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El gobierno de Zelensky amplía la censura de los medios de comunicación

En medio de la intensificación de su guerra con Rusia respaldada por la OTAN, el gobierno del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky ha aprobado un proyecto de ley que otorga al Consejo Nacional de Radiodifusión de Ucrania amplios y arbitrarios poderes de censura sobre casi todos los medios de comunicación del país.

El proyecto de ley de 279 páginas, que ha existido en diversas formas desde que Zelensky ordenó por primera vez su creación en 2019, permite esencialmente al Consejo Nacional de Radiodifusión censurar la televisión, la prensa escrita y el periodismo en línea, así como las redes sociales y los motores de búsqueda como Google. Los sitios de noticias que no se 'registren como medios de comunicación' oficialmente ante el gobierno derechista ucraniano pueden ser cerrados sin una decisión judicial.

Además, el propio Consejo Nacional de Radiodifusión se llenará de personas designadas por Zelensky y el Parlamento ucraniano, dominado actualmente por el partido Siervo del Pueblo del presidente.

Aunque el proyecto de ley se aprobó con el pretexto de la 'reforma de los medios de comunicación' para cumplir las normas de 'libertad de prensa' de la UE, la ley viola las libertades democráticas más básicas.

Tanto la Federación Europea de Periodistas como el Comité para la Protección de los Periodistas se han opuesto a la medida, y en septiembre el propio Sindicato Nacional de Periodistas de Ucrania calificó la ley 'como la mayor amenaza a la libertad de prensa en la historia independiente (de Ucrania)'.

Anteriormente, en julio, la Federación Europea de Periodistas denunció la ley, escribiendo que 'propone otorgar poderes reguladores arbitrarios y desproporcionados al regulador nacional, el Consejo Nacional de Radiodifusión, que tendría autoridad no sólo sobre los medios audiovisuales, sino también sobre los medios impresos y digitales'.

'La regulación coercitiva prevista por el proyecto de ley y en manos de un regulador totalmente controlado por el Gobierno es digno de los peores regímenes autoritarios. Debe ser retirado. Un Estado que aplique tales disposiciones sencillamente no tiene cabida en la Unión Europea', declaró entonces Ricardo Gutiérrez, secretario general de la federación.

Aunque estas organizaciones expresan su consternación por el flagrante intento de Zelensky de controlar los medios de comunicación ucranianos, en realidad, la censura y el ataque a los derechos democráticos forman parte del régimen de Kiev desde hace mucho tiempo. Solo se han intensificado a medida que el Estado ucraniano ha avanzado hacia la guerra con Rusia, respaldado por la OTAN.

Tras llegar al poder en 2019 debido en gran medida a la desilusión generalizada con las políticas xenófobas y militaristas del expresidente Petro Poroshenko, Zelensky giró bruscamente hacia la derecha persiguiendo a opositores políticos y simpatizantes de Rusia y aumentando las tensiones con Moscú.

En febrero de 2021, cuando sus índices de aprobación descendían, Zelensky tomó la medida sin precedentes de cerrar tres canales de televisión populares afiliados a la oposición —12, Newsone y ZIK— por motivos de 'seguridad nacional'.

Ese mismo mes, su gobierno impuso sanciones a Viktor Medvedchuk, líder del partido prorruso Oposición por la Vida, el segundo mayor partido político del Parlamento ucraniano en aquel momento. Medvedchuk fue acusado posteriormente de malversación de fondos y 'alta traición' y puesto bajo arresto domicialiar. En aquel momento, la medida fue una clara señal a Moscú de que el gobierno de Zelensky no tenía interés en una solución negociada a la guerra civil en curso en el este de Ucrania, en la que habían muerto más de 14.000 personas. Zelensky y sus partidarios de la administración de Biden, que aplaudieron públicamente su represión de la oposición política prorrusa nacional, consideraron también la detención como una escalada provocadora en el camino hacia la guerra.

En agosto de 2021, en vísperas de su cumbre infame 'Plataforma de Crimea', el gobierno de Zelensky prohibió por decreto el sitio web de la oposición popular strana.ua. El sitio era uno de los pocos medios de comunicación importantes de Ucrania que informaba sobre las violentas hazañas de los diversos grupos nacionalistas militantes de extrema derecha del país y sobre la corrupción en el seno del gobierno ucraniano.

Hipócritamente, la Plataforma de Crimea denunció a Rusia por limitar supuestamente las 'libertades fundamentales' en Crimea, 'como el derecho de reunión pacífica, los derechos a las libertades de expresión y opinión, religión o creencia, asociación, las restricciones a la capacidad de buscar, recibir y difundir información, así como las injerencias e intimidaciones a las que se enfrentan en su trabajo periodistas, defensores de los derechos humanos y abogados defensores'.

Tras la invasión rusa del país en febrero de 2022, el gobierno de Zelensky redobló la opresión política y la censura prohibiendo once partidos políticos 'colaboracionistas', prohibiendo la importación de libros rusos, cancelando la enseñanza en ruso y consolidando toda la información televisiva y radiofónica del país en un único programa aprobado por el gobierno.

Estas políticas reaccionarias han sido respaldadas por el ministro de Cultura ucraniana, Oleksandr Tkachenko, que en diciembre escribió un artículo de opinión en The Guardian en el que instaba a boicotear en todo el mundo ' El Cascanueces', del compositor ruso Piotr Chaikovski.

La semana pasada, Tkachenko anunció la introducción de una ley en el Parlamento ucraniano que acelerará sus políticas reaccionarias de 'desrusificación' cambiando el nombre de calles dedicadas actualmente a figuras rusas culturales, como Alexander Pushkin, y simplificando la retirada de estatuas.

En declaraciones a la Agencia Nacional de Noticias de Ucrania, Tkachenko informó con orgullo de que la ley 'permitirá al gobierno continuar la lucha contra las cientos de calles que llevan el nombre de Pushkin, que ya comenzó el año pasado'.

Tales medidas reaccionarias exponen la verdadera naturaleza del gobierno derechista y antidemocrático de Zelensky, respaldado por la OTAN. En lugar de intentar poner fin a una guerra sangrienta y desastrosa que ha cobrado la vida de cientos de miles de ucranianos y rusos, el gobierno de Zelensky se dedica a la censura política y cultural antidemocrática y xenófoba para dividir a la clase trabajadora ucraniana y rusa e imponer sus políticas de guerra a la población.

(Publicado originalmente en inglés el 10 de enero de 2023)

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