La pandemia de coronavirus se está extendiendo sin control por toda Europa, provocando un aumento de las tasas de mortalidad y llevando a los hospitales al límite.

El 10 de enero, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró: “En diciembre, se notificaron a la OMS casi 10.000 muertes por COVID-19, y el número de ingresos hospitalarios aumentó un 42 por ciento en comparación con noviembre, con un 62 por ciento más de ingresos en la UCI. Sin embargo, las tendencias [sobre la mortalidad] se basan en datos de menos de 50 países, principalmente en Europa y América. Es cierto que también hay un aumento en otros países que no se está reportando”.

La ola actual está siendo impulsada principalmente por la variante JN.1 (Juno). Esta es una variante de BA.2.86 (Pirola). Pirola tiene más de 20 mutaciones en su proteína espiga, Juno tiene solo una más. Sin embargo, esto hace que la variante sea significativamente más resistente al sistema inmunitario.

La Oficina Británica de Estadísticas Nacionales también informó recientemente que, además de los síntomas normales de una infección por coronavirus, Juno también puede causar problemas de sueño y ansiedad. Según la encuesta realizada por científicos británicos, el 10,8 por ciento de los infectados experimentaron problemas de sueño y el 10,5 por ciento reportaron trastornos de ansiedad.

La variante ya está presente en muchos países europeos, incluyendo Islandia, Portugal, España, Francia, Alemania y los Países Bajos. Varios países de Europa Central y Oriental también informaron de un aumento significativo de las enfermedades respiratorias a finales del año pasado. En España e Italia, el creciente número de pacientes ha llevado a los hospitales al límite. La ola de COVID también coincide con el aumento de las infecciones por gripe y VRS en toda Europa.

En el Reino Unido, Juno está causando nuevos récords. A finales de octubre, la cuota de JN.1 todavía estaba en el 1 por ciento, a mediados de noviembre estaba en el 5 por ciento, pero en Navidad había subido al 51,4 por ciento. El profesor Steve Griffin, virólogo de la Universidad de Leeds, dijo: “Claramente ha habido un gran aumento en las infecciones por COVID en las últimas semanas. Esto se debe, sin duda, a la socialización en el interior durante el periodo festivo. También es probable que el regreso a las escuelas, universidades y empresas aumente aún más esto'.

Cuando se le preguntó si el Reino Unido podría establecer un nuevo récord este mes, respondió: “Sí, creo que podríamos ver algo similar a BA2 [la ola récord anterior]”. La científica de datos, la profesora Christina Pagel del University College de Londres, también espera que las infecciones aumenten durante una o dos semanas más, 'igualando' o 'incluso superando' las olas récord de principios de 2020.

En Alemania, el número de infecciones alcanzó una cifra récord a finales de año, con tasas de hospitalización a la par con olas anteriores. Aunque la ola retrocedió en las primeras semanas de enero, según datos de Fluweb, la tasa de incidencia se mantiene en 500. Casi 8.000 personas tuvieron que ser hospitalizadas en las tres primeras semanas del año y 1.316 ya han fallecido.

La situación en España es especialmente dramática. Los hospitales han estado bajo una presión cada vez mayor desde principios de año como resultado de una 'tripledemia' de COVID-19, influenza A y VRS. En gran parte del país, los servicios de urgencias están muy sobrecargados debido al alto volumen de pacientes. El hospital Universitario La Paz de Madrid, que atiende a unos 500.000 pacientes, lo que lo convierte en uno de los hospitales más grandes de España, ha tenido que posponer operaciones para dar cabida a nuevos pacientes.

Debido a la dramática situación, el gobierno español se vio obligado a reintroducir la obligatoriedad de las mascarillas en los centros sanitarios. Sin embargo, los gobiernos locales, como los del País Vasco, han reaccionado emprendiendo acciones legales contra la obligatoriedad de la mascarilla.

El creciente número de muertes por gripe y COVID-19 incluso está ejerciendo presión sobre los servicios funerarios. Según un artículo de Euro Weekly News, los operadores de servicios funerarios advierten que tendrán dificultades para hacer frente al creciente número de muertes a finales de enero.

Manuel Tejadas, responsable en Cataluña de la cadena de servicios funerarios Interfunerarias, dijo: “Estamos desbordados. No había visto una punta de muertes igual desde la pandemia”.

Se informa también de pilas de cadáveres en hospitales de las regiones de Madrid y Valencia. “Los hospitales no paran de llamarnos para que vayamos a recoger cadáveres y aquí tenemos una saturación importante” explica Tejadas. En algunos casos, las familias tienen que esperar hasta cuatro días para un funeral. Eso es el doble de tiempo que el período habitual de entre 24 y 48 horas.

Los médicos y los periódicos locales en Italia también advierten que los hospitales podrían verse desbordados por la ola de gripe y COVID. Cientos de pacientes tienen que esperar días para ser trasladados a salas de hospital normales o unidades de cuidados intensivos. Según el Instituto Nacional de Salud de Italia (ISS), los casos de infecciones respiratorias alcanzaron niveles récord en las dos últimas semanas de 2023, superando los períodos correspondientes durante la pandemia. A finales de diciembre, el número de muertes alcanzó un máximo de 425 por semana, y la cifra se mantuvo en 371 en las primeras semanas de enero.

Foce, la asociación italiana de oncólogos, cardiólogos y hematólogos hizo un llamamiento al gobierno italiano, advirtiendo: “Desde hace algunas semanas, estamos observando el fenómeno del empeoramiento del caos en nuestros sistemas de emergencia. Los servicios de urgencias se encuentran en una situación de pesadilla y las salas de los hospitales están ‘bajo asedio.’” El llamamiento continúa: “Está claro que la afirmación hecha a finales de julio de que la pandemia de COVID ha 'terminado numéricamente' no es cierta. El virus nunca desapareció”.

En Portugal, el ministro de Sanidad, Manuel Pizarro, también admitió públicamente su preocupación por el aumento de los ingresos en las unidades de cuidados intensivos como consecuencia de infecciones respiratorias. 'El virus está causando enfermedades muy graves', explicó. A principios de enero, había largos tiempos de espera de más de 10 horas en los hospitales de todo el país.

La nueva ola masiva de coronavirus es el resultado directo de la despiadada política pandémica de todos los gobiernos europeos. Están anteponiendo los beneficios a la vida y la salud de la población y hace tiempo que cancelaron todas las medidas para contener la pandemia.

Por lo tanto, la necesaria lucha contra la pandemia debe venir desde abajo y estar vinculada a la lucha contra el capitalismo y la reorganización de la sociedad sobre una base socialista. La única manera de detener la pandemia es 'a través de una estrategia de eliminación coordinada a nivel mundial, en la que toda la población mundial actúe en solidaridad y con la determinación colectiva de hacer cumplir un programa amplio de salud pública ', escribe el W orld Socialist Web Site en su perspectiva de Año Nuevo.

Y además: “Después de cuatro años de pandemia, está muy claro que tal estrategia global nunca será llevada a cabo dentro del capitalismo mundial, que subordina todo el gasto en salud pública al afán de lucro insaciable y enloquecido de una oligarquía financiera. La idea misma de que una enfermedad debe ser eliminada o erradicada, un concepto fundamental de la salud pública ha sido abandonada. Solo a través de la revolución socialista mundial será posible poner fin a la pandemia y detener el descenso hacia la barbarie capitalista y la Tercera Guerra Mundial”.

(Publicado en inglés el 25 de enero de 2024)