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Saludos del CICI al Congreso del PSI (EE.UU.) 2022

Nueva época revolucionaria abre puertas para la construcción del CICI en Brasil

Estas declaraciones fueron pronunciadas por Tomas Castanheira en el Séptimo Congreso Nacional del Partido Socialista por la Igualdad (EEUU), realizado del 31 de julio al 5 de agosto de 2022.

Castanheira es un miembro líder del Grupo Socialista por la Igualdad en Brasil, que se solidariza políticamente con el Comité Internacional de la Cuarta Internacional.

Lea el informe completo sobre el Congreso y las resoluciones adoptadas en él .

Es con gran honor que me dirijo a este Congreso en nombre del Grupo Socialista por la Igualdad en Brasil.

En sus comentarios al Tercer Congreso Nacional del Partido Socialista por la Igualdad (PSI, Sri Lanka), el camarada David North enfatizó sus similitudes con el Congreso del Partido Bolchevique de abril de 1917, en el que Lenin luchó para orientar al partido para llevar a la clase obrera a la asunción del poder político.

Este contenido político se expresó en el documento “ ¡Por un Congreso Democrático y Socialista de Trabajadores y Masas Rurales en Sri Lanka! ”, el último que fue escrito bajo la dirección directa del camarada Wije Dias. A partir de las lecciones fundamentales de la Revolución de Octubre y de la larga lucha del trotskismo contra las traiciones del estalinismo y el pablismo, éste plantea el desafío fundamental a la clase obrera de superar la etapa espontánea de su insurrección construyendo sus órganos de poder —los soviets— y su dirección revolucionaria consciente: el CICI.

Los problemas abordados por el PSI en Sri Lanka, sin embargo, no son circunspectos a su realidad nacional. La crisis revolucionaria que se desarrolla en la isla es, de hecho, una manifestación aguda del carácter de la nueva época revolucionaria que el CICI ha reconocido claramente y en la que está destinado a jugar el papel principal.

En esta etapa crítica de crisis del sistema capitalista global, el 7° Congreso del PSI estadounidense, resultará ser un hito. Desde el epicentro de la crisis mundial, desde donde la burguesía imperialista está lanzando la guerra mundial y la reacción internacional, el partido trotskista está lanzando un poderoso llamado a movilizar a la clase obrera estadounidense como parte de una convulsión internacional contra el capitalismo.

Las resoluciones que se discuten aquí son de enorme importancia. Proporcionan análisis y perspectivas sintéticos pero profundos de las principales cuestiones de la guerra, la pandemia, la lucha de clases en desarrollo y la crisis política. La revolución socialista mundial surge como resultado necesario de cada uno de estos aspectos de la realidad actual.

Como este Congreso se dedica a discutir la importancia del factor subjetivo en el desarrollo de las condiciones revolucionarias objetivas, debe reconocer en la capacidad de los cuadros para producir, asimilar y luchar por estas ideas un desarrollo crítico en sí mismo.

El desafío planteado por la Escuela de Verano de 2019 –de que el partido eleve su nivel teórico para enfrentar los desafíos políticos cada vez más intensos– se está cumpliendo notablemente. Como dijo entonces el camarada North, requería la “interacción de un intenso compromiso con los desarrollos contemporáneos y la identificación y el análisis crítico de los procesos históricos que constituyen el contenido esencial del ‘presente’”.

Debo señalar que el análisis elaborado por el CICI de la interacción entre los factores biológicos, sociológicos y políticos en el desarrollo de la pandemia de COVID-19 representa la única comprensión verdaderamente científica de esta crisis y un gran logro en el campo del materialismo dialéctico.

La campaña de Will Lehman al UAW demuestra inequívocamente que estas ganancias teóricas pertenecen a la clase trabajadora. Prueba, además, que un obrero fabril ganado a la perspectiva del trotskismo es capaz, como diríamos en portugués, de 'provocar estrago' —es decir, de dar un golpe masivo— en el aparato de policía industrial cultivado por la burguesía más poderosa del mundo. Los demócratas creen que pueden ganar una guerra en dos frentes contra Rusia y China, pero acaban de perder una batalla crítica contra el Partido Socialista por la Igualdad en su guerra interna.

La característica más importante de esta campaña es que apunta no solo a la destrucción de la burocracia dentro de los EE.UU., sino también a la construcción de la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base.

