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El Gobierno español PSOE-Sumar realiza una fraudulenta protesta “pro-Gaza” en Madrid

El sábado, el Gobierno español del Partido Socialista (PSOE) y Sumar organizó una protesta fotográfica “propalestina” en Madrid al mismo tiempo que el gobierno israelí hace los preparativos finales para una sangrienta ofensiva sobre Rafah. Alrededor de 1.5 millones de personas están apiñadas allí, en la frontera con Egipto, privadas de alimentos, agua y refugio adecuado.

La protesta de Madrid tuvo un carácter políticamente siniestro. Fue convocada por el PSOE, Sumar, Podemos, el Partido Comunista (PCE) y sus aliados sindicales, Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), bajo el lema ''Libertad para Palestina. No a la impunidad. Fin a la masacre'. Sin embargo, todos los actores involucrados están implicados en el respaldo de Estados Unidos y la Unión Europea al genocidio que el Estado israelí está cometiendo contra Gaza.

El presidente del Gobierno español del PSOE, Pedro Sánchez, la ministra de Economía y vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calvino, y la ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda de Sumar, Yolanda Díaz, en el Parlamento español en Madrid, España, el viernes 29 de septiembre de 2023. [AP Photo/Bernat Armangue]

Un informe reciente mostró que primero el gobierno PSOE-Podemos, que terminó su mandato en noviembre de 2023, y luego el actual Gobierno PSOE-Sumar, continuaron armando a Israel tras el inicio del genocidio. El pasado mes de noviembre, una empresa española exportó casi 1 millón de euros en municiones a Israel. Las exportaciones incluían 'bombas, granadas, torpedos, minas, misiles, cartuchos y demás municiones y proyectiles, y sus partes, incluidas las postas, perdigones y tacos para cartuchos'. Además, según la misma investigación, España ha adquirido 705 millones de euros en productos de la empresa israelí Elbit Systems desde el pasado 7 de octubre.

En cuanto a las burocracias sindicales, no tienen ninguna intención de oponerse al apoyo del Gobierno PSOE-Sumar a Israel. El dirigente de la UGT, Pepe Álvarez, se sumó a las concentraciones de apoyo a Israel realizadas frente a la Embajada israelí convocada por grupos prosionistas y se reunió con el embajador israelí para denunciar los 'atentados de Hamás' del 7 de octubre para disgusto de los afiliados de la UGT. Próximo al gobernante PSOE, la UGT tiene una larga relación con el sindicato corporativista de Israel, la Histadrut (Federación General de Trabajadores de la Tierra de Israel), que es un pilar del régimen de apartheid israelí y que apoya plenamente los ataques contra Gaza.

El mayor sindicato de España, CCOO, vinculado a Sumar, Podemos y el PCE, ha realizado algunas declaraciones pidiendo el fin de la guerra. Sin embargo, se ha negado a llamar a sus afiliados que trabajan en industrias bélicas clave, aeropuertos y puertos españoles para que detengan los envíos de armas a Israel.

La protesta del sábado, aunque aparentemente convocada en defensa de los palestinos, tenía como objetivo desviar el gran enfado por las continuas ventas de armas, el comercio y las relaciones diplomáticas del Gobierno PSOE-Sumar con Israel. Los burócratas sindicales la utilizaron para hacer alardes de ser propalestinos, al mismo tiempo que se negaron a atender el llamamiento de la federación sindical palestina el pasado octubre para tomar medidas sindicales que paralizaran la maquinaria de guerra de Israel y detuvieran el genocidio.

A la protesta del PSOE y Sumar asistieron unas 3.000 personas, según las autoridades autonómicas madrileñas, o 15.000 según el propio Gobierno PSOE-Sumar. Entre ellos había seis ministros, entre ellos el ministro de Transportes, Óscar Puente, el primer alto cargo del PSOE en asistir a una manifestación de este tipo. Por parte de Sumar participaron su líder y vicepresidenta, Yolanda Díaz, y los otros ministros de Sumar: Sira Rego, Ernest Urtasun, Pablo Bustinduy y Mónica García. También acudió la líder de Podemos y exministra de Derechos Sociales, Ione Belarra.

El periódico online pro-Sumar Eldiario.es informó: “A pesar de la amplia convocatoria, el número de manifestantes ha sido inferior al de otras protestas en favor de la causa palestina.” Al final de la manifestación, Público informó, “tan sólo un centenar de personas se ha reunido para escuchar la lectura del manifiesto por parte de los actores Pepe Viyuela y Natalia Dicenta”.

La baja asistencia a la protesta del sábado pasado no refleja una disminución de la oposición al genocidio en Gaza que ha costado la vida a más de 35.000 palestinos, ha dejado más de 60.000 heridos y ha desplazado a 2 millones de personas.

De hecho, el 20 de enero, una protesta propalestina en Madrid reunió a 50.000 personas, mientras que decenas de miles más marcharon en Barcelona, Valencia, Sevilla y Granada. El sábado siguiente, más de 20.000 personas se manifestaron en Madrid, convocadas de nuevo por organizaciones propalestinas, en su mayoría de la sociedad civil, de Madrid y de toda España. Estos fueron parte de una ola global de indignación contra el ataque genocida de Israel contra Gaza, que ha llevado a millones de personas a las calles. Nueva York, Londres, París, Berlín, Estambul, Estocolmo, Bagdad, Yakarta y Kuala Lumpur fueron escenario de manifestaciones de decenas o cientos de miles de personas.

