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Los socialdemócratas alemanes buscan el poder mundial

El gobierno alemán dirigido por el Partido Socialdemócrata (SPD) está intensificando agresivamente su política bélica. Al anuncio del canciller Olaf Scholz de la entrega de carros de combate Leopard-2 a Ucrania la semana pasada le han seguido peticiones de entrega de aviones. Aunque Scholz sigue rechazándolo, al menos públicamente, la copresidenta del SPD, Saskia Esken, entrevistada el pasado domingo en el programa 'Informe desde Berlín', no descartó el envío de cazas a Kiev.

El canciller del SPD, Olaf Scholz, delante de una bandera de la UE y soldados de las Fuerzas Armadas alemanas. [AP Photo/Markus Schreiber]

El nuevo ministro de Defensa socialdemócrata, Boris Pistorius, aprovechó sus primeros días en el cargo para promover un rearme aún más amplio y la militarización de la sociedad. 'Los 100.000 millones de euros no serán suficientes', dijo en una entrevista al Süddeutsche Zeitung, refiriéndose al fondo especial de la Bundeswehr [Fuerzas Armadas] aprobado recientemente en el Bundestag [Parlamento federal]. Añadió que era un 'error' 'suspender el servicio militar obligatorio', ya que 'el ejército está en el centro de la sociedad'.

Cada vez está más claro que la clase dominante considera la guerra de la OTAN contra Rusia como una oportunidad para poner en práctica sus planes, largamente acariciados, de convertirse en una potencia mundial y convertir de nuevo a Alemania en la principal fuerza militar, 90 años después de que Hitler se hiciera con el poder. Un documento estratégico presentado recientemente por la 'Comisión de Política Internacional' del SPD titulado 'Respuestas socialdemócratas a un mundo en transición' subraya esta idea.

Un título más apropiado para el documento, elaborado bajo la dirección del copresidente del SPD Lars Klingbeil, sería 'Los socialdemócratas se aferran al poder mundial'. El núcleo del documento es la fatídica pretensión del imperialismo alemán de 'liderar Europa para liderar el mundo', que condujo a dos catastróficas guerras mundiales y a crímenes indescriptibles en el siglo XX.

La retórica socialdemócrata de gran potencia puede ser algo diferente —al menos en lo que se refiere a frases sobre derechos humanos y democracia— que bajo el Kaiser o los nazis. Pero el objetivo es el mismo. La clase dominante ve en la actual lucha por redividir el mundo una oportunidad para que el imperialismo alemán se reafirme como potencia militar de primer orden.

Justo al principio del documento del SPD se afirma: 'Vivimos en un mundo en convulsión. Los días de un orden unipolar o bipolar han terminado. Nuevos centros de poder compiten por controlar la narrativa, ampliar la influencia y dictar los términos de la cooperación. Junto a Estados Unidos y China, así como Europa, cada vez más Estados del Sur Global reclaman dar forma al futuro del orden mundial... Aunque los contornos de un nuevo orden mundial aún están evolucionando, está claro: nos encontramos en los albores de una era multipolar'.

En esta situación, dice el documento, Alemania tiene la 'gran responsabilidad de ayudar a dar forma al nuevo orden que surgirá... entre otras cosas por su tamaño y poder económico'. Ante todo, esto requiere organizar Europa. Porque 'sólo desde una Europa fuerte podremos defender nuestros valores e intereses a escala mundial; por sí solos somos demasiado pequeños para ejercer influencia alguna'. Por tanto, a Alemania 'le interesa desempeñar un papel de liderazgo en el fortalecimiento de Europa'.

El resumen del documento afirma: 'Para la socialdemocracia, una Europa fuerte es la tarea política más importante de los próximos años. Sólo como centro soberano y atractivo puede Europa contribuir a configurar el orden mundial de acuerdo con sus valores e intereses. Europa debe asumir su papel como actor geopolítico e invertir más en su propia seguridad'.

El documento actual difiere de los anteriores sobre estrategia de política exterior principalmente en que hace hincapié de forma aún más explícita en el componente militar de las ambiciones de gran potencia de Alemania. 'La propia fuerza se define... también por las capacidades militares', afirma.

Continúa diciendo que 'además de la diplomacia y de una política de desarrollo comprometida, una política de paz eficaz también incluye las capacidades militares de nuestras alianzas de seguridad y defensa. La Bundeswehr aporta una contribución esencial a las capacidades de la UE y la OTAN. Debe estar equipada de tal manera que pueda desempeñar plenamente sus tareas en todo momento'.

En este contexto, el documento del SPD subraya que el fondo especial de la Bundeswehr, dotado con 100.000 millones de euros, no sólo sirve para armar al ejército alemán, sino también para militarizar Europa. 'El cambio de los tiempos debería ser el catalizador de una política europea común de seguridad y defensa', afirma. Bajo el título 'Socios fuertes en la OTAN', los autores escriben: 'Trabajaremos para garantizar que se hace un mayor uso de la cooperación entre los Estados miembros de la UE para reforzar el pilar europeo en la OTAN y ampliar las capacidades y competencias militares de la UE'.

