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Suecia se une a la OTAN en medio de la escalada de la guerra liderada por Estados Unidos contra Rusia

Suecia se unió el jueves a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), convirtiéndose oficialmente en su miembro número 32. La integración de Estocolmo a la alianza militar completa el cerco de la frontera occidental de Rusia con estados hostiles y convierte efectivamente el Mar Báltico en un lago dominado por la OTAN. 

El secretario de Estado, Antony Blinken, a la derecha, posa para una fotografía con el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, sosteniendo los instrumentos de adhesión de Suecia a la OTAN en la sala Benjamin Franklin del Departamento de Estado, el jueves 7 de marzo de 2024, en Washington. [AP Photo/Jess Rapfogel]

La adhesión el año pasado de Finlandia, que comparte una frontera de 1.000 kilómetros con Rusia, y ahora de Suecia a la OTAN fue impulsada agresivamente por las potencias imperialistas, sobre todo Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania. Aprovecharon la invasión rusa de Ucrania incitada por Estados Unidos para abrir un frente norte contra Moscú, que se considera fundamental en la guerra imperialista para subordinar a Rusia al estatus de semicolonia y saquear sus recursos naturales. 

Subrayando el papel de liderazgo de Washington en la expansión de la OTAN, el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, no voló a la sede de la OTAN en Bruselas, sino a Washington DC para depositar el instrumento oficial de adhesión de Suecia y participar en una ceremonia de adhesión. Durante el discurso sobre el estado de la Unión el jueves por la noche, el presidente Joe Biden señaló a Kristersson en el público, pidiéndole que se pusiera de pie mientras abogaba por una intensificación del conflicto con Rusia. Un día antes, un bombardero B-1 y otro B-52 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos volaron a baja altura sobre el centro de la capital de Suecia, Estocolmo. Los dos bombarderos son capaces de lanzar una carga útil combinada de 64 bombas nucleares y misiles, suficiente para destruir todos los principales centros de población en el oeste de Rusia. 

Suecia se une a la OTAN en un punto de inflexión en la guerra en Ucrania. A finales de febrero, el presidente francés, Emmanuel Macron, declaró públicamente que la OTAN está considerando enviar tropas terrestres a Ucrania, una medida que resultaría en una guerra directa con Rusia y correría el riesgo de una conflagración nuclear catastrófica. Otros cuatro Estados de la OTAN --Canadá, Lituania, los Países Bajos y, más recientemente, Polonia-- indicaron que estarían listos para enviar fuerzas terrestres. El viernes 1 de marzo, una conversación filtrada entre altos generales alemanes expuso discusiones avanzadas y planes para suministrar a Ucrania armas de largo alcance que podrían atacar varios cientos de kilómetros dentro de territorio ruso. La filtración también reveló que Gran Bretaña ya tiene un 'pequeño número' de tropas sobre el terreno, lo que Londres admitió más tarde. 

Cuando Kristersson partió hacia Washington, comenzaron unas grandes maniobras de la OTAN en el que participaron unos 20.000 soldados terrestres, más de 100 aviones de combate y más de 50 fragatas y submarinos en las regiones árticas de Noruega, Suecia y Finlandia. 'Nordic Response 2024' es una expansión de las viejas maniobras 'Cold Response' organizado por el ejército noruego en un juego de guerra regional hecho posible por la afiliación de Finlandia y Suecia en la OTAN. 'Nordic Response' es un elemento de las maniobras 'Steadfast Defender', de la OTAN, que implican una gran movilización de 90.000 soldados en las regiones nórdicas y bálticas, así como en Alemania y Polonia en los próximos meses.

El USS Gunston Hall se prepara para realizar operaciones en cubierta con una embarcación de asalto rápida sueca clase CB90 durante el "Steadfast Defender" en el Mar de Noruega, el 28 de febrero de 2024. [Photo: US Navy Petty Officer 1st Class Danielle Serocki ]

El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, quien recientemente declaró la necesidad de que Alemania esté lista para librar una guerra con Rusia en un intervalo de cinco a ocho años, se encontraba en el norte de Noruega cuando comenzaron las maniobras. Propuso una presencia militar alemana más fuerte a lo largo de los 198 kilómetros de la frontera ártica de Noruega con Rusia. 'En realidad, está claro que aquí en el Ártico, el mar del norte, los hilos se unen, por así decirlo', dijo, señalando la presencia de un extenso tráfico de carga ruso y submarinos militares. 

Estos acontecimientos dejan claro que el imperialismo estadounidense y sus aliados europeos están decididos a intensificar la guerra con Rusia, un proceso disparado por una crisis cada vez más profunda de las fuerzas armadas ucranianas. Las fuerzas ucranianas se han retirado de Avdiivka. En medio de las enormes bajas sufridas por Ucrania, con algunas estimaciones de hasta 500.000 muertes, el gobierno de Zelensky está teniendo dificultades para encontrar más tropas para luchar contra un avance ruso. 

Sin embargo, lo más fundamental es que la guerra con Rusia surge de las contradicciones irreconciliables del capitalismo en crisis, que están impulsando a las grandes potencias a participar en otro reparto del mundo. Washington y sus aliados europeos consideran esencial la subyugación de Rusia para asegurar el dominio sobre la masa continental euroasiática y prepararse para un conflicto militar con China. 

