En un contundente memorando interno filtrado a los medios de comunicación esta semana, el general de la Fuerza Aérea Michael Minihan predijo que Estados Unidos estaría en guerra con China por Taiwán en 2025 y ordenó a sus comandantes que pusieran en marcha preparativos detallados.

'Mi instinto me dice que lucharemos en 2025', declaró Minihan, afirmando que las elecciones presidenciales estadounidenses y taiwanesas de 2024 darían a China la oportunidad de actuar. En realidad, es el imperialismo estadounidense el que está incitando a Beijing a la guerra por Taiwán y planificando y preparando activamente la guerra contra China, como demuestra claramente el resto del memorando de Minihan.

El memorándum continuaba: 'Pasamos 2022 sentando las bases de la victoria. Pasaremos 2023 en un nítido movimiento operativo construyendo sobre esos cimientos. Si quieren saber cómo es el movimiento operativo que exijo, miren lo que hizo en enero el Total Force Team Charleston'.

Minihan es el general de cuatro estrellas a cargo del Mando de Movilidad Aérea (AMC), que supervisa la enorme flota de aviones de transporte y reabastecimiento de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, y cuenta con unos 110.000 efectivos. Su memorando exigía que se intensificaran la formación y los simulacros.

El 5 de enero, dos docenas de C-17 Globemaster III despegaron de la Base Conjunta de Charleston en lo que se anunció como el mayor lanzamiento de estos enormes aviones de transporte desde una sola base. El simulacro formaba parte de un ejercicio en el que participaban las Fuerzas Aéreas, el Ejército y la Infantería de Marina de todo el sureste de EE.UU. e incluía casi 60 aviones, entre ellos cazas F-16.

Minihan ordenó a sus comandantes: 'Ir más rápido. Impulsar la preparación, la integración y la agilidad de nosotros mismos y de la Fuerza Conjunta para disuadir y, en caso necesario, derrotar a China'. Esta es la primera de las ocho directivas mensuales que les daré'. El objetivo, declaró, era 'un Equipo de Maniobra de la Fuerza Conjunta fortificado, preparado, integrado y ágil, listo para combatir y vencer dentro de la primera cadena de islas'.

La primera cadena de islas se encuentra frente al territorio continental chino, en Asia Oriental, y atraviesa Japón, Taiwán y Filipinas. Es un elemento clave de la planificación estratégica estadounidense para una guerra con China. El control de la primera cadena de islas bloquearía aviones y barcos chinos, allanando el camino para un bloqueo naval de China, y sentaría las bases para un asalto masivo con misiles y aviación sobre China continental, como se prevé en la estrategia AirSea Battle del Pentágono.

El memorando de Minihan no es una directriz general, sino que contenía órdenes específicas que debían elaborarse y cumplirse mes a mes. En febrero, todo el personal del AMC con cualificación de armas 'disparará un cargador a un blanco de 7 metros con la plena comprensión de que lo más importante es la letalidad impenitente. Apunten a la cabeza'. En marzo, todo el personal del AMC pondrá en orden sus asuntos legales y familiares; en otras palabras, estará preparado para el despliegue en cualquier momento.

Antes de ser instalado como jefe del Comando de Movilidad Aérea, Minihan sirvió en puestos clave en el Comando Indo-Pacífico de los Estados Unidos, incluido como subcomandante desde septiembre de 2019 hasta agosto de 2021.

El Mando Indo-Pacífico, que constituiría la primera línea de una guerra de EE.UU. con China, es el mayor de los mandos militares de EE.UU., con unos 375.000 efectivos. Como parte del 'pivote hacia Asia' del Presidente Obama contra China, el 60% de los medios aéreos y navales del ejército estadounidense debían desplegarse en el Indo-Pacífico para 2020.

Aunque el memorando interno de Minihan exponía con crudeza la agenda bélica de Washington, no es un inconformista aislado dentro del ejército estadounidense, a pesar de su lenguaje contundente. En 2021, el almirante Phil Davidson, a punto de retirarse como jefe del Mando Indo-Pacífico, predijo una guerra con China por Taiwán para 2027. La predicción se conoce en los círculos estratégicos estadounidenses como 'la ventana de Davidson'.

