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El canciller alemán Scholz se une al presidente fascista argentino Milei

El Partido Socialdemócrata (SPD) y el gobierno alemán no están luchando contra la extrema derecha, sino que la están fortaleciendo—en Alemania e internacionalmente. Esto se subrayó con la reunión entre el canciller Olaf Scholz y el presidente fascista de Argentina, Javier Milei, en Berlín el domingo.

El canciller alemán Olaf Scholz, a la derecha, da la bienvenida al presidente argentino Javier Milei para una reunión en la cancillería en Berlín, Alemania, el domingo 23 de junio de 2024. [AP Photo/Markus Schreiber]

Milei es un fascista que defiende abiertamente la sangrienta dictadura militar que gobernó Argentina de 1976 a 1983. Durante la campaña electoral, apareció regularmente con una motosierra y amenazó con cortar todos los gastos sociales y reprimir cualquier oposición a ello.

Esto es exactamente lo que está ocurriendo ahora. Mientras Scholz desplegaba la alfombra roja para Milei frente a la Cancillería, las fuerzas de seguridad argentinas estaban reprimiendo brutalmente las protestas en Argentina para imponer los dictados de los bancos contra la creciente resistencia de la clase trabajadora.

El gobierno de Scholz no es muy diferente. Estudiantes, académicos, aquellos que trabajan en cultura y trabajadores que protestan contra el genocidio de Israel en Gaza y el retorno del militarismo alemán están siendo censurados y reprimidos violentamente.

Al igual que el fascista Milei, el gobierno de Scholz también está librando una guerra contra el marxismo. La Oficina de Protección de la Constitución (como se llama al servicio secreto de Alemania) primero calificó al Sozialistische Gleichheitspartei (Partido Socialista por la Igualdad, SGP) como “anticonstitucional,” calificándolo de “extremista de izquierda”. Ahora, también ha incluido a la organización juvenil del SGP, el JEIIS (Jóvenes y Estudiantes Internacionales por la Igualdad Social), en su informe, en la tradición de las leyes antisocialistas de Bismarck.

La recepción de Milei en Berlín es en todos los sentidos una advertencia para los trabajadores y jóvenes: el gobierno alemán continuará intensificando su agenda militarista y antiobrera, apoyándose en las fuerzas más derechistas.

Antes de la reunión con Scholz, la Sociedad Hayek, de orientación neoliberal, entregó una medalla a Milei. Entre los unos 200 participantes que aplaudieron estaban el expresidente de la Oficina de Protección de la Constitución de extrema derecha, Hans-Georg Maassen, y la parlamentaria de la extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), Beatrix von Storch.

Milei y Scholz también coinciden en política exterior. Ambos están entre los más agresivos partidarios del genocidio israelí contra los palestinos y de la guerra de la OTAN contra Rusia en Ucrania.

Uno de los pocos jefes de gobierno que recibió a Milei antes que Scholz fue el primer ministro israelí de extrema derecha y perpetrador de genocidio Benjamin Netanyahu. El presidente ucraniano y dictador Volodymyr Zelensky ya había rendido homenaje a Milei en su inauguración el pasado diciembre.

Además de la escalada de la guerra contra Rusia y en Oriente Medio, Scholz y los partidos de su gobierno de coalición esperan que la relación con Milei también abra nuevos mercados de ventas y fuentes de energía y materias primas para el imperialismo alemán en América Latina.

Se “acordó” que las negociaciones sobre el acuerdo de libre comercio entre la UE y los estados latinoamericanos del MERCOSUR “deben concluirse rápidamente,” anunció el portavoz del gobierno, Steffen Hebestreit, después de la reunión entre Scholz y Milei. Los medios de comunicación son aún más claros sobre lo que está en juego: “Argentina tiene muchas materias primas, como el litio, que necesita la industria alemana,” explicó la emisora Deutschlandfunk en una noticia.

La solidaridad de Scholz con Milei confirma lo que el World Socialist Web Site escribió el fin de semana sobre la lucha contra el auge de las fuerzas fascistas, que está siendo promovido por toda la clase dominante:

La lucha contra la AfD requiere el rechazo incondicional del SPD, los Verdes, el Partido de la Izquierda, el BSW y los sindicatos aliados con ellos, que ellos mismos abogan por un programa de extrema derecha y suprimen la lucha de clases. Requiere el desarrollo de un movimiento independiente de la clase trabajadora y la juventud que combine la resistencia a la guerra, el fascismo y la desigualdad social con la lucha contra su causa, el capitalismo.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 24 de junio de 2024)

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