Durante la ceremonia y la breve conferencia de prensa en Washington, Kristersson describió repetidamente la adhesión de Suecia a la OTAN como 'volver a casa'. Indirectamente, Kristersson aludía al hecho de que durante todo el período de posguerra el pequeño, pero económicamente poderoso país, permaneció formalmente neutral, a pesar de estar estrechamente integrado en el orden económico y geopolítico liderado por Estados Unidos. 

Durante décadas, la clase dominante sueca ha deseado unirse a la OTAN, trabajando en estrecha colaboración con los servicios militares y de inteligencia de Estados Unidos y Europa a pesar de no ser miembro. Sin embargo, la oposición generalizada a la guerra, incluyendo también al imperialismo estadounidense, en la población sueca, lo impidió. En 2014, solo el 28 por ciento de la población sueca estaba a favor de unirse a la OTAN. Pero a principios de 2024, el 63 por ciento de la población aprobaba unirse a la OTAN, según la empresa encuestadora Ipsos. Este cambio se debió en gran medida a una histérica campaña antirrusa adoptada por todos los principales partidos que alcanzó su punto álgido a principios de 2022, cuando Putin ordenó la invasión de Ucrania en respuesta a las provocaciones occidentales. 

En un discurso a la nación desde Washington transmitido el jueves por la noche, Kristersson hizo todo lo posible para aplaudir el consenso de todo el establishment a favor de la afiliación de Suecia en la OTAN, desde los socialdemócratas hasta los fascistas de Demócratas de Suecia. Elogió a su predecesora Magdalena Andersson, quien encabezó un gobierno liderado por socialdemócratas cuando Suecia solicitó formalmente el ingreso en la OTAN en mayo de 2022. El conservador Partido Moderado de Kristersson y los socialdemócratas habían trabajado juntos 'en cada paso' a lo largo del camino, comentó. 

La adhesión de Suecia a la OTAN se produjo casi un año después de la adhesión de Finlandia en abril de 2023. El retraso se debió principalmente a la oposición de Hungría y Turquía, que trataron de obtener concesiones de Estocolmo sobre la repatriación de nacionalistas kurdos, y de Washington sobre el suministro de equipo militar. El presidente de Hungría, Tams Sulyok, firmó el martes el proyecto de ley que aprueba la unión de Suecia a la OTAN. 

Los elogios de Kristersson a Andersson y a la ex primera ministra socialdemócrata de Finlandia, Sanna Marin, como actores clave en la membresía de ambos países en la OTAN, estaban totalmente justificados. Si bien la firma de Kristersson confirmó la afiliación de Suecia en la OTAN, la responsabilidad política de transformar a Suecia en un estado de primera línea en la guerra de las potencias imperialistas contra Rusia recae directamente en los socialdemócratas y el ex estalinista partido La Izquierda. 

Al igual que sus homólogos internacionales, los partidos nominalmente de izquierda en Suecia se han movido bruscamente hacia la derecha en las últimas cuatro décadas. Cuando estuvieron en el poder entre 2014 y 2022, los socialdemócratas, respaldados por los Verdes y el Partido de la Izquierda, iniciaron un fuerte aumento del gasto militar, reintrodujeron el servicio militar, promulgaron recortes presupuestarios y privatizaciones, defendieron las políticas de COVID de 'déjalo correr' y tomaron medidas drásticas contra la inmigración. 

En su discurso a la nación, Kristersson señaló que han pasado 30 años desde que Suecia se unió al programa Asociación para la Paz de la OTAN y 15 años desde que el país obtuvo una representación permanente en la sede de la OTAN en Bruselas. Durante este periodo los gobiernos liderados por los socialdemócratas respaldados por el partido La Izquierda supervisaron el despliegue de tropas suecas en las intervenciones de la OTAN, incluyendo la ocupación neocolonial de Afganistán, y en Bosnia y Kosovo. 

La líder del partido La Izquierda, Nooshi Dadgostar, si bien no votó abiertamente a favor de la OTAN por temor al castigo de sus afiliados, esencialmente expresó su acuerdo en 2022. Dijo que, si Suecia se unía a la OTAN, era importante 'que lo hagamos juntos como un pueblo y una nación. No suelo estar de acuerdo con Carl Bildt [ex primer ministro conservador y defensor de la OTAN], pero en esta cuestión sí. Está el ala izquierda y está el ala derecha, pero el ejército sueco son todos los suecos juntos'. Tales perspectivas promilitaristas y nacionalistas no tienen nada que ver con la izquierda y mucho menos con la política socialista genuina. 

Suecia está aumentando rápidamente su presupuesto militar. Kristersson se jactó durante la ceremonia en Washington de que Suecia ha duplicado su presupuesto de defensa para gastar este año el requisito de la OTAN del 2 por ciento del PIB en defensa. Su gobierno ha anunciado un aumento del presupuesto militar del 64 por ciento entre 2022 y 2028. Kristersson declaró que Suecia ya estaba cumpliendo con el requisito de la OTAN de gastar el 2 por ciento de su PIB en gastos militares. Suecia también ha enviado armas por valor de más de mil millones de dólares a Ucrania y ha sido sede de importantes ejercicios militares. 

Kristersson también señaló que Suecia estaba 'aumentando su número de reclutas' y 'reintroduciendo el servicio civil', al mencionar: 'nos hemos preparado para esta tarea durante bastante tiempo'. Nuevos anuncios para el ejército se han vuelto comunes en las principales ciudades suecas, como Estocolmo y Gotemburgo, en los últimos dos años. 

(Publicado originalmente en inglés el 10 de marzo 2024)

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