El Gobierno español del Partido Socialista y su socio pseudoizquierdista Sumar, escisión de Podemos anterior socio de gobierno del PSOE, anunció que va a conceder a la fascista Giorgia Meloni una de las máximas condecoraciones del Estado español, la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica. La concesión de dicha condecoración fue aprobada por el consejo de ministros donde se sientan cinco ministros de Sumar.
El partido de Meloni, Hermanos de Italia, obtuvo el mayor número de votos en las elecciones de septiembre de 2022. Ahora encabeza un gobierno de coalición de derecha formado por tres partidos, que incluye a Forza Italia, el partido fundado por el difunto multimillonario Silvio Berlusconi como su instrumento personal, y la Liga, encabezada por Matteo Salvini, un defensor de la máxima represión contra los inmigrantes y los huelguistas.
Miembros de Forza Italia también serán galardonados con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica. Esto incluye a la subsecretaria de asuntos exteriores María Tripodi, y el vicepresidente y ministro de Asuntos Exteriores Antonio Tajani, que fue portavoz del gobierno de Silvio Berlusconi durante los años 90 del siglo pasado.
Los Hermanos de Italia de Meloni fueron fundados por antiguos partidarios de los diversos partidos que surgieron del partido fascista de Mussolini. Se formó en medio de la derrota y ocupación de Italia por parte de Estados Unidos y Gran Bretaña en la Segunda Guerra Mundial, cuando Mussolini se alió con Hitler. La política ultraderechista de Meloni es casi indistinguible de la de Marine Le Pen en Francia o la del presidente entrante de Estados Unidos, Donald Trump.
La Cruz de la Orden de Isabel la Católica reconoce el mérito civil extraordinario a las personas que contribuyen a las relaciones amistosas con España, es decir, con la clase capitalista española. De hecho, la concesión de esta Orden a este fascista refleja el fuerte alineamiento entre las políticas reaccionarias implementadas por el gobierno de Meloni y las implementadas por el actual gobierno del PSOE-Sumar, y su antecesor, el gobierno PSOE-Podemos.
Durante su mandato, Meloni ha liderado las políticas antiinmigración de Europa a través de una estrategia de pagar a los gobiernos de Túnez y Libia para que actúen como una violenta policía fronteriza, utilizando la tortura, el asesinato y otros abusos para evitar que los migrantes desesperados lleguen a Europa. Esto se complementa con la criminalización de las ONG que participan en misiones de rescate en el Mediterráneo, imponiendo todo tipo de obstáculos para impedirles salvar las embarcaciones que transportan migrantes. Para Meloni, es preferible que se ahoguen en el mar antes que llegar a Italia.
El PSOE y sus aliados pseudoizquierdistas han sido los grandes valedores de esta política criminal y asesina. En el año 2022 el ministro de exteriores del gobierno PSOE-Podemos defendió ante la OTAN que se reconociera “que también hay serias amenazas procedentes del flanco sur”, entre las que estaría la emigración que definieron como “amenaza híbrida”. Esto abrió la puerta a justificar la brutal represión contra los emigrantes que ejecuta Meloni y también a futuras intervenciones en África de cara a saquear sus recursos.
Ambos gobiernos coinciden también en llevar adelante aumentos récords en su gasto militar en línea con las directrices de la OTAN en medio de su guerra con Ucrania y su apoyo a Israel en su ofensiva en Oriente Medio y su genocidio en Gaza. A su vez este aumento se sustenta en recortes sociales y en aumentar la explotación de los trabajadores con subidas salariales mínimas muy por debajo de la inflación.
La colaboración del gobierno español con la extrema derecha europea se ha convertido en algo rutinario. En noviembre, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, acordó con Meloni y el líder de la extrema derecha húngara Viktor Orbán que sus candidatos fascistas, Raffaele Fitto y Olivér Várhelyi, fueran nombrados para la Comisión Europea.
Además de con Pedro Sánchez, Meloni mantiene una gran relación con los líderes socialdemócratas europeos Con el alemán Scholz se reúne de forma habitual y ambos acordaron en septiembre “fortalecer las políticas relativas a asociaciones con los países de origen y tránsito de migrantes” así como en “devoluciones o lucha contra los traficantes de personas,” y en la promoción de “la migración legal”. O dicho en otras palabras Scholz le dio el visto bueno a la represión y asesinato de migrantes practicado por Meloni y prometió aplicarlo como modelo.
