Dos semanas después de que Israel comenzara su operación de limpieza étnica en el norte de Gaza, destinada a desplazar violentamente a los 400.000 palestinos que permanecen allí, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) obligaron a la población del campo de refugiados de Jabalia a salir a punta de pistola el lunes en medio de masacres diarias y hambruna deliberada.

Estas escenas tuvieron lugar cuando el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, el representante del país que dirige, arma, financia y supervisa el genocidio, viajó a Israel para revisar la carnicería en persona.

Las FDI publicaron el lunes imágenes tomadas con un dron en las que se ve a cientos de personas saliendo de los escombros del campo, mientras las tropas israelíes les apuntaban con armas.

“Las FDI permiten que los civiles evacuen de forma segura la zona a través de rutas organizadas”, se jactó el portavoz de las FDI, Avichay Adraee, al compartir el vídeo de la operación de limpieza étnica en una publicación en X. En realidad, informó Reuters, decenas de miles de hombres fueron detenidos mientras que las mujeres y los niños fueron obligados a desplazarse hacia el sur a punta de pistola.

“Nos enfrentamos a la muerte por bombas, por sed y por hambre”, dijo a Reuters Raed, un residente del campamento de Jabalia. “Jabalia está siendo aniquilada y no hay testigos del crimen; el mundo está cegando sus ojos”.

Las fuerzas israelíes han matado a 650 palestinos en el norte de Gaza desde el inicio del asalto hace 17 días, incluidos 41 el lunes. “El genocidio se está desarrollando en el norte de Gaza en su forma más clara, a plena vista del mundo”, dijo la Autoridad Palestina en un comunicado el domingo.

En una de sus declaraciones más contundentes hasta el momento, la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en los Territorios Palestinos Ocupados informó que las órdenes de las Fuerzas de Defensa de Israel están “provocando desplazamientos forzados” y “pueden estar causando la destrucción de la población palestina en la provincia más septentrional de Gaza a causa de la muerte y el desplazamiento”. La declaración añadió: “Esto es particularmente así en los alrededores de Jabalia, Beit Lahiya y Beit Hanoun”.

La declaración de la ONU dice que “durante dos semanas desde el 6 de octubre, el ejército israelí ha tomado medidas que hacen imposible la vida en el norte de Gaza para los palestinos, al tiempo que ordena repetidamente el desplazamiento de toda la provincia”, y añadió: “Las autoridades israelíes han impedido la entrada de todos los suministros esenciales al norte de Gaza”.

Señaló además que “si bien el ejército israelí ha exigido que todos los civiles abandonen el norte de Gaza, ha seguido bombardeando y atacando implacablemente la zona, especialmente en el campamento de Jabalia y sus alrededores”.

La declaración de la ONU señaló que “los hombres palestinos están siendo detenidos por las FDI, lo que hace temer que puedan ser sometidos a detenciones arbitrarias y torturas”.

Philippe Lazzarini, Comisionado General de la UNRWA, dijo: “Las autoridades israelíes siguen negando misiones humanitarias para llegar al norte con suministros críticos, incluidos medicamentos y alimentos para las personas asediadas”. Agregó que “los refugios restantes están tan abarrotados que algunas personas desplazadas ahora se ven obligadas a vivir en los baños”.

Lazzarini acusó a Israel de “negar y utilizar como arma la asistencia humanitaria para lograr fines militares”. Agregó: “Las personas que intentan huir están siendo asesinadas y sus cuerpos abandonados en la calle”.

Hussam Abu Safiya, director del Hospital Kamal Adwan, dijo que el ejército israelí había sitiado completamente el hospital y había ordenado a su personal que se fuera. “Las unidades de sangre del hospital se han agotado por completo”, dijo en un comunicado el lunes. “Estamos implementando un método de tratamiento prioritario para los pacientes. Esta es la realidad”.

Una enfermera que trabaja cerca del Hospital Indonesio en el norte de Gaza dijo a Reuters: “El ejército está quemando las escuelas cercanas al hospital y nadie puede entrar ni salir del hospital”.

Según el recuento oficial de muertos, las tropas y las bombas israelíes han matado al menos a 42.500 palestinos, y hay otros 10.000 sin contabilizar. Una vez que se tengan en cuenta los efectos de la inflación imposición deliberada de hambre y la propagación de enfermedades contagiosas por parte de Israel, la cifra real de muertos podría superar los 186.000, informó The Lancet en julio, lo que significa que la cifra real de muertos podría ser ahora de cientos de miles.

La implementación de la hambruna total y la limpieza étnica completa del norte de Gaza, conocida como el “plan de los generales”, acuñado por Giora Eiland, exjefe del Consejo de Seguridad Nacional de Israel, se produce en un momento en que Estados Unidos está profundizando su participación directa en el genocidio.

La llegada del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, a Israel el lunes marca su undécimo viaje a la región desde que Israel inició su guerra de aniquilación contra el pueblo palestino en Gaza el pasado mes de octubre. Su llegada coincidió con el despliegue final de 100 tropas de combate estadounidenses en Israel, que manejan una batería de defensa antimisiles avanzada que se utilizará para apoyar un inminente ataque estadounidense-israelí contra Irán. “Ese sistema está en marcha”, dijo el lunes a los periodistas el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin.

Mientras las tropas terrestres israelíes continuaban su operación de limpieza étnica en el norte de Gaza, los aviones israelíes arrasaron edificios de apartamentos y otras infraestructuras civiles en todo el Líbano. El Ministerio de Salud del Líbano dijo que 24 personas resultaron heridas y cuatro personas murieron el lunes después de 13 ataques israelíes en todo Beirut el lunes.

El Hospital General del Sahel fue evacuado en medio del pánico después de que Israel afirmara que había un búnker de Hezbolá debajo del hospital, repitiendo las afirmaciones hechas antes de la destrucción del Hospital Shifa en Gaza en medio de informes de ejecuciones sumarias masivas de civiles.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 22 de octubre de 2024)