El siguiente discurso fue pronunciado por Will Lehman durante el Acto Internacional en Línea del Primero de Mayo 2023 celebrado el 30 de abril. Lehman es un trabajador socialista de Mack Trucks en Macungie, Pennsylvania, que se postuló para presidente del sindicato United Auto Workers (UAW) en Estados Unidos.

Soy Will Lehman, trabajador automotor en Mack Trucks. El año pasado, fui candidato de la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base (AIO-CB) para presidente del sindicato United Auto Workers (UAW).

Me postulé porque la situación de los trabajadores automotores es deplorable. Se han eliminado cientos de miles de puestos de trabajo, y los salarios reales son una fracción de lo que solían ser. El aumento del coste de la vida, agravado por la guerra liderada por EE.UU. contra Rusia, ha vuelto casi imposible llegar a fin de mes. Mientras tanto, las empresas registran enormes ganancias.

No me postulé para arreglar la burocracia del UAW desde dentro. Las elecciones han demostrado una vez más que eso no es posible. El aparato del UAW es un apéndice de las corporaciones automotrices. Las elecciones del UAW solo se celebraron debido a un escándalo de corrupción, que reveló que muchos directivos sindicales aceptaban sobornos de las empresas y se robaban el dinero de nuestras cuotas.

Hice campaña para abolir el aparato sindical y poner todo el poder en manos de las bases en las fábricas y otros lugares de trabajo. Para liberar el poder colectivo de los trabajadores, Llamé a formar comités de base, para unir nuestros esfuerzos a los de los trabajadores de todo el mundo, mediante la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base. Tras hacer campaña orgullosamente como socialista, obtuve casi 5.000 votos, el 5% del total.

La burocracia del UAW era tan hostil a darles a los trabajadores una voz que se negaron a informarle a la gran mayoría de los 1,1 millones de afiliados que se estaban celebrando elecciones. No enviaron las papeletas de los obreros a sus direcciones reales.

La gran mayoría de las sedes locales del UAW nunca notificaron las elecciones en sus sitios web ni en Facebook. Nunca enviaron mensajes de texto a los trabajadores sobre las elecciones, ni se presentaron a las plantas para recordarnos que votáramos, deseando que no pudiéramos ejercer nuestros derechos. Ni siquiera nos dieron la opción de conseguir papeletas en el trabajo ni en los locales del sindicato. Como resultado, solo se emitieron 104.000 votos, una participación del 9%, la más baja en unas elecciones nacionales en la historia sindical de EE.UU.

Mi campaña demandó al UAW ante un tribunal federal antes de las elecciones para exigir medidas que protegieran el derecho de voto de los trabajadores. El UAW y la Administración de Biden se me opusieron en la corte, y un juez federal desestimó mi caso con el argumento fraudulento de que yo recibí una papeleta, no se violó mi derecho al voto, a pesar de que el propio juez señaló que los avisos del UAW, y cito: “prácticamente excluyeron a los miembros”.

Luego me enteré de que Crowell and Moring y los otros bufetes que representan al monitor judicial, encargado de garantizar la imparcialidad de las elecciones, fueron representantes de General Motors y otras empresas automotrices.

Tal es el estado de la “democracia” en EE.UU., donde los derechos más básicos de la clase obrera son completamente despreciados por las empresas, los tribunales, el Gobierno y las burocracias sindicales. Los dirigentes sindicales instalados por estas elecciones son ilegítimos y no reflejan la voluntad de las bases. Shawn Fain, el nuevo presidente del UAW, es conocido como el “presidente 3%” ya que fue elegido con los votos de solo el 3% de los afiliados elegibles.

Pero el apoyo de un gran sector de trabajadores a mi campaña desmintió el mito de que los trabajadores estadounidenses se oponen irremediablemente al socialismo. Los votos para mi campaña como socialista para presidente del UAW demuestran que un amplio sector de la clase trabajadora en EE.UU busca acabar con la dictadura de la patronal y poner en práctica el lema de mi campaña: “¡Poder a las bases!”.

A lo largo de mi campaña, muchos trabajadores me preguntaron, “¿qué es un comité de base?” y “¿qué es la AIO-CB?”.

Esta es la respuesta: los comités de base son organizaciones democráticas controladas por las bases. Son necesarias para llevar la lucha hacia adelante. A través de estos comités, los trabajadores comparten información, planean acciones comunes y vinculan todos los turnos y las líneas de producción para que todos estén en la misma página. Los comités de base permiten que los trabajadores de todas las fábricas y empresas se unan para romper el aislamiento impuesto por las burocracias sindicales y liberen toda la fuerza de la clase obrera.

Cada comité forma parte de la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base (AIO-CB), una red mundial de comités que nos une más allá de las fronteras y nos da el poder de coordinar una respuesta internacional a las empresas transnacionales.

La unidad internacional es absolutamente necesaria. Por décadas, el enfoque nacionalista de los sindicatos de todo el mundo ha obligado a los trabajadores a enfrentarse a expensas de unos y otros. Esto debe terminar. Los trabajadores no tienen ningún interés en enfrentarse por salarios, como tampoco tenemos ningún interés en enfrentarnos en guerras.

Este acto del Primero de Mayo se celebra cuando la lucha de clases aflora a la superficie en todo el mundo.

El año 2023 ya fue testigo de un rápido aumento de las huelgas y las batallas de clases de los trabajadores a escala internacional. Millones protestaron los recortes de pensiones del presidente francés Macron. En Reino Unido, cientos de miles han participado en huelgas, luchando por aumentos consistentes con los precios en alza.

La inflación y las demandas salariales han llevado a decenas de miles de trabajadores a tomar las calles en Alemania, Países Bajos, Noruega, España y Canadá.

Nuestros intereses comunes como miembros de la clase obrera internacional son cada vez más evidentes: si trabajas como conductor ferroviario en Alemania o en el correo en Reino Unido, en una aerolínea en Nigeria, como profesor en Brasil, como obrero automotor en Detroit, o en una plantación de té en Sri Lanka.

Los trabajadores de todo el mundo se enfrentan a los mismos problemas básicos:

• La crisis del coste de vida vuelve inasequibles la comida, la vivienda y otras necesidades, y la está agravando drásticamente la guerra de EE.UU. y la OTAN contra Rusia en Ucrania.
• Hay despidos masivos y recortes de empleos, según la clase dominante intenta sofocar el movimiento por alzas salariales e intensificar la explotación.
• Luego están las condiciones de trabajo inseguras y a menudo mortales, producto de la priorización del lucro sobre la salud y la vida de los trabajadores.
• Y está el aumento de la desigualdad social a niveles obscenos: las empresas y los super ricos se atiborraron de ganancias durante la pandemia, mientras millones de trabajadores de todo el mundo morían innecesariamente de COVID-19.

Cada vez es más evidente para más trabajadores que todos los problemas a los que nos enfrentamos son problemas globales, ya sea la guerra imperialista, la pandemia de COVID-19, la crisis económica o el cambio climático. Para resolverlos en beneficio de la clase trabajadora, necesitamos una estrategia global y una organización que pueda ejecutarla. La AIO-CB está proporcionando esta estrategia, organización y liderazgo. Insto a todos nuestros oyentes hoy a que se unan y emprendan esta lucha.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 3 de mayo de 2023)