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Jacobin y Labor Notes sobre las elecciones del UAW: defensores del aparato contra la campaña de Will Lehman

Para obtener más información sobre la campaña de Will Lehman a la presidencia del UAW, visite WillForUAWPresident.org.

Durante varios meses después del inicio de la campaña electoral del sindicato United Auto Workers (UAW), la revista Jacobin, vinculada con la organización Socialistas Democráticos de Estados América (DSA, por sus siglas en inglés), mantuvo un silencio total. La revista no publicó ni un artículo sobre unas elecciones que son las más importantes en la historia del UAW, no solo porque es la primera elección directa de la dirección del UAW, pero, más importante, porque un socialista de la base, Will Lehman, se presenta para la presidencia.

El 10 de octubre, con el título “Después de décadas del mandato antidemocrático y corrupto, miembros del UAW por fin eligen a sus líderes” Jacobin por fin rompió su silencio, por reproducir un artículo de Labor Notes, escrito por Barry Eidlin y Jane Slaughter. El hecho más significante del artículo, sin embargo, es que, mientras promueven la candidatura de burócrata de largo plazo del UAW Shawn Fain, ni siquiera mencionan la campaña de Lehman.

No es un punto de confusión por la parte de Jacobin y Labor Notes. La gama es muy clara. Es una gama del aparato del UAW, que es una organización de la clase dirigente que controla a la clase obrera, por un lado, y por el otro la campaña de Will Lehman, que es la expresión consciente de un movimiento de la base contra la burocracia.

Jacobin y Labor Notes apoyan firmemente al aparato. Mientras el artículo detalla el registro de los contratos entreguistas impuestos por el UAW, presenta esta serie de traiciones como el mero producto de unos malos líderes, y que todo se resolverá si hay algún otro funcionario en su lugar.

“En el corazón del escándalo [de corrupción]”, escriben, “y la aceptación de concesiones y la colaboración entre la dirección y el sindicato que llevó a ella, hay una entidad: el 'Caucus de Administración' (AC, Administration Caucus)”.

Jacobin y Labor Notes representan una sección del aparato que está buscando avanzar su propia posición dentro de la burocracia y ve en el escándalo de corrupción una oportunidad para elevar sus posiciones (y así sus salarios).

Por eso, se quejan de que “ser un miembro [del Caucus de Administración] es un requisito para seguir adelante en la jerarquía sindical, desde funcionario local a representante internacional a director regional asistente a director regional”.

Por eso están respaldando a Fain, un a tiguo miembro del “Caucus de Administración” que ha pasado los últimos 10 años como un miembro de personal en la sede nacional de “Casa de la Solidaridad” del sindicato en Detroit.

El aparato del UAW (y la clase dirigente) querían que las elecciones se limitasen a los candidatos que habían elegido de mano. La campaña de Will Lehman volcó estos cálculos, por proveer un mecanismo para que los trabajadores de base expresaran su interés en oposición a la burocracia del UAW en su totalidad. La campaña está ganando un apoyo creciente entre los trabajadores, que han empezado a formar unos comités electorales de base para promoverla lo más amplio posible.

La respuesta del aparato, por eso, es intentar suprimir el voto y prevenir que los trabajadores sepan quiénes se presentan. Los medios de comunicación corporativos hicieron su parte por actuar simplemente como si ningunas elecciones estuvieran sucediendo. Los periódicos importantes, incluido el New York Times, simplemente no reporta sobre ellas.

Las publicaciones pseudoizquierdistas como Jacobin y Labor Notes han seguido a pie juntillas, escribiendo virtualmente nada sobre las elecciones, aunque respaldan a un candidato en ellas.

Importantemente, el reporte de Labor Notes publicado en Jacobin ni siquiera menciona el debate presidencial auspiciado por el Monitor que figuraba a Fain, Lehman, el presidente actual del UAW Ray Curry y los dos otros candidatos, el presidente de planta del Local 163 “Gibby” Gibson y el trabajador automotriz de Stellantis Brian Keller. Durante el debate, Fain se opuso a la exigencia de Lehman de la abolición del aparato del UAW, y en vez se alineó con los demás candidatos, que prometieron trabajar con la burocracia corrupta del UAW si fueran elegidos.