Este programa encuentra una enorme resonancia en la clase trabajadora brasileña. El Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos del ABC, por ejemplo, de donde surgió Lula, el títere de la burguesía brasileña, es una organización criminal con conexiones directas con el UAW, responsable de supervisar la destrucción de decenas de miles de empleos y el cierre de varias plantas en años recientes.

El desarrollo explosivo del movimiento obrero en Brasil y en toda América Latina desde la crisis de la ola nacionalista burguesa de la Marea Rosa —resultado desastroso de las políticas contrarrevolucionarias de los pablistas— está abriendo inmensas posibilidades para la construcción del CICI.

La profunda colaboración en la que hemos estado comprometidos con los camaradas internacionales en los últimos años nos ha permitido elaborar fuertes perspectivas políticas en respuesta a los principales acontecimientos de la creciente crisis política en Brasil.

En este proceso, hemos avanzado en nuestra relación con las capas más progresistas de científicos para luchar contra las políticas bárbaras en respuesta a la pandemia; presentamos la única verdadera oposición a las políticas reaccionarias procapitalistas de los sindicatos apoyadas unánimemente por la pseudoizquierda; entramos en contacto con una vanguardia de trabajadores que iniciaron huelgas salvajes y se opusieron a las maniobras burocráticas de sus sindicatos para sabotear sus huelgas; y accedimos a elementos más profundos de la clase obrera, ignorados por los sindicatos y por cualquier otra organización política. Y debo decir que estamos recibiendo un número creciente de contactos de todo el país.

Somos la única organización que se opone al giro a la derecha del sistema político en Brasil con una orientación verdaderamente marxista. Me gustaría llamar su atención sobre algunas diferencias críticas en nuestra respuesta a la crisis política nacional en relación con todos los sectores de la pseudoizquierda.

Como se señaló críticamente en una discusión reciente, el colapso de las formas democráticas de gobierno es un fenómeno internacional derivado de la crisis mortal del capitalismo global. Ahora se reconoce unánimemente en la prensa que Jair Bolsonaro, con la ayuda de los militares, ha puesto en marcha una versión calcada del golpe de Trump del 6 de enero en Brasil.

La actitud de la pseudoizquierda hacia el golpe de Trump –esto es, descartarlo como si ni siquiera fuera un golpe real, como un evento sin significado histórico– sirve como base para descartar las amenazas dictatoriales en Brasil. La fuerza del imperialismo estadounidense y su compromiso con la democracia internacional es en su opinión, de hecho, el factor fundamental que impide un golpe aquí. ¡Qué tontos! ¡Qué criminales!

No es una coincidencia que estas fuerzas sean los más firmes partidarios de la guerra de la OTAN contra Rusia.

Para que quede claro, nuestra posición no es que una conspiración militar de extrema derecha tenga éxito, sino que la clase trabajadora es la fuerza que debe detenerla. Ni la cobarde burguesía, ni los generales, ni los imperialistas.

Camaradas, el CICI está claramente destinado a dirigir a la clase obrera en Brasil y en América Latina. Pero tenemos una lucha fundamental que librar por el esclarecimiento político de la clase obrera contra todas las formas de desviaciones políticas que se han sembrado sistemáticamente en esta región del mundo.

Ya se ha señalado en este congreso la importancia de los avances políticos en Sri Lanka para el desarrollo del CICI en su conjunto. La lucha histórica de nuestros camaradas en Sri Lanka por el programa de la Revolución Permanente, particularmente contra el maoísmo, el castrismo y todas las formas de nacionalismo burgués, es una inspiración fundamental para nuestros esfuerzos por construir una sección en Brasil. Pero esto solo fue posible en Sri Lanka —como lo es para América Latina— porque esta perspectiva considera el carácter revolucionario de la clase obrera en los países imperialistas, particularmente de la clase obrera estadounidense. El ataque contra esta perspectiva fue una de las traiciones más viciosas cometidas por el pablismo.

Si bien sería un crimen proponer que el proletariado en los países atrasados espere a la clase obrera en los países imperialistas antes de que ésta tome el poder, no podemos desarrollar una perspectiva revolucionaria en tales países sin la colaboración fundamental de la clase obrera internacional para derrocar — y no aislarse del— imperialismo.

Camaradas, me gustaría terminar mis comentarios saludando nuevamente al Congreso y diciendo que su lucha para construir el SEP [PSI] en los Estados Unidos será vista por la clase trabajadora internacional como un paso crítico hacia su propia emancipación.

(Publicado originalmente en inglés el 29 de agosto de 2022)

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