Cada vez son más los trabajadores de la planta de Toledo del fabricante de piezas Dana Inc. que denuncian que la empresa y el sindicato United Auto Workers (UAW) colaboraron para despedirlos por motivos falsos. El verdadero objetivo de esta purga en curso es eliminar a los trabajadores militantes, reducir los costes laborales y aterrorizar a los que quedan para que acepten peores condiciones. Es una violación de los derechos de todos los trabajadores y una lección de la realidad del sistema capitalista, en el que la vida de los trabajadores se sacrifica en el altar de las ganancias corporativas.

Entre los trabajadores que son objeto de despido en Dana figuran los que anteriormente se manifestaron en contra de la gerencia o del UAW, denunciaron acoso sexual, se quedaron embarazadas, estaban a punto de obtener derechos de pensión consolidados durante 5 años o denunciaron robo de salarios. Decenas de trabajadores han sido despedidos sin tener en cuenta sus antecedentes o la antigüedad en la empresa.

La noticia de los despidos masivos en Toledo ha generado una ira generalizada entre los trabajadores automotrices de todo el mundo. Un artículo sobre los despidos publicado el jueves en el World Socialist Web Site ha sido leído más de 10.000 veces, incluso por trabajadores de Dana de todo el país y también por trabajadores de las Tres Grandes. Dana es un proveedor crítico de piezas para Ford, GM y Stellantis, y el contrato de 150.000 trabajadores de las Tres Grandes expira este año. Se trata de aliados necesarios y poderosos, incluidos los familiares y amigos de los trabajadores de Dana en la planta de Jeep al otro lado de la carretera interestatal I-75.

Zareina Walker es una de los trabajadores despedidos. Es una joven de 22 años que empezó a trabajar en Dana en noviembre de 2020 y fue despedida a mediados de diciembre de 2022 tras cumplir los dos años en el trabajo. Fue despedida dos semanas después de informar a la empresa de que llevaban cinco meses pagándole de menos.

'Una o dos semanas antes de que me despidieran me di cuenta de que mi salario era incorrecto', dijo Walker al World Socialist Web Site. 'Me pusieron $18 la hora y se suponía que eran $18.80. Dos semanas después me despidieron. Tuve que hacer un seguimiento, enviarles un correo electrónico para ver si hacían algo. Al final me devolvieron el sueldo, pero luego me despidieron. Me sentí como si me hubieran despedido porque luché por mi paga atrasada'.

Como muchos de sus compañeros, Walker fue despedida con el 'truco de la tarjeta de tiempo', el principal método de la empresa para despedir a los trabajadores. Según este truco, para los trabajadores que llegan un par de minutos tarde se les acercan más tarde sus supervisores y se les pide que firmen una tarjeta de tiempo. Los supervisores dicen a los trabajadores: 'escribe la hora a la que empezó el turno'. Después de que los trabajadores lo hagan, Dana los despide por 'mentir en un documento de la empresa', lo que califican de 'violación material' del contrato. De lo contrario, llegar tarde podría haber costado a un trabajador medio punto en su expediente, pero no habría sido una infracción susceptible de despido.

Así es como Dana despidió a Walker. 'Me llamaron de RRHH y allí estaba Cherita Walker, de la UAW', dijo. 'Le pregunté a Cherita, '¿pueden hacer eso?' y me dijo, 'sí''.

Otra trabajadora despedida a finales de enero declaró al World Socialist Web Site que la despidieron meses antes de que se invirtiera su pensión. 'Fui una de los primeros contratados en la planta' cuando se inauguró hace cinco años. La despidieron en el acto simplemente por llevar auriculares en el trabajo.

Esto es muy común. 'El sindicato y la empresa trabajan juntos. Me despidieron la semana pasada y ese mismo día despidieron a 6 personas [énfasis añadido]. Se dirigen a la gente con más antigüedad porque vamos a cumplir cinco años'. Esta trabajadora también cree que la despidieron porque anteriormente se había manifestado en contra de los abusos de la empresa. 'Soy una persona de opinión, y eso no les gusta ni al sindicato ni a la empresa. Si alzas la voz, te atacan'.

La trabajadora no tuvo noticias del UAW en toda la semana siguiente a su despido, y tuvo que llamar al sindicato para preguntar si había una reclamación. 'El UAW se limitó a decir que la empresa no respondía. El UAW no nos representa, ¡los representantes sindicales están ahí dentro con la empresa almorzando juntos!'

Chris Looney, trabajador de materiales de 29 años, afirma que también le despidieron por llevar auriculares en el trabajo. 'Me dijeron que llevaba auriculares, pero yo llevaba auriculares de cancelación del ruido porque me estaba recuperando de una infección de oído. El supervisor se me acercó y me ordenó que me vaciara los bolsillos. Le dije que no iba a hacerlo sin la presencia del sindicato, así que me despidieron. Luego hablé con el UAW y me dijeron que debería haber hecho lo que me dijeron y vaciarme los bolsillos'.

Looney dijo que también lo habían atacado porque era conocido por alzar la voz cuando veía que la dirección y el UAW se aprovechaban de sus compañeros. 'Si hablas en contra del sindicato, tendrás que pagar un infierno', dijo. 'Hay mucho acoso sexual. Defender a los trabajadores es lo peor que puedes hacer a sus ojos. Los líderes sindicales están por su cuenta'.

Kennie Brown, de 33 años, fue despedido en agosto por el truco de la tarjeta horaria tras dos años y medio en la planta. En el caso de Brown, su supervisor le dijo que 'marcara las 10:45' en una tarjeta horaria, y luego la empresa le despidió, y afirmó que había mentido porque en realidad llegó a las 10:49.

