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Los casos de COVID en México se disparan mientras AMLO minimiza el peligro

Trabajadores de la salud mexicanos protestan; el cartel dice: "Soy COVID-19 positivo y me ordenaron trabajar" [Crédito: Facebook]

Con la aparición de la variante ómicron de COVID-19, la curva de contagio se dispara en México. En la semana del 4 al 11 de enero, los nuevos casos se duplicaron, pasando de 15.184 a 33.626. El 13 de enero se notificaron 44.187 nuevos casos, junto con 190 muertes, lo que supone un retraso de dos a tres semanas con respecto al contagio.

El recuento de casos de esta semana supera el máximo diario registrado en anteriores picos de Covid. Y esto es sólo el comienzo de la nueva ola, que está creciendo exponencialmente.

Con las cifras actuales, México supera oficialmente los 4,2 millones de casos y las 300.000 muertes por el coronavirus desde el inicio de la pandemia.

Este número es indiscutiblemente una gran subestimación. Los datos mexicanos que rastrean el exceso de muertes en 2021 por la pandemia (en relación con 2015-2019) sugieren que el número real de muertes por la pandemia de coronavirus fue de entre 455 y 655 mil al 31 de diciembre de 2021.

Pero incluso la cifra oficial más baja coloca a México en el cuarto lugar del mundo en muertes, sólo por detrás de Estados Unidos, India y Brasil, países con una población mucho mayor.

En dos años no se han implementado medidas restrictivas en México, ni siquiera restricciones de viaje. No se ha exigido una prueba COVID-19 negativa para entrar en el país. Esto ha permitido que oleadas de turistas visiten las playas del Caribe y de Baja California Sur y contagien a voluntad. Este último estado es el que tiene actualmente la mayor tasa de infección.

Esta semana, los estados de Jalisco y Baja California Sur anunciaron por primera vez que a partir del viernes 15 de enero 'exigirán' un 'comprobante de vacunación' o un resultado reciente de la prueba de PCR de Covid negativo para entrar en bares o restaurantes. Pero este requisito probablemente se observará más en la brecha. De hecho, Baja California se abstuvo de imponer la política, señalando que la presentación de la prueba de vacunación quedaría a discreción de los propietarios de los negocios, lo que siempre fue el caso.

México ha confiado toda su estrategia contra la pandemia a la inmunización, un caso de demasiado poco, demasiado tarde. Afirma haber empleado vacunas chinas, rusas y cubanas, además de las europeas y estadounidenses, para vacunar a 80 millones de mexicanos hasta la fecha, es decir, alrededor del 88% de los adultos, pero una parte importante de ellos no ha sido vacunada en su totalidad. Sólo en las últimas semanas se ha empezado a aplicar una dosis de refuerzo a los mayores de 65 años y al personal de los hospitales, y sólo la semana pasada al personal educativo en zonas limitadas.

En noviembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador (conocido popularmente como AMLO) mintió al afirmar que México tenía una de las tasas de vacunación más altas del mundo, cuando en realidad estaba entonces en el lugar 90.

El 20 de noviembre conmemoró tres años de su gobierno en el 111 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana con una congregación masiva en el Zócalo de la Ciudad de México, un espacio donde el distanciamiento social era imposible. Nada se dijo sobre el uso de mascarillas.

Ante la explosión del ómicron en la actual ola, AMLO y las autoridades sanitarias se desviven por minimizar su riesgo para la población. El lunes, López Obrador anunció que había contraído Covid por segunda vez. Pero, llamándolo 'covidcito', lo único que pidió a la gente es que se aísle si tiene síntomas.

Hugo López Gatell, subsecretario de Salud de México, comparó absurdamente la cepa ómicron con el resfriado común, y sólo aconsejó a la gente que se quedara en casa como lo haría con un resfriado.

El secretario de Salud, Jorge Alcocer, aseguró falsamente que se ha producido un descenso del 91% en las hospitalizaciones con respecto a los máximos de pandemia anteriores, y dijo que no había que preocuparse, aunque los hospitales empiezan a llenarse.

Pero, como informó la revista Proceso esta semana, el Sistema Nacional de Salud de México tiene un déficit de 300.000 trabajadores sanitarios. El actual recrudecimiento de la pandemia, al igual que los anteriores, pone cada vez más presión sobre este sistema, que depende de trabajadores temporales a los que se les pagan bajos salarios y carece del equipo de seguridad necesario. Además, muchos trabajadores sanitarios aún no han recibido las vacunas de refuerzo y han enfermado ellos mismos de COVID-19.

Esta semana Favian Valdez, uno de los líderes de la recién formada Unión Nacional de Enfermería Mexicana (UNEM), explicó a Proceso la situación del hospital: 'Una vez más nos envían a la batalla sin armas. Los hospitales federales y los 32 sistemas estatales de salud, alegando falta de recursos, se niegan a darnos equipo de protección adecuado. Así nos mandan a ayudar a los pacientes afectados por el ómicron'.

Valdez indicó que a los trabajadores de la salud no se les proporciona equipo básico como mascarillas KN95 o N95. Señaló que muchos pacientes ingresan a los hospitales sin saber que están infectados por el coronavirus: '...y los médicos y enfermeras tienen que tratarlos con equipos totalmente inadecuados'.

Valdez resumió la situación: 'Con esta nueva variante los tres niveles de atención hospitalaria se verán desbordados. El personal sanitario tendrá que soportar de nuevo ese peso. No se trata sólo de los trabajadores que han tenido que soportar toda la carga, a pesar de los bajísimos salarios, y que han enfermado; muchos han muerto atendiendo a pacientes de Covid.'

Mientras el número de casos de Covid se expande exponencialmente, llegó el 'Seven Seas', el primer crucero que atraca en el puerto de la costa del Pacífico de Acapulco en dos años, con 460 pasajeros y 445 tripulantes. Las autoridades turísticas de Acapulco celebraron el acontecimiento con champán, mientras los pasajeros y los miembros de la tripulación bajaban a tierra, tras un interrogatorio superficial sobre si habían estado enfermos y la recomendación de llevar cubrebocas.

El director de Turismo de Acapulco, Santos Ramírez, indicó que se esperaban otros 14 cruceros gigantes en breve, con el objetivo de llegar a 90 barcos al año. Según la alcaldesa de Acapulco, Abelina López: 'Hoy cumplimos con la promesa de los cruceros; este primero es de la naviera Regent. Este es el paso que debe dar Acapulco; así podremos reactivar la economía', declaró la alcaldesa.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 14 de enero de 2022)

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