PSOE, Sumar, Podemos y las burocracias sindicales no tenían intención de organizar una manifestación de este tipo. A pesar de que tienen acceso directo a los medios de comunicación burgueses, departamentos enteros de relaciones públicas y a un gran número de seguidores en las redes sociales, apenas hicieron publicidad del evento. Incluso se negaron a movilizar a sus propios miembros y delegados sindicales. El PSOE dice tener 172.000 afiliados, mientras que Sumar afirma 70.000, Podemos 18.000, CCOO más de un millón con más de 100.000 delegados sindicales y UGT 983.521 y 92.000 delegados.

El manifiesto que convocaba a la manifestación dejaba claro que se trataba de un acto de propaganda gubernamental. Mientras se niega a afirmar que el régimen israelí está llevando a cabo un genocidio en Gaza, pide el reconocimiento del Estado de Palestina y un alto el fuego inmediato, llamamientos que Netanyahu simplemente ignorará. Estas son las dos principales reivindicaciones que el Gobierno PSOE-Sumar ha hecho a través de su diplomacia internacional.

Sobre todo, la baja participación reveló el abismo de clase que separa a millones de trabajadores horrorizados por el ataque israelí contra la indefensa Gaza, y el Gobierno PSOE-Sumar y sus aliados sindicales, que fingen simpatía por los palestinos, pero continúan armando al estado sionista.

La manifestación no contó con el apoyo de las organizaciones propalestinas que han organizado protestas anteriores. Esto se debió a que no abogó por ninguna medida contra el régimen ultraderechista de Netanyahu, como la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel, el cese inmediato de la venta e importación de armas, la imposición de sanciones económicas o el apoyo a la denuncia de Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia. Según una reciente encuesta de YouGov, el 78% de la población española estaría de acuerdo con un embargo total de armas.

Sin embargo, algunos trabajadores y jóvenes acudieron a la protesta para corear consignas contra el Gobierno del PSOE y Sumar. Un grupo de mujeres palestinas gritaba a través de un pequeño megáfono: “Ya queremos ver, que Pedro Sánchez cierra la Embajada de Israel” y, “Nosotras sí tenemos otro plan, el nazi Netanyahu al Tribunal Penal”. Los manifestantes portaban pancartas en las que se leía: 'Israel, estado genocida' y 'Boicot a Israel ya'.

Mientras se leía el manifiesto de la manifestación al final, Público admitió que: “un grupo de palestinos y musulmanes se ha organizado en otro círculo para corear gritos a favor de la Intifada, y a acusar a quienes leían el texto oficial de la convocatoria de ser representantes del Gobierno, lo que ha devenido en algún enfrenamiento aislado salpicado de acusaciones de colaboracionismo y traición”.

Los políticos socialdemócratas y pseudoizquierdistas intervinieron para cubrirse las espaldas. El PSOE marchó detrás de su consigna “Stop a la muerte de civiles. ¡Paz ya!” rechazando llamar genocidio a la guerra. Estuvo liderado por el ministro de Transportes, Óscar Puente, que ha permitido que los puertos y aeropuertos españoles se utilicen para transportar armas y mercancías a Israel.

Yolanda Díaz, de Sumar, dijo: “Hay que frenar inmediatamente la compraventa de armas a Israel e implantar sanciones justas. No hay relativismo con los derechos humanos”. Pero en realidad, Díaz está sentado como ministra en un gobierno capitalista que está vendiendo armas a Israel para el genocidio.

Por su parte, la líder de Podemos, Belarra, ha pedido al Gobierno PSOE-Sumar que ponga fin a la venta de armas a Israel para no seguir siendo 'cómplice' del 'genocidio' del pueblo palestino. Insistió en que, si el gobierno “no detiene inmediatamente la compra, la venta y el transporte de munición y de armamento estará siendo cómplice de ese genocidio.” En realidad, sin embargo, este gobierno ya se ha hecho cómplice del genocidio con sus ventas de armas a Israel durante meses.

Belarra, hay que añadir, estaba encubriendo su propia complicidad. En los 45 días transcurridos desde el levantamiento palestino del 7 de octubre hasta que Podemos dejó el gobierno, se sentó en el gobierno mientras Madrid intercambiaba millones de euros en armas con Israel.

Detener el genocidio de Gaza requiere movilizar a los trabajadores en toda Europa e internacionalmente contra todos estos partidos pseudoizquierdistas en bancarrota orientados al estado capitalista y a la diplomacia imperialista. Las luchas de la clase obrera deben forjarse en una lucha internacional unida contra el genocidio, la guerra imperialista y el capitalismo, y por el socialismo. Esto requiere construir una vanguardia trotskista revolucionaria, secciones del Comité Internacional de la Cuarta Internacional, en una lucha contra partidos pseudoizquierdistas como Sumar y Podemos.

(Publicado originalmente en ingles el de 21 febrero de 2024)

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