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“Tenemos derecho a expresar nuestra opinión y a hacer huelga”

60.000 trabajadores de la educación desafían ley contra huelgas draconiana del gobierno de Ford con paro provincial

Más de 60.000 conserjes, asistentes educativos, educadores de educación temprana, bibliotecarios, trabajadores de mantenimiento y administradores abandonaron el trabajo el viernes por todo Ontario, la provincia más poblada de Canadá. La huelga es una muestra de desafío masivo por la gente obrera contra una ley contra huelgas draconiana impuesta por el gobierno derechista dura de los Conservadores Progresistas el jueves con el objetivo de hacer cumplir los recortes salariales y otras concesiones a la plantilla abrumadoramente mal remunerada.

Parte de la manifestación de CUPE en Queen’s Park, Toronto, 4 de noviembre

Los 55.000 trabajadores de apoyo educativo, que son miembros del Sindicato Canadiense de Empleados Públicos (CUPE, por sus siglas en inglés), han estado sin contrato desde el 31 de agosto. Están exigiendo aumentos salariales para compensar más de una década de recortes salariales y la inflación rampante, que oficialmente está al nivel de 7 por ciento, pero en realidad es mucho más alta para las necesidades básicas. Alrededor de 8.000 trabajadores de apoyo educativo, miembros del Sindicato de Empleados de Servicio Público de Ontario (OPSEU), forzaron que la dirección de su sindicato los apoyase en unirse a la huelga en solidaridad con sus hermanos y hermanas.

El primer ministro de Ontario Doug Ford quiere imponer un “aumento” salarial insultante de 2,5 por ciento para un contrato de cuatro años para los trabajadores que ganen menos de $43.000, y 1,5 por ciento para los demás. La ley contra huelgas ilegítima de Ford incluye multas de hasta $4.000 por día para cada trabajador que la desafía, que el CUPE ha prometido pagar, y una penalización de $500.000 por día para los sindicatos. La legislación por esto pudiera costar el CUPE $220 millones cada día que los 55.000 trabajadores desafían el recorte salarial general del gobierno, algo que destruiría sus activos generales dentro de un día y medio.

Los trabajadores en huelga se congregaron para protestar fuera de la legislatura provincial en Queen’s Park y en las oficinas locales del partido de Conservadores Progresistas por toda la provincia.

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“Hemos demostrado que no vamos a obedecer a Ford, y estamos demostrando que nos comprometemos de verdad”, dijo Jeremy, un trabajador de mantenimiento en huelga en Windsor. “Necesitamos que todas las personas posibles se unan a nuestra huelga hasta que el gobierno nos escuche”.

Otro trabajador de mantenimiento en el piquete de Windsor dijo, “Si nos pueden hacer esto, harán lo mismo a los docentes. ¿Dónde se acaba? Intentan quitarnos el derecho a negociar por un salario para que podamos cuidar de nuestra familia. Tenemos mucho apoyo. Y todo chorrea. Lo que nos hacen también afectará el sector privado. ¿Dónde se acaba?”

June, una asistente educacional, añadió, “Tenemos el derecho de alzar la voz y el derecho de hacer huelga”.

Varios trabajadores también hablaron sobre las condiciones laborales terribles que enfrentan, que se han empeorado a causa de un éxodo de personal durante la pandemia y las condiciones peligrosas en escuelas creadas por la política de “ganancias antes de la vida” de la élite gobernante que dejó que el coronavirus mortal transmitiera desenfrenadamente durante más de dos años.

Trabajadores de mantenimiento Jeremy, Dalton, y Spencer

“Ni siquiera pueden contratar a nuevas personas para hacer este trabajo. Se me rompe la espalda para hacer esto, porque simplemente no hay el personal suficiente”, comentó Brian, un cuidador de Toronto, que describió despertarse a las 3:00 de la mañana para limpiar su escuela. Otro trabajador en la protesta de Queen’s Park añadió, “Me contrataron como un instructor de natación pero ahora tengo que servir el almuerzo y controlar a los alumnos en las aulas. Y el salario no sirve”.