En una auto exposición involuntaria, después de detallar los esfuerzos por la burocracia del UAW a forzar que se aprobaran unos contratos entreguistas a pesar de la oposición desde la base, Labor Notes escribe, “Es notable que los trabajadores industriales siguen resistiendo, como con el rechazo del contrato de 2015 en Chrysler y el desafío reciente de la Internacional en Volvo Trucks y John Deere”.

Lo que Labor Notes no menciona es que, en Volvo y John Deere en particular, la campaña contra la imposición del contrato entreguista por el UAW era liderada por un comité de base en una rebelión directa contra la burocracia del UAW. Durante el rumbo entero de la huelga de Volvo, Jacobin y Labor Notes se mantuvieron virtualmente en silencio, para que esencialmente se alinearan con los esfuerzos por el UAW para destrozar esta rebelión incipiente.

Labor Notes fue fundado en la década de los 1970 por un grupo de antiguos izquierdistas, incluida uno de los autores del artículo que respalda a Fain, Jane Slaughter. Desde su inicio, ha promovido el concepto de que una sección “progresista” de la burocracia se pueda descubrir y ser presionada a promulgar las reformas. Una y otra vez, los supuestos “reformistas” se convirtieron en líderes del aparato, impusieron las concesiones y suprimieron la oposición tan ferozmente como los que reemplazaban.

Como un modelo para su campaña en el UAW, Slaughter y Eidlin citan las campañas respaldadas por el sindicato Teamsters. Escriben, “TDU [Teamsters for a Democratic Union] consiguió elegir a un candidato a la presidencia de los Teamsters quince años después de que fue fundado, sufrió un revés, y organizó durante dieciséis años más antes de que los miembros de nuevo desecharan a los dinosaurios”.

No dan el nombre de los presidentes de los Teamsters a quienes respaldaron: Ron Carey y Sean O’Brien. Carey, un veterano burócrata antes de su elección como presidente en 1991, supervisó una serie de contratos de concesión, unos en UPS, antes de que se invalidara su elección en 1996 como resultado de un escándalo de corrupción masivo.

O’Brien, elogiado por Labor Notes como un gran “reformista”, había sido un defensor durante mucho tiempo del aparato sindical dirigido por el presidente de los Teamsters James P. Hoffa y había sido suspendido por unas amenazas contra defensores del TDU.

O’Brien actualmente está supervisando los esfuerzos por los Teamsters para forzar que se aprueben unos acuerdos que se tratan de los trabajadores ferroviarios de la Hermandad de Maquinistas y Trenistas (BLET, Brotherhood of Locomotive Engineers and Trainmen), que forma parte de los Teamsters. En la convención reciente de la BLET, O’Brien denunció a los trabajadores de las bases por “quejarse” sobre las traiciones del sindicato a “extraños”.

Jacobin, Labor Notes y el DSA hablan por secciones de la clase media-alta que son profundamente hostiles a un movimiento genuino de la base. Por eso, mientras escriben sobre la necesidad por un “sindicalismo de lucha de clases” y una “estrategia de base”, cuando de hecho hay un movimiento de base que se desarrolla en oposición al aparato, lo ignoran y se oponen a él.

Y mientras estos grupos pseudoizquierdistas rutinariamente denuncian al WSWS como “sectario” por negarse a apoyar a facciones del aparato sindical y al Partido Demócrata, lo que realmente temen es el crecimiento de un movimiento dentro de la clase obrera que amenazaría las cuentas de inversión gigantes de la clase media-alta.

Por estos servicios, los miembros de organizaciones pseudoizquierdistas han obtenido posiciones lucrativas dentro del aparato sindical. Entre ellos hay Sara Nelson, presidenta de la Association of Flight Attendants [asistentes de vuelo] CWA y miembro del DSA, que gana un salario anual de $172.979.

De nuevo, la elección se pone clara: por un lado, el aparato del UAW y sus varios defensores, y por el otro, los intereses de la clase obrera, articulados en la campaña de Will Lehman.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 23 de octubre de 2022)

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