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Importante think tank estadounidense resalta la importancia de los minerales críticos

En su panfleto El imperialismo, escrito en 1916 para analizar la Primera Guerra Mundial y explicar por qué solo una revolución socialista podía acabar con la barbarie capitalista, Lenin, el líder de la Revolución Rusa de Octubre de 1917, subrayó la importancia de la adquisición de materias primas como una de las fuerzas que impulsaban a las “grandes potencias” imperialistas a la guerra.

“A medida que el capitalismo se desarrolla”, escribió, “se siente con mayor fuerza la escasez de materias primas, se intensifica la competencia y la cacería por las fuentes de materias primas en todo el mundo, y la lucha por la adquisición de colonias se vuelve más desesperada”.

En tiempos de Lenin, esta lucha se centraba en los yacimientos petrolíferos, el mineral de hierro y otros recursos similares. Con el desarrollo de la tecnología informática y ahora la inteligencia artificial (IA), las materias primas cruciales para la fabricación de semiconductores, baterías y sistemas de comunicación se han convertido en el centro de una lucha mundial por la adquisición de estos recursos. Se ha vuelto una cuestión existencial para Estados Unidos.

El análisis de Lenin sobre las fuerzas materiales objetivas que conducen a la guerra, enraizado en la dominación de la producción capitalista por gigantes monopolios —a menudo propiedad de sectores clave del capital financiero— ha sido frecuentemente despreciado como simplista, anticuado, un ejemplo de “marxismo vulgar” y demás.

Pero el conflicto entre Estados Unidos y la Unión Europea sobre cómo repartirse los despojos de la guerra en Ucrania ha demostrado una vez más que las guerras imperialistas no se libran por la “democracia” o la “autodeterminación”, la “protección” de los pequeños países o la “paz”, sino por el saqueo.

Minerales críticos y el futuro de la economía estadounidense [Photo: CSIS]

La cuestión crucial de los recursos minerales es el tema de un reciente análisis del Center for Strategic and International Studies (CSIS), un importante think tank del imperialismo estadounidense.

El informe comienza subrayando la importancia de los minerales:

“La minería es la base que ha permitido a Estados Unidos ser una potencia militar, proporcionando los minerales necesarios para fabricar tanques, misiles, aviones de combate y buques de guerra”.

Pero, como en todo lo demás en el mundo actual, estas armas ahora requieren sistemas informatizados y, cada vez más, inteligencia artificial para operar, lo que exige acceso a minerales que en el pasado tenían una importancia limitada.

El CSIS no tardó en señalar el problema central: “Hoy en día, Estados Unidos depende en un 100 por ciento de importaciones para 12 de los 50 minerales que el Servicio Geológico de EE.UU. (USGS) ha identificado como críticos, y depende en más del 50 por ciento para otros 29. China es el principal productor de 29 de estos minerales críticos”.

“China”, continuó el informe, “tiene un control asfixiante sobre el procesamiento de minerales, refinando entre el 40 y el 90 por ciento del suministro mundial de elementos raros, grafito, litio, cobalto y cobre”.

Como todas las demás publicaciones “convencionales”, el New York Times ha trabajado para ocultar las fuerzas impulsoras esenciales de las guerras estadounidenses y ha participado activamente en encubrir sus verdaderas motivaciones, como ocurrió en la guerra de 2003 contra Irak cuando fue el principal impulsor de la Gran Mentira de que Irak poseía armas de destrucción masiva.

Pero incluso el Times se ha visto obligado a reconocer el papel de los recursos minerales como motor de la política exterior estadounidense, citando una declaración de Trump en el inicio de un reciente artículo que hace referencia al análisis del CSIS: “Quiero seguridad en el acceso a las tierras raras”.

“El presidente ha hablado de adquirir minerales en Groenlandia y Canadá”, continúa el artículo, y señala que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo a un grupo de empresarios que el interés de Trump en los minerales de Canadá significaba que las amenazas de anexión eran “reales”.

El artículo afirma que la apropiación de riqueza mineral en el extranjero es un objetivo central de la política exterior de Trump y “un impulso detrás de sus declaraciones más imperialistas desde que asumió el cargo. Sus instintos recuerdan a los de los imperios caídos, cuando la extracción de recursos motivaba a los gobernantes a expandir sus territorios”.

La comparación de Estados Unidos con los imperios caídos del pasado no es errónea. Su ascenso al dominio dentro del sistema capitalista-imperialista se basó en su poder industrial. Hoy en día, Estados Unidos es el epicentro de una especulación sin precedentes y ha sufrido tres crisis financieras graves en los últimos 16 años: la de 2008, la crisis de marzo de 2020 al inicio de la pandemia y la quiebra de tres importantes bancos estadounidenses en marzo de 2023.

El alcance de los problemas que enfrenta el imperialismo estadounidense en su intento de dominar el suministro mundial de minerales y recursos críticos están documentados a lo largo del informe del CSIS.

El informe señala que los semiconductores son fundamentales para prácticamente todos los aspectos de la vida moderna y requieren pequeñas pero esenciales cantidades de galio, germanio, paladio, silicio, arsénico y titanio, entre otros elementos.

“La producción de estos recursos está mayormente concentrada en adversarios extranjeros, lo que expone un grave riesgo para la seguridad nacional. El USGS ha estimado que apenas una disrupción del 30 por ciento en el suministro de galio podría causar una caída de 602.000 millones de dólares en la producción económica de EE.UU., lo que equivale a una pérdida del 2,1 por ciento del producto interno bruto”.

El problema que enfrenta Estados Unidos no es solo la ubicación de los minerales raros, metales críticos y esenciales como el cobre. Extraerlos es solo el inicio de un proceso complejo, ya que deben ser refinados. Y aquí entra en juego la existencia de una infraestructura industrial para procesarlos.

Como señala el informe, las industrias cruciales estadounidenses dependen de cadenas de suministro que están “fuertemente concentradas en adversarios extranjeros”.

“A lo largo de décadas y con la asistencia de políticas industriales dirigidas por el Estado y miles de millones de dólares en subsidios, China ha logrado dominar el sector manufacturero de las tecnologías punta de las que depende la economía moderna. El riesgo que esto supone para la seguridad nacional y económica de EE.UU. es insostenible”.

Claramente, si es insostenible, debe ser eliminado por cualquier medio que el imperialismo estadounidense considere necesario.

El informe observa que la Ley CHIPS de la administración Biden, que proporcionó enormes subsidios a las empresas que fabrican en EE.UU., “no priorizó el acceso a minerales críticos” y, como resultado, el enfoque de la ley en esta área fue “secundario”.

El procesamiento es una de las cuestiones clave. El informe señala que, si bien China solo produce el 10 por ciento del litio, cobalto, níquel y cobre del mundo, importa “cantidades suficientes para procesar entre el 65 y el 90 por ciento del suministro global de estos metales”.

El informe afirma que EE.UU. tendrá que desarrollar un enfoque de “zanahorias y garrotes” para impulsar “actividades de mercado alineadas con los intereses del gobierno estadounidense”.

El mundo ya ha sido testigo de lo que esto significa. En cuanto a Ucrania y las demandas de la administración Trump, fue como, incluso según el Times, un “esquema de extorsión de un capo mafioso”.

Pero las “ofertas” al estilo de la mafia son solo el comienzo. El máximo “garrote” para forzar la alineación con Estados Unidos es el poder militar, el cual ocupará un lugar cada vez más prominente.

(Artículo originalmente publicado en inglés el 2 de marzo de 2025)