El siguiente discurso fue pronunciado por Alex Lantier, secretario nacional del Parti de l’égalité socialiste (PES) durante el Acto Internacional en Línea del Primero de Mayo 2023, el cual fue celebrado por el World Socialist Web Site y el Comité Internacional de la Cuarta Internacional el 30 de abril.

Saludos fraternales del Partido Socialista por la Igualdad de Francia (PES) a este acto internacional en línea del Primero de Mayo.

Este Primero de Mayo, millones de trabajadores marcharán contra el presidente Macron y su ilegítima ley de pensiones, a la que se oponen tres cuartas partes de los franceses.

La lucha de la clase obrera contra Macron tiene una relevancia mundial. En todos los países, los trabajadores se enfrentan esencialmente a las mismas condiciones. Los Estados capitalistas recurren a la violencia militar-policial para violar la democracia y empobrecer a los trabajadores. Y mientras traman contra el pueblo, estos Gobiernos dependen de las corruptas burocracias sindicales para desorientar y estrangular las luchas obreras.

Frente a esto, el PES defiende la construcción de un movimiento de las masas de trabajadores y jóvenes, independiente de las burocracias, por una huelga general para derribar a Macron.

Macron está recortando las pensiones para enriquecer a la oligarquía financiera del país, y financiar la guerra en el extranjero. Desde que comenzó la pandemia del COVID-19, ha ayudado a los milmillonarios de Francia, incluido el hombre más rico del mundo, Bernard Arnault, a aumentar su riqueza en más de 220 mil millones de dólares.

Mientras la clase dirigente francesa libra una guerra con Rusia en Ucrania y debate qué hacer si Washington lanza una guerra contra China, Macron aboga por una “economía de guerra” en toda Europa. Para aumentar el gasto militar anual francés en más de 15 mil millones de dólares, está recortando las pensiones en más de 13 mil millones de dólares.

Cuando Macron anunció los recortes en enero, la inmensa mayoría del pueblo francés se le opuso. Millones de trabajadores y jóvenes participaron en protestas en todo el país convocadas por una alianza de las burocracias sindicales francesas.

Macron no respondió como presidente de un régimen democrático, sino como el dictador de un Estado policial. Envió a policías antidisturbios fuertemente armados para atacar a millones que ejercían su derecho a protestar y a trabajadores que ejercían su derecho constitucional a la huelga.

La clase dirigente bloqueó todos los medios para oponerse a los recortes de Macron dentro del marco del Estado capitalista existente. Macron aprobó sus recortes en la Asamblea Nacional sin una votación. En marzo, la Asamblea se negó a deponerlo. En abril, el Consejo Constitucional francés aprobó la “reforma”.

Hubo disturbios en toda Francia después de que Macron impusiera los recortes, y después de que el Consejo Constitucional les diera el visto bueno. La clase obrera se encuentra en una lucha política con el Estado capitalista.

Francia se encuentra en una situación objetivamente revolucionaria. Las encuestas de los medios capitalistas muestran que dos tercios de la población apoyan una huelga general para paralizar la economía y derribar a Macron. Y después de que Macron aprobó sus recortes en la Asamblea Nacional, cuando se quemaban sedes de su partido en toda Francia, el 62 por ciento de las personas apoyaban acciones aún más fuertes contra Macron.

¿Cómo es posible entonces que no se haya cumplido la voluntad del pueblo? ¿Cómo es posible que Macron sigue en el poder?

Así como Macron atropella la voluntad popular, la burocracia sindical pisotea la voluntad de los trabajadores. Con el apoyo de una patética banda de charlatanes políticos, fraudulentamente llamada “la izquierda” por los medios capitalistas, los jefes sindicales se dedican a salvar a Macron.

Mientras estallaban disturbios contra la ley ilegítima de Macron, los burócratas denunciaron la “violencia” y llamaron a no caer en la “locura política”. Desconvocaron las huelgas y le suplicaron a Macron por una “mediación”.

Algunos diputados estalinistas de la Nueva Unión Popular de Jean-Luc Mélenchon escenificaron una falsa “marcha al palacio presidencial del Elíseo” presentando amablemente a Macron una petición rogándole que recapacite.

En realidad, no hay nada que negociar con Macron, un presidente que se autoproclama rey por el derecho divino de los bancos. Nuestro partido no olvida a los sans-culottes que asaltaron la Bastilla y derribaron la monarquía absoluta que gobernaba por derecho divino. Decimos que los trabajadores se enfrentan hoy a la tarea de derrocar a Macron.

Esta crisis confirma una vez más las lecciones que Marx y los bolcheviques extrajeron de la gran y trágica experiencia de la Comuna de París en 1871, la primera vez que los trabajadores se sublevaron, tomaron el poder y construyeron un Estado obrero, pero fueron ahogados en sangre por la República capitalista.

El Estado no media entre las clases. Es el producto de la irreconciliabilidad del conflicto de clases. El Estado capitalista impone la dictadura de la clase capitalista. Eso es lo que estamos presenciando. La tarea de los trabajadores no es reformar el Estado capitalista sino volver a construir sus propios órganos de lucha independientes y transferir el poder a estas organizaciones en una revolución socialista.

Por lo tanto, el PES llama a los trabajadores y a los jóvenes a movilizarse desde abajo, independientemente de las burocracias sindicales. El gran poder social e industrial de la clase obrera debe ser movilizado para destituir a Macron y abolir los poderes exuberantes de la Presidencia francesa. Únicamente un poderoso movimiento de las bases puede aplicar la voluntad del pueblo: celebrar una huelga general para derrocar a Macron.

El PES llama a los trabajadores y a la juventud a convocar asambleas generales en los centros de trabajo y escuelas, y que adopten resoluciones exigiendo la destitución de Macron. El PES llama a crear comités de acción, independientes de las burocracias sindicales, para coordinar esta campaña y celebrar huelgas y protestas. Nuestro objetivo es que los trabajadores tomen conciencia de su fuerza colectiva, y organicen a toda la clase obrera para una huelga general.

Ante todo, el PES busca que los trabajadores tomen consciencia de las luchas de clases fuera de su propio país. Este Primero de Mayo, el día de la unidad proletaria internacional, están estallando luchas masivas en todos los continentes, y están brotando organizaciones de base en todo el mundo para librar estas luchas independientemente de las burocracias corruptas.

Estas poderosas luchas demuestran que el movimiento contra Macron no es una lucha que busca sustituir a un presidente por otro, ni formar un nuevo Gobierno capitalista que lo sustituya. Forma parte de una gran lucha histórica contra el capitalismo, para transferir el poder a la clase obrera, y construir el socialismo. Gracias.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 2 de mayo de 2023)