Español

Australia desempeña un papel protagónico en los planes de guerra estadounidenses contra China

El siguiente discurso fue pronunciado por Oscar Grenfell, miembro del Comité Nacional del Partido Socialista por la Igualdad (Australia), durante el Acto Internacional en Línea del Primero de Mayo 2023 celebrado el 30 de abril.

El impulso de guerra imperialista y una crisis social masiva están envolviendo al mundo entero. No hay excepciones. Los retratos de antaño de países como Australia y Nueva Zelanda como refugios idílicos de las tormentas en el extranjero están siendo refutados. La guerra y la lucha de clases están pasando a primer plano.

Australia está en la primera línea de los preparativos de guerra de EE.UU. contra China. Esto se confirmó el mes pasado con el anuncio del Gobierno laborista de que el país comprará una flota de submarinos de propulsión nuclear.

Acto Internacional en Línea del Primero de Mayo de 2023, activa los subtítulos en español en la configuración

El acuerdo de los submarinos no tiene nada que ver con la defensa ante una agresión china. En cambio, los submarinos, apodados los “superdepredadores del mar” van a desempeñar un papel clave en las operaciones agresivas frente a las costas chinas. Se están comprando para preparar una guerra total con China, cuyo objetivo sería asegurar la hegemonía imperialista de EE.UU. en el Indo-Pacífico.

El pacto militar AUKUS entre Reino Unido, Australia y EE.UU. es fundamental para estos planes de guerra. Es una cabina de mando para las provocaciones y preparativos militares. Australia no solo está comprando submarinos de propulsión nuclear. También está previsto que reciba misiles hipersónicos, minas marinas, drones y sistemas avanzados de misiles. EE.UU. desplegará aviones, submarinos y buques de guerra en Australia de forma semipermanente, completando la transformación del país en un enorme portaaviones estadounidense.

Las implicaciones de este programa fueron resumidas en una serie de artículos publicados por el Sydney Morning Herald y The Age en marzo. Esta serie, “Alerta Roja”, se basó en declaraciones de cinco supuestos “expertos”, todos vinculados al Gobierno australiano o a centros de pensamiento financiados por EE.UU.

Serie antichina “Alerta roja” en The Age producida por Nine Media [Photo: WSWS, from Nine images]

Esta propaganda de guerra proclamaba que Australia debe prepararse para una guerra con China en los próximos tres años. Decía que esto significaba que hay que enfrentarse a los “tabúes”. Hay que cambiar la “psicología” de la población. La gente corriente deberá aceptar la presencia de armas nucleares estadounidenses en el norte de Australia y el servicio militar obligatorio. La serie constituyó un llamamiento a una guerra nuclear contra China.

Pero los trabajadores y los jóvenes no quieren una guerra. Hay una larga historia de oposición a la guerra y el servicio militar obligatorio en la clase obrera australiana, de la que el Gobierno es plenamente consciente. Desde hace más de una década, estos preparativos para la guerra con China se han llevado a cabo en gran medida a espaldas de la población. Las advertencias de nuestro partido de que Australia estaba centralmente implicada en los planes para un conflicto catastrófico con China fueron ridiculizados por las organizaciones pseudoizquierdistas de la clase media-alta, y otros.

Ahora, sin embargo, AUKUS y el acuerdo sobre submarinos han sacado los planes de guerra cada vez más a la luz. Y han provocado conmoción y oposición entre las masas. Las encuestas indican que hasta el 75% de la población australiana se opone a AUKUS.

El giro hacia la guerra que encabeza el Gobierno laborista va de la mano de una guerra contra la clase obrera. El Partido Laborista ya ha dejado claro que los submarinos deben pagarse con recortes al gasto en salud, la tercera edad y otros servicios sociales vitales. La magnitud de los recortes que se avecinan la indica el precio de los submarinos: 368 mil millones de dólares. Eso asciende a casi 15.000 dólares por cada habitante del país.

Los trabajadores se enfrentan ya a la peor crisis del coste de vida en décadas. El año pasado, los trabajadores recibieron un recorte salarial real promedio de 4,5%, el mayor registrado jamás, tras décadas de estancamiento o disminución de los salarios.

Para los jóvenes, la situación es devastadora. Una encuesta del barómetro de la juventud realizada a principios de este año encontró que en 2022 el 90% de los jóvenes australianos padecieron dificultades económicas. Y el 45% sufrió desempleo en algún momento del año pasado A causa de la pobreza, el 68% de los jóvenes australianos comían menos de lo que creían que debían, el 67% no podía costear alimentos sanos y nutritivos, el 66% tuvo hambre pero no pudo comer, y el 51% tuvo que pasar un día entero sin comer nada.

Como ocurre a escala internacional, el coste de la vivienda alcanza niveles sin precedentes. Al menos una cuarta parte de los propietarios hipotecados ya se encuentra en situación de riesgo habitacional, mientras que la cifra es aún mayor para los inquilinos. Los jóvenes tienen cada vez más dificultades para hallar una vivienda segura.

Trabajadores que renunciaron o que se encuentran desempleados en cola para recibir asistencia en las oficinas de Centrelink del interior-occidente de Sídney, a inicios de 2020.

La crisis social es insostenible. Ya ha provocado importantes luchas de los trabajadores en Australia, incluyendo de enfermeros, profesores y personal ferroviario. Cada uno de estos movimientos se ha enfrentado a la burocracia sindical, que es una fuerza policial al servicio de Gobiernos y la patronal.

Existe una hostilidad generalizada hacia los laboristas, la Coalición Liberal-Nacional y todos los partidos oficiales. Y crece la oposición al capitalismo.

Es este movimiento emergente de la clase obrera lo que ofrece las bases para una lucha tanto contra la austeridad del Gobierno como contra la guerra y su causa, el sistema capitalista. La única forma de luchar contra AUKUS y el ataque a las condiciones sociales es construyendo un movimiento internacional contra la guerra que una a los trabajadores de todo el mundo. Esta es la perspectiva por la que lucha el IYSSE, el SEP y el movimiento trotskista mundial, en Australia e internacionalmente.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 1 de mayo de 2023)