, movilizar un apoyo más amplio y vincularse con las luchas de los trabajadores en todo el mundo. Por lo tanto, el Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CICI) ha avanzado en el llamado a construir la Alianza Internacional Obrero de los Comités de Base (AIO-CB). Esta es la base para oponerse a la represión del estado policial, la austeridad y las políticas de infección masiva, y para unir a los trabajadores internacionalmente en una lucha por el poder y para construir el socialismo.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 18 de noviembre de 2021)

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