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El regreso del militarismo alemán y las lecciones de la Segunda Guerra Mundial

El siguiente discurso fue pronunciado por Christoph Vandreier, secretario nacional del Sozialistische Gleichheitspartei (Alemania), durante el Acto Internacional en Línea del Primero de Mayo 2023 celebrado el 30 de abril.

Me complace poder participar en este Primero de Mayo y transmitir los saludos revolucionarios del Sozialistische Gleichheitspartei (Partido Socialista por la Igualdad) en Alemania.

Este Primero de Mayo tiene una gran importancia política. Mientras que la OTAN, a costa de la población ucraniana, intensifica aún más su guerra por delegación contra Rusia, EE.UU. y sus aliados preparan una guerra contra China. Cuando las potencias imperialistas afilan sus cuchillos para enfrentarse, encarnamos la perspectiva de la unidad de la clase obrera internacional contra esta locura: la perspectiva del socialismo internacional.

Acto Internacional en Línea del Primero de Mayo de 2023, activa los subtítulos en español en la configuración

Esto es especialmente importante en Alemania, donde se cometieron los crímenes más atroces de la historia de la humanidad. Ahora, los tanques vuelven a rodar desde aquí hacia Rusia. En marzo, el Gobierno decidió a espaldas de la población quintuplicar la ayuda militar alemana a Ucrania. Anteriormente, ya había prometido la entrega de más de 100 tanques mayores.

Estas armas aumentarán aún más el sufrimiento de la población ucraniana y sumirán más el país en un infierno. Decir que se defienden la paz y la libertad en Ucrania es pura hipocresía. Como en las brutales guerras contra Irak, Siria, Libia y Afganistán, se trata de intereses geopolíticos e imperialistas. Una vez más, Alemania quiere hacerse de los recursos minerales rusos y ucranianos y subyugar a estos países.

La clase dirigente está preparada para volver a reducir el continente a escombros y cenizas. Ni siquiera rehúyen la aniquilación nuclear. Con la triplicación del presupuesto militar y el objetivo declarado de construir el ejército más poderoso del continente, evocan la megalomanía de Hitler.

Los costes los incurrirá la clase trabajadora. El Gobierno ya decidió realizar un recorte de dos tercios en la salud, entre otros recortes presupuestarios masivos. Ahora el ministro de Hacienda, Christian Lindner, exige más recortes de 20 mil millones de euros en el gasto social. Las terribles alzas de precios de la energía y los alimentos también están diezmando los ingresos de los trabajadores. En la industria, cientos de miles son botados a la calle.

Esta política cuenta con el apoyo de todos los partidos del Bundestag alemán.

El SPD se ha convertido en el principal partido del militarismo alemán y ejecuta el rearme con una sangre fría tecnocrática.

Los Verdes, que empezaron siendo pacifistas, se han convertido en los peores belicistas. La ministra de Asuntos Exteriores, Baerbock declaró abiertamente que Alemania está en guerra con Rusia y ahora promueve la guerra contra China.

Ministra de Relaciones Exteriores alemana Annalena Baerbock da un discurso durante una reunión informal del Consejo del Atlántico Norte en una sesión de cancilleres en Berlín, Alemania, 15 de mayo de 2022 [AP Photo/Michael Sohn]

El partido La Izquierda también forma parte de esta conspiración bélica. Su principal candidato en las elecciones de Berlín, Klaus Lederer, apoya explícitamente la entrega de armas a Ucrania. Acusa a los opositores de “complicidad abierta con Putin”. Esta es la vieja acusación de los militaristas contra los opositores de la guerra. Incluso Karl Liebknecht fue acusado de colaborar con el zar ruso, que había que combatir en nombre del progreso europeo.

Como lo hizo Liebknecht, nosotros contraatacamos diciendo: “¡El principal enemigo está en casa!”. El imperialismo alemán, el bando alemán en la guerra, la diplomacia secreta alemana. Solo se puede detener la guerra, cuando los trabajadores de todo el mundo luchen juntos contra los belicistas en su propio país.