El pasado mes de octubre, el almirante Mike Gilday, máximo responsable de la Marina estadounidense, declaró que sus fuerzas debían prepararse con mayor urgencia para 'una ventana de 2022 o, potencialmente, de 2023'. No puedo descartarlo. No pretendo en absoluto ser alarmista al decir eso, es sólo que no podemos desear que eso ocurra'.

En declaraciones a los medios de comunicación, un funcionario de Defensa estadounidense anónimo descalificó el memorando de Minihan como 'no representativo de la opinión del departamento sobre China'. Sin embargo, aunque sin hacer predicciones concretas, el portavoz del Pentágono, el general de brigada Patrick Ryder, reiteró el viernes pasado que la estrategia de defensa nacional de Estados Unidos identifica a China como 'el desafío que marca el paso', es decir, la principal amenaza para el dominio mundial estadounidense.

No cabe duda de que mientras la administración Biden intensifica la guerra de Estados Unidos y la OTAN contra Rusia en Ucrania, se prepara a una velocidad vertiginosa para la guerra con China. No sólo está consolidando sus propias fuerzas militares en el Indo-Pacífico, sino que está reforzando sus alianzas militares y asociaciones estratégicas en toda la región.

Washington considera la guerra en Ucrania como el preludio de la guerra con China por Taiwán. Estados Unidos está socavando deliberadamente la política de una sola China, en virtud de la cual reconoce de facto a Beijing como el gobierno legítimo de toda China, incluido Taiwán. Con ello, Washington está provocando deliberadamente la acción militar china, calculando que una guerra contra Taiwán, a la que EEUU está armando fuertemente, debilitará y desestabilizará el régimen chino.

La aceleración de la guerra con Rusia y los preparativos para la guerra con China —ambas potencias con armamento nuclear— demuestran la increíble temeridad con la que el imperialismo estadounidense persigue sus objetivos geoestratégicos de dominar la vasta masa continental euroasiática y sus recursos humanos y materiales. La voluntad de arriesgarse a una catástrofe nuclear también subraya la profundidad de la crisis económica y social a la que se enfrenta el capitalismo mundial y el temor de los círculos gobernantes estadounidenses al resurgimiento de la lucha de clases.

El memorando de Minihan es un indicio más del calendario bélico con el que opera el Pentágono. El propio general ejemplifica la crueldad y la sed de sangre arraigadas en los altos mandos del ejército estadounidense tras tres décadas de guerras criminales e intervenciones militares en Oriente Próximo, el norte de África y Asia Central.

En un discurso pronunciado en una importante convención aeroespacial el pasado septiembre, Minihan soltó una estridente advertencia de guerra con China. 'No estamos preparados para luchar y ganar dentro de la primera cadena de islas, pero lo estaremos dentro de un año', afirmó. Como informó Task and Purpose, 'Minihan no es ni mucho menos el primer orador en una conferencia de todo el servicio que advierte sobre la amenaza de China y la urgencia de hacerle frente'.

Minihan dijo repetidamente a los 16.000 asistentes, entre los que se encontraban directores ejecutivos del sector aeroespacial y generales de alto rango, que la letalidad era crucial: matar o morir. Se jactó de que 'el montón de enemigos muertos de nuestra nación, el más grande, está frente a las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos'. Deleitándose con la capacidad de matar impunemente, declaró: 'La letalidad es lo más importante', dijo. 'Cuando puedes matar a tu enemigo, todos los aspectos de tu vida son mejores. Tu comida sabe mejor. Tu matrimonio es más fuerte'.

Así son los líderes militares estadounidenses. No tienen reparos en sacrificar la vida de millones de personas en guerras para promover las ambiciones geopolíticas y económicas depredadoras del imperialismo estadounidense.

(Publicado originalmente en inglés el 31 de enero de 2023)