A pesar de ello, Brown afirma que 'nunca vio una queja' del UAW, que no hizo nada por ayudarle a recuperar su puesto de trabajo. Llamó y envió mensajes de texto a los representantes del UAW, pero le ignoraron.

Otra víctima del truco de la tarjeta horaria fue L'Lorhein Priddy, cuyo supervisor también le dijo que escribiera '10:45', sólo para que Dana la despidiera por llegar en realidad un par de minutos más tarde.

Priddy fue despedida el 12 de enero. Tres días antes, el 9 de enero, había escrito una carta a la dirección en la que exigía que le explicaran por qué habían despedido a una de sus compañeras por defenderse del acoso sexual.

Como todos los demás trabajadores, el UAW no hizo nada para apoyarla. 'El sindicato está trabajando con Dana', dijo Priddy al World Socialist Web Site. 'Clarence [otro funcionario del UAW] me dijo que mi segunda queja había sido denegada y no me dijo que había siquiera un tercer paso. No me informaron de que había un tercer paso. Siempre se ponen del lado de la empresa. He visto películas en las que muestran al sindicato ayudando a los trabajadores, pero ya no es así'.

La lista de trabajadores despedido continúa:

Antony Sturdevant, de 34 años, empezó a trabajar en Dana como temporal en agosto de 2021. La empresa tardó 6 meses en contratarlo como trabajador a tiempo completo, a pesar de que el contrato establece que los trabajadores temporales deben ser contratados como trabajadores a tiempo completo al cabo de 90 días.

Sturdevant fue despedido en represalia por alzar la voz en nombre de sus compañeros. 'Me despidieron el 12 de diciembre, justo antes de las vacaciones pagadas de Navidad y la paga extra. Se metieron conmigo por hablar, toman represalias contra cualquiera que defienda a los trabajadores'. Durante su estancia en Dana, Sturdevant había ayudado a sus compañeros a presentar 4 o 5 denuncias contra la empresa.

El pretexto por el que despidieron a Sturdevant es un insulto a todos los trabajadores. Cuando un pariente cercano dio positivo por COVID-19, un supervisor le dijo que se tomara un par de días libres. Sturdevant lo hizo para proteger a sus compañeros de trabajo de la pandemia, que sigue en curso–126 personas mueren de media por COVID-19 cada semana sólo en Ohio. La pandemia ha causado 20 millones de muertes en exceso desde que empezó en 2020.

A pesar de ello, Sturdevant fue despedido por faltar al trabajo. 'Después de que me despidieran, esperé un mes y no supe nada del UAW. Por fin, después de llamar a todo el mundo, Kesha Self [representante del UAW] me llamó y me dijo que redactaría una reclamación. Dijo que me enviaría un correo electrónico, pero nunca recibí ninguno'.

Keira Poole es otra trabajadora de Dana recientemente despedida. Poole, miembro de tercera generación del UAW, fue despedida en enero, diez días después de denunciar a un jefe de equipo por acoso laboral. La dirección la despidió alegando que no había acudido al trabajo sin llamar en un turno de fin de semana, al día siguiente del funeral de un familiar cercano fallecido. Pero la carta número 17 del contrato dice que 'en caso de que el permiso por duelo se tome de forma continuada al fin de semana... no se exigirá al empleado que trabaje el fin de semana'. (Página 21 del contrato).

Poole afirma que 'el sindicato no hizo absolutamente nada. Pedí una copia de mi reclamación y nunca la recibí. Acudí a Kesha Self y luego a [Richard Crayon, representante de servicios internacionales de la UAW], y Kesha aceptó mi despido y Richard Crayon dijo que, si Kesha lo aceptaba, yo no podía hacer nada'.

Poole fue incluso a la oficina regional del UAW, pero no le atendieron. 'Fui a la sede de la Región 2B del UAW en Maumee y entré para pedir un cara a cara con Rich Crayon. Me dijeron que ni siquiera estaba allí. Nunca me enviaron un correo electrónico, nunca me llamaron, nada. Llevo 12 años en ela UAW, mi padre y mi abuelo y todas mis hermanas estaban en el Local 12, y estoy harta de esto. Se llevan nuestras cuotas sindicales y no luchan por nosotros'.

Según los expedientes federales, el salario de Crayon en 2021 era de $132,360, pagados con las cuotas de los trabajadores a los que se niega a ayudar.

La lista de despedidos crece, y el momento no podría ser peor. El Cleveland Scene informó de que 'los habitantes de Ohio deberían esperar precios más altos de los alimentos en 2023, según el USDA', causados principalmente por la guerra que el gobierno estadounidense está intensificando contra Rusia en Ucrania, que corre el riesgo de convertirse en una guerra directa entre potencias con armas nucleares.

El resultado para los trabajadores del aumento del coste de la vida es devastador. Tayon Roach, un joven de 22 años que fue despedido de Dana en enero, declaró al World Socialist Web Site: 'Soy un joven de 22 años sin padres, sin orientación, sin nada. Se lo he explicado muchas veces, pero no me ofrecen ninguna ayuda. Ayer por la mañana me embargaron el coche. Intento volver a la normalidad, pero no es fácil. El sindicato sólo dice 'no podemos hacer nada por ti''.

El World Socialist Web Site exige que todos los trabajadores despedidos injustamente sean recontratados con todos los salarios atrasados. Los trabajadores de Dana deben tener un control democrático sobre la contratación y los despidos. Los trabajadores de Dana tienen el poder de cambiar la situación uniéndose en un comité de base, que compartirá información, dará a los trabajadores el derecho a discutir democráticamente sus demandas de cambio y garantizará que los trabajadores estén unidos en una acción común, libre del control de los funcionarios corporativistas del UAW.

Si fuiste despedido de Dana, llena este formulario.

(Publicado originalmente en inglés el 3 de marzo de 2023)