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El regreso del fascismo y la guerra en Alemania y la lucha por el socialismo

El siguiente discurso fue pronunciado por Cristopher Vandreier, secretario nacional del Sozialistische Gleichheitspartei (Alemania)., ante el Acto Internacional en Línea del Día Internacional de los Trabajadores de 2024, llevado a cabo el sábado 4 de mayo.

Acto Internacional en Línea del Día Internacional de los Trabajadores de 2024. Active los subtítulos en la configuración del video.

Estoy honrado de poder intervenir en este Primero de Mayo y traer los saludos revolucionarios del Partido Socialista por la Igualdad en Alemania.

Este Primero de Mayo es de suma importancia y urgencia. Nos oponemos al rápido desarrollo de la guerra y al nacionalismo venenoso con la perspectiva de la unidad internacional de la clase obrera y la revolución socialista mundial. Esto es fundamental para nuestra campaña electoral presidencial en EE.UU. y también aquí, en Alemania, para nuestra campaña en las elecciones europeas.

Nos oponemos al creciente peligro de una guerra mundial nuclear. No aceptamos que 80 años después de la guerra de exterminio nazi y el Holocausto, los tanques alemanes vuelvan a ser enviados contra Rusia y que en Gaza la clase dominante alemana retome los métodos del genocidio.

Por un amplio margen, Alemania es ahora el segundo mayor proveedor de armas a Ucrania y sigue intensificando la guerra contra Rusia. Al hacerlo, la clase dominante continúa sin fisuras su vieja política de guerra mundial.

[Photo: Bundeswehr]

No cabe la menor duda que la asesina guerra por delegación en Ucrania es sólo el preludio de una guerra total contra Rusia, que no se libra por la paz y la libertad sino por materias primas.

El ministro de Defensa del SPD, Pistorius, anunció en enero que en los próximos cinco años Alemania debe prepararse para una confrontación con la potencia nuclear de Rusia.

Con tal de poner en práctica este loco plan toda la sociedad debe ser militarizada. El ministro de Economía del Partido Verde, Habeck, en la tradición de los nazis se ha nombrado a sí mismo “ministro de la Industria Armamentística” y el ministro de Educación del FDP, Stark-Watzinger, quiere clases de guerra en las escuelas y soldados los recintos escolares.

El grado de crueldad que la clase dominante alemana está dispuesta a emplear se demuestra en su apoyo al terrible genocidio en Gaza. Apoya sin reservas el bombardeo de hombres, mujeres y niños y la inanición de toda la población civil a manos del régimen de extrema derecha de Netanyahu. No se trata de proteger vidas judías, sino, como en Ucrania de intereses imperialistas puros.

Es el colmo del cinismo cuando el Gobierno alemán justifica su nueva política de gran potencia y su apoyo a un genocidio diciendo que lucha contra el antisemitismo.

No son los millones de trabajadores y jóvenes que se solidarizan con los palestinos oprimidos, sino más bien la clase dirigente la que está volviendo a sus tradiciones nazis, enviando tanques alemanes a luchar contra Rusia declarando el genocidio la razón de ser del Estado y armando al ejército alemán a un nivel nunca visto desde Hitler.

La factura de esta locura se pasará a los trabajadores. Para financiar este horrendo rearme el gasto en salud, educación y vivienda se está reduciendo drásticamente. Sólo el presupuesto sanitario se redujo en dos tercios en media pandemia. En estrecha colaboración con los sindicatos los salarios reales en el sector público y los servicios estatales de ferrocarriles y correos se han reducido hasta en un 25 por ciento para disponer de miles de millones más para armamento.

Trabajadores de servicios postales se manifiestan en Berlín, 6 de febrero, 2023

Al mismo tiempo, la orgía de enriquecimiento en la cúspide de la sociedad no cesa. Los regalos multimillonarios a empresas y ricos aumentaron la riqueza total de los cinco alemanes más ricos en tres cuartas partes desde 2020 de 89.000 a 155.000 millones de dólares. Al mismo tiempo, en Alemania en la actualidad, más de 14 millones de personas viven en la pobreza.

Contra estas políticas de guerra y devastación social hay una resistencia creciente. Los trabajadores de Alemania saben lo que significan la guerra y el fascismo, y tanto el genocidio en Gaza como los preparativos para la guerra contra Rusia son rechazadas por la gran mayoría. La coalición actual es el Gobierno más odiado en la historia de la República Federal. El partido del canciller, el SPD, está por debajo del 15 por ciento en las encuestas y el FDP se acerca al límite del 5% de representación.

Pero el Gobierno no reacciona mediante concesiones a la opinión pública. En cambio, sube el volumen de su propaganda atronadora y adopta métodos dictatoriales. Tanto en política exterior como interior están volviendo a sus tradiciones fascistas. El Gobierno alemán comparte la responsabilidad de la detención de Bogdan Syrotiuk cooperando en Ucrania con bandas nazis y adoradores de Bandera para perseguir sus intereses imperialistas.

Las imágenes de las brutales operaciones policiales contra el Congreso Palestino en Berlín y contra el encampe de protesta frente al Parlamento muestran las verdaderas relaciones de clase en Alemania. Los judíos izquierdistas que se oponen a la guerra son maltratados y detenidos por la policía alemana todo en nombre de la lucha contra el antisemitismo. El objetivo es silenciar a cualquiera que se oponga al militarismo.

La policía arresta a Uni Raz, representante de Voz Judía en el Congreso por Palestina [Photo: @AliAbunimah]

El partido fascista AfD se construyó deliberadamente para esto. No es una aberración en un organismo por lo demás sano, sino el peor síntoma de un sistema completamente enfermo. Todos los demás partidos capitalistas han cortejado al AfD e implementado su programa y llevan tiempo preparándose para integrarlo en el Gobierno.

Este es particularmente el caso de los partidos nominales de izquierda. Los antiguos pacifistas de Los Verdes se han convertido en los belicistas más agresivos. El partido oficialista del SPD está poniendo en práctica el militarismo con sangre fría tecnocrática. Y partido La Izquierda también ha respaldado el genocidio en Gaza y la guerra contra Rusia. La escisión nacionalista de Sahra Wagenknecht no tiene objeciones al rearme sino que sólo quiere proseguir el militarismo alemán independientemente de EE.UU.

Esto demuestra sobre todo una cosa: no se puede evitar una Tercera Guerra Mundial ni proteger los derechos democráticos y las conquistas sociales apelando al partido de la unidad capitalista. Los intereses de la gran mayoría ya no pueden conciliarse con el afán de lucro ni los deseos imperialistas de la burguesía. Para acabar con la guerra y la desigualdad las masas deben intervenir de forma independiente en la política, derribar el poder de los bancos y las empresas y ponerlos bajo control democrático.

Rosa Luxemburgo se pronuncia en una concentración del Congreso de la Segunda Internacional en Stuttgart, 1907

Como subrayó Rosa Luxemburgo en vísperas de la Primera Guerra Mundial, la clase obrera debe “sacar la conclusión de que sólo se puede combatir el imperialismo, la guerra, el robo de países, el saqueo de naciones, la ilegalidad y la política violenta luchando contra el capitalismo, contraponiendo la revolución social al genocidio político mundial”.

Por eso nuestra campaña electoral tiene una importancia decisiva. Nos oponemos a la propaganda de guerra y a las medidas de Estado policial y luchamos por elevar la conciencia de la clase obrera al nivel de sus tareas históricas. Este Primero de Mayo Internacional es un paso muy importante para lograrlo.

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