“Mis facturas han subido pero mi salario no”, dijo Steve, un ingeniero de operación en Toronto. “Cualquier aumento que he recibido, 1 por ciento (por año) a lo largo de los años, ha sido eclipsado por el aumento de facturas y el coste de la vida. Por eso quiero un salario más alto por lo que hago”.

A causa de un ciclo interminable de contratos entreguistas impuestos por el gobierno liberal o progresista-conservador con la ayuda de la burocracia de los sindicatos de docentes, el personal de apoyo ha visto un declive real de sus salarios de más de 10 por ciento desde 2012. Si el gobierno de Ford tiene éxito en forzar que se apruebe su “acuerdo colectivo”, la remuneración para los trabajadores de apoyo educacional podría bajar casi 20 por ciento durante los cuatro años que vienen, al basarse en la suposición conservadora de que la inflación oficial no supere su nivel actual de 7 por ciento.

La lucha por trabajadores de la educación en Ontario es una parte de un resurgimiento de huelgas y protestas obreras por todo Canadá, los Estados Unidos y el mundo. Los trabajadores ferroviarios y de correos en Gran Bretaña, los trabajadores en refinerías petroleras en Francia y los trabajadores de la construcción en Ontario han hecho huelga durante los meses recientes contra las condiciones laborales agotadoras y el impacto desastroso del aumento del coste de la vida mientras se estancan los salarios. La élite gobernante en cada país ha respondido con la represión estatal salvaje, para que quede claro que están determinados a que la gente obrera pague por la crisis capitalista y la guerra de EE.UU. y la OTAN contra Rusia en Ucrania. En los Estados Unidos, donde más de 120.000 trabajadores ferroviarios estaban listos para abandonar el trabajo el 16 de septiembre para desafiar la jornada inhumana y las condiciones peligrosas, la administración de Biden y los sindicatos ferroviarios han colaborado para hacer cumplir un verdadero interdicto contra la huelga que permanece hasta la fecha.

La ley contra huelgas del gobierno de Ford inicialmente se dirige contra los trabajadores de apoyo educacional, pero es un ataque contra la clase obrera en su totalidad. El primer ministro Ford está intentando establecer un referente para la imposición de una reducción salarial masiva en el sector privado y público y construir un precedente para quitar a los obreros su derecho democrático a hacer huelga y negociar colectivamente. El giro por Ford hacia las formas de gobernanza autoritarias fue subrayado por su invocación de la “cláusula de no obstante” para aprobar la prohibición de huelgas. Esta disposición reaccionaria en la constitución canadiense permite que el gobierno apruebe leyes que pisotean los derechos democráticos básicos que supuestamente se garantizan en la Carta de Derechos y Libertades, mientras al gobierno le protege de cualquier desafío legal en las cortes.

Inmediatamente después de la aprobación de la ley contra huelgas, conocida como el Proyecto 28, en la legislatura el jueves, el ministro de educación Stephen Lecce anunció que el gobierno ha presentado una queja con el Consejo de Relaciones Laborales de Ontario (OLRB) para que la huelga por los trabajadores educacionales se declare “ilegal”. Éste es el primer paso que el gobierno debe tomar para imponer sus multas draconianas contra los trabajadores. La queja exige que el OLRB mande que el CUPE “cese y desista de exigir, autorizar o amenazar a exigir o autorizar una huelga ilegal”. También se dirige contra el presidente del CUPE en Ontario Fred Hahn y Laura Walton, la directora de la unidad de negociación del Consejo de Junta Escolar de Sindicatos de Ontario (OSBCU), para urgir que “cesen y desistan de aconsejar, obtener, apoyar, autorizar, amenazar o animar una huelga ilegal”.

