La pseudoizquierdista Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) continúa con su campaña de demonización de la política china de 'Cero-COVID' y pide el fin de todas las restricciones necesarias para la pandemia a escala mundial.

En un artículo publicado el 28 de marzo en su sitio web, La I zquierda Diario, titulado 'China confina la mitad de la megaciudad de Shanghai por aumento de casos de coronavirus”, la CRT revela inadvertidamente las razones de su oposición a una estrategia de eliminación del virus. El cierre de Shanghái, escribe, es el 'mayor confinamiento de población en un núcleo urbano desde el inicio de la crisis sanitaria'. Le preocupa que, 'su estatus de centro financiero y logístico”, pueda repercutir 'tanto en la economía china como en la internacional”.

A continuación, la CRT cita sin crítica los comentarios de 'expertos' anticierre en China, que expresan su preocupación por el impacto de un confinamiento en los beneficios de las empresas. “Tan solo un día antes del anuncio del confinamiento zonal de la ciudad, los expertos que lideran las labores de prevención contra la pandemia en la urbe declararon que Shanghái ‘no podía confinarse por su importante función en la economía y el desarrollo de China y su impacto mundial’'.

El CRT está mucho más preocupado por las consecuencias de un confinamiento para los balances bancarios de las grandes empresas que por la salud y las vidas de los trabajadores en China y en el mundo. A lo largo de la pandemia, ha agitado constantemente contra las medidas de confinamiento y se ha alineado con la política del gobierno del Partido Socialista (PSOE)-Podemos, que se negó a seguir una política científicamente guiada para eliminar el virus, priorizando en cambio los intereses de los bancos y las grandes empresas de España.

El resultado de esta política ha sido la muerte masiva y el contagio, con más de 100.000 personas que han muerto por el virus sólo en España, y con casi 12 millones de infecciones registradas —alrededor de una cuarta parte de los habitantes de España. En China, por el contrario, una sociedad de masas con una población de más de 1.400 millones, han muerto menos de 5.000 personas.

Presentando falsamente las recientes medidas de confinamiento del gobierno chino en la ciudad de Shanghái como una infracción autoritaria de las libertades sociales, la CRT se expone una vez más como defensora de la política anticientífica y asesina de 'inmunidad de rebaño' (colectiva) perseguida por todos los grandes gobiernos capitalistas. Afirma:

“El protocolo de ‘cero Covid’ impulsado por el Gobierno chino implicó desde el principio un aumento de las políticas represivas y liberticidas contra la población en general. [énfasis añadido]. Continúa: “Sin embargo, hasta el momento no habían tenido que lidiar con un aumento de contagios significativo en algunas de las principales ciudades como ocurrió en el último mes, y en medio de una situación económica compleja y de la que pensaban empezar a salir este año”.

Aunque la política sanitaria que sigue el gobierno chino no es 'liberticida', la que promueven los morenistas es francamente homicida. Si el gobierno chino abandonara los esfuerzos por eliminar el virus o incluso por limitar su impacto, morirían millones de personas.

Según un informe del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) que modeló diferentes escenarios de pandemia en la provincia sudoriental de Guangdong, habría 500 muertes sólo en Guangdong en el transcurso de 2022 si se adoptara una estrategia de 'mitigación' en lugar de la actual política de 'eliminación'. Extrapolado a toda China, 600.000 personas estarían infectadas y más de 5.500 probablemente perecerían este año.

Según el escenario de 'coexistencia' de los CDC, comparable a la política de 'inmunidad de rebaño' que se sigue en España, Europa, EE.UU. y otros lugares, aproximadamente 1,35 millones de personas morirían de COVID-19 en China antes de que acabe el año.

El artículo del CRT se produce en un momento en el que países de todo el mundo han puesto fin a todas o casi todas sus medidas de mitigación de la pandemia, incluso cuando los casos de coronavirus siguen siendo elevados o empiezan a aumentar de nuevo. En España, unas 10.000 personas se infectan con el virus cada día, cifras que se sabe que son una subestimación significativa, dado que el gobierno español ha puesto fin a las pruebas sistemáticas y al rastreo.

