El presidente Recep Tayyip Erdoğan criticó al Consejo de Seguridad de la ONU y a sus aliados de la OTAN después de que las fuerzas israelíes que invadían Líbano atacaran a la Fuerza Provisional de la ONU en el Líbano (UNIFIL, sigla en inglés).
“La imagen de la ONU, que ni siquiera puede proteger a su propio personal, es una fuente de vergüenza y preocupación para el sistema internacional”, dijo Erdoğan en X el lunes, añadiendo: “¿Pueden creerlo? Los tanques israelíes penetran en la zona de la UNIFIL, atacan a los soldados de mantenimiento de la paz, incluso hiriendo a algunos de ellos, pero el Consejo de Seguridad de la ONU decide simplemente observar toda esta criminalidad desde sus gradas. A esto se le llama impotencia, la rendición ante la agresión israelí”.
A pesar de la crítica retórica de Erdoğan hacia Israel y las potencias imperialistas detrás de él, nuevos datos surgidos en las últimas semanas muestran que el comercio de Turquía con Israel, que oficialmente declaró haber cortado, continúa indirectamente. Esta situación no solo revela la hipocresía del gobierno de Erdoğan, sino también la dependencia y complicidad de la burguesía turca con el imperialismo.
A pesar de la amplia oposición social, el gobierno de Erdoğan había continuado obstinadamente comerciando con Israel hasta el pasado mayo. Sin embargo, tras su derrota en las elecciones locales del 31 de marzo, el gobierno, al darse cuenta de que había perdido su legitimidad social, declaró que había cortado oficialmente el comercio con Israel e incrementó sus críticas hacia Israel y sus aliados imperialistas.
Según los datos de comercio exterior de agosto de 2024, publicados por el Instituto Estadístico Turco (TurkStat) a finales del mes pasado, el comercio con Israel parece haber cesado en mayo, tal como anunció el gobierno. Sin embargo, el dramático aumento del comercio con Palestina en el mismo período refuerza las afirmaciones de que el comercio con Israel continúa indirectamente.
Según los datos de TurkStat, el comercio con Palestina, en medio del genocidio y la destrucción, se incrementó más de diez veces en julio y agosto. Entre los artículos con el mayor aumento están las exportaciones de acero, vitales para las industrias de armas y defensa de Israel. En agosto, las exportaciones de acero a Palestina aumentaron un 119.695 por ciento, de $17.000 a $20,5 millones.
Según el sitio web de noticias israelí ynet, las empresas palestinas están siendo utilizadas como frentes para realizar el comercio. Según el informe: “Sin embargo, hasta ahora, a pesar del embargo turco sobre la exportación de bienes a Israel, las exportaciones a la Autoridad Palestina han continuado, gran parte de las cuales ha llegado a la economía israelí de manera indirecta. El método funcionaba de la siguiente manera: Las mercancías salían de Turquía por barco, por así decirlo, con un conocimiento de embarque dirigido a la AP. A bordo de los barcos, todos los conocimientos de embarque dirigidos a los comerciantes en el territorio de la AP eran sustituidos por conocimientos de embarque dirigidos a una organización comercial en Israel… Como resultado, las importaciones desde Turquía no llegaban al territorio de la AP sino que iban directamente a los puertos israelíes de Ashdod y Haifa”.
El periodista Metin Cihan, quien ha estado informando sobre el continuo comercio del gobierno de Erdoğan con Israel desde el inicio del genocidio en Gaza, confirmó esto con su declaración el 6 de octubre. Citando datos del sitio web de Marine Traffic, declaró que 88 barcos entraron en puertos israelíes el mes pasado.
Cihan reveló que la compañía naviera del hijo de Erdoğan, Burak Erdoğan, había enviado carga desde Israel durante el bombardeo de Gaza. Esto fue negado sin convicción por el gobierno de Erdoğan. El lunes, Cihan publicó en X un nuevo documento que había recibido sobre el tema, escribiendo:
“Se aceptó el comercio de Manta Denizcilik con Israel, pero se afirmó que no había conexión entre Manta Denizcilik y MB Denizcilik, la compañía de Burak Erdoğan. No mucha gente lo compró, pero creo que el documento que acabo de recibir acabará con el debate de una vez por todas”.
Según Cihan, los barcos pertenecientes a ZIM, una de las mayores compañías navieras israelíes, han podido continuar sus operaciones en Turquía sin interrupción mientras enfrentan protestas en todo el mundo. En su video, Cihan dijo que los puertos en Estambul, Izmir, Kocaeli, Bursa y Mersin están prestando servicios a los barcos de ZIM.
No solo a través del comercio indirecto es que Ankara está alimentando la maquinaria de guerra de Israel, que ha arrasado Gaza, se ha extendido al Líbano y está avanzando con Estados Unidos hacia un ataque a gran escala contra Irán. Las bases de la OTAN y EE.UU. en Turquía continúan apoyando a Israel, y Turquía sigue mediando las vitales exportaciones de petróleo de Azerbaiyán hacia Israel.
Por otro lado, Erdoğan también ha expresado su preocupación por la expansión de la guerra en el Medio Oriente, que teme podría socavar los intereses de la burguesía turca. A principios de este mes, Erdoğan advirtió sobre una guerra entre Israel y Turquía, diciendo que el régimen sionista israelí “pondrá su mirada en nuestra patria después de Palestina y Líbano”. El pasado julio, dijo que Turquía podría intervenir militarmente contra Israel.
Las políticas hipócritas hacia Palestina y el Medio Oriente y la complicidad del gobierno de Erdoğan son básicamente una expresión de la dependencia de la burguesía turca del imperialismo. La burguesía turca tiene una larga historia de apoyo a las guerras de EE.UU. y la OTAN en el Medio Oriente. Ahora, la guerra que EE.UU. está intensificando con Israel para dominar completamente el Medio Oriente tiene el riesgo de arrastrar a Turquía a ella.
Como uno de los principales partidarios de la guerra de proxy de EE.UU. en Siria, que tenía como objetivo derrocar al régimen de Assad, Turquía contribuyó a la dinámica que llevó a la creación de un estado kurdo en su frontera sur.
El gobierno de Erdoğan hoy considera que una guerra a gran escala entre EE.UU. e Israel contra Irán podría crear problemas mayores y critica a sus aliados imperialistas por el riesgo de extender la guerra.
Sin embargo, la burguesía turca estructuralmente carece de la capacidad de oponerse al imperialismo y la guerra. Como explicó León Trotsky en su teoría de la Revolución Permanente, en la era del imperialismo, en países con desarrollo capitalista tardío, la burguesía es incapaz de cumplir tareas como la independencia del imperialismo y el establecimiento de un régimen democrático. Más que al imperialismo, teme que un movimiento revolucionario de la clase trabajadora contra el imperialismo amenace su propio poder.
Como explicó el World Socialist Web Site en una declaración en el primer aniversario del genocidio en Gaza, el enfoque de presionar a las potencias imperialistas para adoptar políticas más humanitarias está en quiebra y se requiere una nueva estrategia para el movimiento contra la guerra: “La lucha contra el genocidio en Gaza y la guerra con Irán solo puede desarrollarse como una lucha contra el imperialismo, que Lenin llamó ‘la etapa más alta del capitalismo’”.
Para los trabajadores de Turquía y el Medio Oriente, esto significa luchar tanto contra el imperialismo estadounidense de la OTAN como contra el sionismo y sus propios regímenes burgueses reaccionarios basados en un programa socialista internacional.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 15 de octubre de 2024)