En la misma línea Starmer calificó de “fantástica” su reunión en septiembre con Meloni donde destacó su papel en la lucha contra los inmigrantes y refugiados en nombre de la Unión Europea y su compromiso con la participación de la OTAN en la guerra de Ucrania
Da igual el color del gobierno, toda la política oficial gira hacia la derecha, Pedro Sánchez, Starmer y Scholz son ejemplo de ello. Los dirigentes europeos solo le pusieron en su momento una condición a la extrema derecha: que apoyará la guerra de la OTAN contra Rusia. Una vez superado ese trámite no solo han aceptado a los fascistas, sino que progresivamente están adoptando su programa.
Pero tampoco la pseudoizquierda está mostrando ninguna oposición ni a los fascistas ni a llevar adelante sus políticas. Tras aprobar la condecoración con el PSOE desde Sumar se ha mantenido un vergonzoso silencio. Ni sus líderes, ni sus ministros ni nadie de Sumar o de las formaciones que engloba han tenido el mínimo de decencia de realizar alguna declaración para intentar explicar lo sucedido.
Durante años todos ellos, primero dentro de Podemos y ahora con Sumar han estado aplicando medidas similares a las que defiende Meloni. Su silencio no es más que otra demostración del carácter derechista, imperialista y antiobrero de Sumar y sus dirigentes, y también de su cobardía política.
Igualmente, sus excompañeros de Podemos, que no está ahora en el gobierno, pero si lo apoyan desde fuera, son además unos cínicos y unos hipócritas. Su coportavoz Isa Serra declaraba:
“Ayer Sánchez anunciaba que por los 50 años de la muerte de Franco el Gobierno realizará más de cien actos de memoria. Hoy ese Gobierno condecora a la fascista Meloni. Sería mejor que dedicase todo el dinero público que se va a gastar en esos actos para su imagen de antifascista, en proteger a los migrantes que Meloni deja morir en el mar”.
Por su parte su cara pública más conocida, eurodiputada y antigua ministra, Irene Montero, declaraba: “El PSOE condecora a una fascista con la que ya gobierna en Europa después de haber votado a favor de los candidatos de Meloni y Orban”.
Ambas olvidan interesadamente que en junio de 2022, cuando Podemos estaba en el gobierno y Montero era ministra, más de 100 migrantes fueron asesinados en la valla que separa la ciudad española de Melilla de Marruecos, atrapados entre las policías española y marroquí que les atacaron por todos los flancos utilizando armas antidisturbios, incluidos gases lacrimógenos.
Dos días después, en una rueda de prensa del Gobierno, Irene Montero, acordó cobardemente con el PSOE guardar silencio sobre la matanza. Preguntada cinco veces por los periodistas sobre la postura de Podemos sobre la masacre, permaneció completamente muda. Posteriormente Podemos se negó a pedir una comisión de investigación o a solicitar ni tan siquiera la desaprobación de algún ministro.
De esta forma Podemos daba el visto bueno a aquella matanza, algo que anteriormente solo podría pasar dentro de regímenes de extrema derecha. Pero apoyar esas actuaciones fascistas tenía un significado estratégico más profundo: ese hecho fue utilizado por el entonces gobierno PSOE-Podemos para conseguir, como se indicó anteriormente, que la cumbre de la OTAN, realizada dos semanas más tarde, considerara a la emigración como una “amenaza híbrida”. De esta manera Podemos también colaboraba en validar los métodos criminales de gobiernos como el de Meloni.
La condecoración de Meloni vuelve a poner de manifiesto cómo PSOE, Podemos y Sumar se han desplazado hacia posiciones reaccionarias, implementando políticas prácticamente indistinguibles de las de la extrema derecha. No luchan contra el fascismo; allanan el camino para ello. La verdadera izquierda antifascista está representada por el WSWS y el Comité Internacional de la Cuarta Internacional, con su programa para construir un movimiento obrero internacional que defienda los derechos democráticos a través de la lucha por el socialismo.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 18 de diciembre de 2024)