Continúa con este espíritu. Además de 'medidas para mejorar las infraestructuras y la movilidad militar, también en el ciberespacio', la dirección del SPD pide 'un Consejo de Ministros de Defensa de la UE independiente' que coordine y ponga en práctica el establecimiento de una política de grandes potencias germano-europea independiente. 'Más autonomía' presupone una 'mayor capacidad de actuación', afirma el documento.

El documento no oculta que la clase dominante alemana se está preparando para hacer valer sus objetivos económicos y geopolíticos con mayor independencia de EE.UU. y, en el futuro, contra él. EEUU y la OTAN 'siguen siendo garantes de la seguridad europea', pero 'el mandato del presidente Donald Trump en particular... dejó claro que Europa debe posicionarse de forma más independiente e invertir más en su propia seguridad'.

Para justificar y blanquear la ofensiva bélica, el periódico difunde las consabidas mentiras. En un momento dado califica la 'guerra de agresión rusa contra Ucrania' como la 'ruptura más brutal hasta la fecha con los principios básicos del orden internacional que se establecieron laboriosamente tras la Segunda Guerra Mundial'. Por supuesto, los propagandistas del SPD saben muy bien que las guerras en los Balcanes, Oriente Medio y Asia Central, que fueron apoyadas por Alemania violando el derecho internacional, han reducido países enteros a escombros y han costado millones de vidas.

También en Ucrania el principal agresor no es Moscú, sino las potencias imperialistas. Con su sistemático cerco militar a Rusia, la OTAN provocó en primer lugar la intervención reaccionaria del régimen de Putin. Ahora, la OTAN está intensificando el conflicto cada vez más para subyugar al país rico en recursos.

Todas las frases sobre los derechos humanos no pueden ocultar el hecho de que lo que realmente está en juego son los intereses imperialistas depredadores. El documento afirma: 'Para la seguridad económica, necesitamos un suministro ininterrumpido de materias primas críticas. Sin tierras raras o litio, los chips [informáticos] y las baterías no pueden producirse hoy en día'. Lo que se necesita, por tanto, es 'una estrategia alemana y europea de materias primas' que 'establezca incentivos económicos para la producción propia de materias primas en Europa y refuerce las asociaciones con Estados ricos en recursos de todo el mundo'.

El objetivo es transformar Europa en una poderosa máquina de guerra. Es 'importante que la Unión Europea supere la fragmentación ineficiente e ineficaz de su política de defensa', afirma el documento. Debe haber un 'compromiso seguro de sí mismo con los esfuerzos conjuntos de defensa europea y una mayor cooperación en la producción y las adquisiciones'. Esto reforzará 'la seguridad y la soberanía de Europa'.

La iniciativa alemana de 'construir un sistema europeo de defensa aérea y antimisiles' es 'un paso pionero hacia el futuro', declara el documento. Europa debe ser capaz de 'defenderse convencionalmente contra los ataques... y disponer de las correspondientes capacidades disuasorias'. Para ello, Europa necesita 'un gasto coordinado en defensa, una fuerza de reacción rápida y un verdadero cuartel general de la UE para una estructura de mando clara'.

Quizá la mentira más descarada sea la afirmación de los autores de que 'una prosperidad equitativamente distribuida y una fuerte cohesión social' constituyen 'la base del atractivo de una Europa con mentalidad geopolítica'. De hecho, en toda Europa, el rearme va acompañado de ataques masivos al nivel de vida de la clase trabajadora. Mientras los precios de la energía se disparan debido a las políticas de guerra, y la inflación alcanza su nivel más alto en décadas, los costes de la guerra se imponen por completo a la población en general.

El SPD considera que su tarea consiste en imponer la política de guerra y devastación social frente a la creciente oposición social y política. Esto es precisamente lo que se esconde tras el toque de clarín a los militares y a favor de una 'Unión Europea autosuficiente y resistente' en el documento de estrategia.

La clase obrera debe sacar las conclusiones necesarias de todo esto. Más de un siglo después de la histórica traición del SPD el 4 de agosto de 1914, cuando aceptó los créditos de guerra del Kaiser y apoyó la Primera Guerra Mundial, la socialdemocracia es el principal partido del imperialismo alemán. El Partido la Izquierda y los Verdes la apoyan en esto, formando coaliciones con el SPD a nivel federal y estatal. Al igual que los partidos de derechas en el Bundestag, se comportan como militaristas rabiosos.

El único partido que se opone al belicismo es el Sozialistische Gleichheitspartei (Partido Socialista por la Igualdad, SGP). Como sección alemana de la IV Internacional, lucha por construir un movimiento internacional de masas contra la guerra y su fuente, el capitalismo. El SGP participa en las elecciones estatales de Berlín para dar voz a la enorme oposición a la guerra en Ucrania y al retorno del militarismo alemán. Llamamos a todos los que se oponen a la guerra a acudir a la manifestación central contra la guerra en la Potsdamer Platz el 4 de febrero a las 11 de la mañana y a votar al SGP el 12 de febrero.

(Publicado originalmente en inglés el 1 de febrero de 2023)

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