La estrategia inútil avanzada por la dirección de los sindicatos ha instado el comportamiento provocativo del gobierno de Ford. Aunque Ford y Lecce han abandonado cualquier pretensión de que estén negociando de “buena fe” por forzar que se apruebe su prohibición de huelgas, el CUPE y el OSBCU han seguido insistiendo que su objetivo es volver a la “mesa de negociaciones”. Walton incluso reanudó las conversaciones con el gobierno y un mediador esta semana después del retraso de la ley draconiana de Ford y, según se reporta, ofreció unas concesiones importantes sobre la exigencia original modesta del sindicato por un aumento salarial de 11,7 por ciento al año. Pero Lecce se rehusó a considerar cualquier trato a menos que el CUPE cancelara la huelga del viernes, un paso que la burocracia sindical reconoció que era imposible de llevar a cabo sin provocar una explosión social.

El CUPE y el OSBCU se negaron a llamar el abandono de ayer una huelga, y en vez se refirieron a él como una “protesta política”. No se estableció ningún piquete en las escuelas, mientras en vez alentaron a los huelguísticos a congregarse en Queen’s Park o fuera de las oficinas del Partido Tory. Esta estrategia inútil, junto con sus peticiones de que los trabajadores escribieran correos electrónicos a Ford y sus ministros para suplicarles que reiniciaran las negociaciones, tiene el efecto de aislar a los trabajadores de mantenimiento, los educadores de educación temprana, los asistentes educacionales y el personal administrativo de su aliado más poderoso: la clase obrera.

Sobre los cuatro sindicatos de docentes en Ontario, sus directores esencialmente han organizado una operación masiva de esquiroles por negarse a dejar que sus 200.000 miembros abandonen el trabajo con el apoyo de sus colegas de apoyo, aunque sus contratos expiraron el mismo día hace más de dos meses. Los sindicatos de docentes son los próximos en la cola para negociaciones con el gobierno de Ford, que ya ha dejado claro que usará el contrato que pretende imponer por decreto en el personal de apoyo como un modelo para el de los docentes.

La oposición está fomentándose contra la división por los sindicatos de trabajadores de educación según la profesión y sus esfuerzos para mantener al personal de apoyo aislado de sus aliados en la clase obrera. Aunque el CUPE y el OSBCU originalmente pretendieron limitar la huelga del viernes a una “protesta” de un día, el apoyo abrumador por el abandono entre los miembros de los sindicatos y el público más generalmente ha obligado al CUPE a declarar que continuarán la huelga hasta que Ford retire el Proyecto 28, una afirmación que los obreros deben tratar con el escepticismo extremo. Unas juntas escolares han enviado memorándums a los padres para informarles que las clases estarán en línea el lunes y posiblemente el martes.

En una reunión bien asistida del Comité de Base de Trabajadores de la Educaciona de Ontario (CBTEO) realizada el jueves por la tarde, varios docentes expresaron su ira sobre el rechazo por los cuatro sindicatos de docentes a dejar que abandonen con sus colegas. El CBTEO, que fue establecido en agosto por unos trabajadores de educación para quitar el mando de su lucha contractual de las manos de los burócratas sindicales y permitir que los trabajadores de la base decidan democráticamente cómo llevar adelante su lucha contra Ford, adoptó la resolución siguiente en su reunión:

Esta reunión de los trabajadores de base de la educación de Ontario y sus partidarios declara:

  1. No aceptaremos la imposición por parte del gobierno de Ford, a través de una legislación ilegítima y draconiana, de contratos que contengan recortes salariales masivos y otras concesiones.
  2. Exigimos que la OSBCU y la CUPE pongan fin a todas las negociaciones con Ford y Lecce. No queda nada que negociar con ellos después de que hayan destrozado el sistema de negociación colectiva, sólo nuestras condiciones de rendición.
  3. Nos comprometemos a construir un movimiento de masas unificado de trabajadores de apoyo a la educación, profesores y simpatizantes en toda la clase obrera para organizar un desafío masivo a la prohibición de huelga de Ford, luchar por un contrato con aumentos salariales y de beneficios que rompan la inflación, y asegurar decenas de miles de millones en inversiones para la educación pública. Lucharemos por construir una red de comités de base en las escuelas y centros de trabajo para llevar a cabo esta lucha.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 4 de noviembre de 2022)

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