El mes pasado, el gobierno del Partido Socialista (PSOE)-Podemos renunció a la obligación de realizar pruebas a todos los sospechosos de estar infectados por el coronavirus. Desde el 28 de marzo, las pruebas sólo se recomiendan para las personas vulnerables, en casos graves o en entornos sanitarios y sociales, y ya no es obligatorio aislar a los infectados por el virus.

En otro artículo publicado el 11 de abril, el CRT sigue denunciando la estrategia de eliminación de China como 'represiva'. Se centra en los informes de que los trabajadores de las fábricas se han visto obligados a vivir en el lugar de trabajo para mantenerlo operativo y que otros trabajadores esenciales están trabajando en condiciones difíciles. Comienza:

“La política de ‘covid cero’ del Gobierno chino, que incluye cierres totales en ciudades y mayor represión, está generando malestar en centros como Shanghai. Mientras que millones están confinados en sus edificios y departamentos, los trabajadores industriales viven en sus fábricas para seguir produciendo, los repartidores de alimentos duermen en la calle y trabajan todo el día y el personal médico muere por exceso de trabajo”.

En lugar de criticar como una concesión reaccionaria a las grandes empresas el hecho de que los trabajadores de las fábricas no esenciales se vean obligados a seguir trabajando en condiciones peligrosas, la CRT lo denuncia como parte de su ataque más amplio a las medidas de salud pública. No exige que se permita a estos trabajadores refugiarse en casa hasta que sea seguro volver al trabajo. En cambio, implica que las políticas de refugio en casa deben ser levantadas, permitiendo que todos los trabajadores sean arrastrados de vuelta a las fábricas y otros lugares de trabajo para ser infectados por el virus potencialmente letal.

En cuanto a los trabajadores médicos, el CRT no indica cuál sería el impacto en este sector de la fuerza de trabajo si se levantaran las medidas de confinamiento, lo que permitiría que el virus arrasara sin impedimentos a través de la vasta población de China, causando una infección generalizada y abrumando los hospitales.

Mientras ha escrito dos artículos en los últimos quince días denunciando a China por aplicar una estrategia científicamente guiada para combatir el COVID-19, el CRT ha ignorado prácticamente la pandemia en España, Europa y el resto del mundo. En esto no están solos: La prensa burguesa española ha dejado prácticamente de informar sobre el impacto del virus, mientras dedica columna tras columna a condenar la estrategia china de 'Cero-COVID'.

Entre los artículos recientes de la prensa corporativa se encuentra 'Protestas y peleas revelan el hartazgo de los chinos con la política de COVID Cero' de La Voz de Galicia. Por su parte, El País, afín al PSOE, tituló un artículo del 30 de marzo 'El descontento de la población de Shanghai ante el férreo bloqueo contra el COVID'. Y un artículo del derechista El Mundo del mismo día proclama: 'La oleada china de Omicron intensifica las medidas anti-COVID: sensores en la puerta de casa para evitar la evasión de la cuarentena'.

El momento de la agitación del CRT contra China es también significativo. Llega en medio de los incesantes esfuerzos de la clase dominante de los países imperialistas por azuzar la histeria bélica antirrusa para promover una acumulación militar masiva cuyo objetivo final es tanto China como Rusia. Al apoyar la campaña reaccionaria de la élite gobernante contra la política china de 'COVID CERO', la CRT no sólo demuestra su desprecio por la vida y la salud de los trabajadores, sino que también se alinea con el belicismo antichino de las potencias imperialistas.

La guerra que hay que librar no es contra Rusia o China, sino contra COVID-19. Esta lucha requiere que los trabajadores rompan decididamente con el gobierno PSOE-Podemos y sus puntales, como la CRT.

(Publicado originalmente en inglés el 13 de abril de 2022)