Este movimiento internacional se está desarrollando de forma bastante objetiva. Este Primero de Mayo lo demuestra de manera impresionante. Y también en Alemania crece la indignación. En el sector público, en los ferrocarriles y en los correos, millones de trabajadores quieren hacer huelga contra los recortes salariales. Está fraguándose un movimiento en la clase obrera europea e internacional, que, al igual que en Francia, está en conflicto con el Gobierno, el Estado y todo el sistema capitalista.

El capitalismo no ofrece nada a los trabajadores más que guerras, enfermedades y empobrecimiento. Por eso la clase dominante en todas partes reacciona de forma extremadamente agresiva ante cualquier señal de resistencia. Nadie debería subestimar de lo que son capaces. ¡Sobre todo aquí en Alemania!

Hace 90 años, la clase dominante llevó a Hitler al poder, para poder aplastar las organizaciones obreras y preparar así una nueva guerra mundial. La guerra de exterminio y el Holocausto no fueron simplemente el resultado de la megalomanía personal de Hitler. Hitler encarnaba la búsqueda de poder mundial de las élites alemanas.

El 21 de marzo de 1933, el Día de Postdam, el presidente Paul von Hindenburg (derecha) acepta el nombramiento del líder nazi Adolfo Hitler como canciller alemán [Photo by Theo Eisenhart/Bundesarchiv, Bild 183-S38324 / CC BY-NC-SA 3.0]

Los nazis solo obtuvieron el 33% de los votos en las últimas elecciones libres. Pero los círculos influyentes del ejército, el capital y los medios hicieron a Hitler canciller del Reich. Ocho semanas luego, todos los partidos burgueses votaron a favor de la Ley Habilitante y dotaron a Hitler de poderes dictatoriales.

La clase obrera, en cambio, rechazaba a los nazis de forma casi unánime. Incluso cuando el reino del terror ya se había implementado y se establecieron los primeros campos de concentración, los nazis obtuvieron solo el 12% en las elecciones a comités de empresa de abril de 1933. Tuvieron que cancelar las elecciones.

Pero los propios líderes de los trabajadores les impidieron emprender una lucha contra Hitler. El KPD estalinizado rechazó el frente único contra los fascistas y aturdió a los trabajadores con la consigna estúpida: “Después de Hitler, nosotros”.

El SPD llamó a sus miembros, incluso después de que Hitler llegara al poder, a permanecer “en el terreno de la legalidad”. Signifique lo que signifique en estas condiciones. La Federación Socialdemócrata de Sindicatos aseguró a Hitler que se integrarían en el Estado nazi. Los sindicatos estaban “por razones naturales de su evolución histórica cada vez más fundidos con el propio Estado”, según una declaración por la Confederación General de Sindicatos Alemanes en marzo de 1933.

El 1 de mayo de 1933, hace exactamente 90 años, los dirigentes sindicales pidieron a los trabajadores que marcharan junto a los nazis bajo la bandera de la esvástica. Al día siguiente se allanaron los locales sindicales y sus líderes fueron encerrados en campos de concentración. La socialdemocracia y los sindicatos intentaron cerrar filas con el Estado burgués hasta el punto del autosacrificio total.

Solo el movimiento trotskista luchó por la perspectiva del frente único de la clase obrera. Solo así habría sido posible detener a los nazis y evitar la catástrofe. Ahora las cuestiones vuelven a plantearse en condiciones diferentes.

Hoy, el SPD es un partido puramente burgués, a la vanguardia de la política de guerra y austeridad. Los sindicatos tampoco son ya organizaciones obreras, sino fuerzas policiales encargadas de impedir las huelgas, más comparable al Frente Alemán del Trabajo. La burguesía no tiene hoy un movimiento fascista de masas, pero muestra la misma crueldad que en los años treinta.

Por lo tanto, la tarea central sigue siendo la movilización independiente de la clase obrera sobre la base de un programa socialista. Esta perspectiva se encarna en el Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CICI). Los trabajadores deben liberarse de la camisa de fuerza de los sindicatos. Y unirse en todo el mundo bajo la Alianza Internacional Obrera de los Comités de Acción. Los trabajadores deben oponerse a la locura de la guerra y el capitalismo mediante la unidad de la clase obrera internacional y la construcción del CICI como el partido mundial de la revolución socialista.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 1 de mayo de 2023)

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