Español

La revisión de la política de defensa australiana describe una acumulación militar masiva para la guerra con China

El gobierno de Albanese publicó el lunes una versión desclasificada de su Revisión Estratégica de Defensa. Como ella alardea, la revisión describe el mayor cambio en la política militar australiana desde la Segunda Guerra Mundial.

El primer ministro Anthony Albanese se pronuncia durante una rueda de prensa en Canberra después de la Revisión Estratégica de Defensa, 24 de abril de 2023. El ministro de Defensa, Richard Marles, se encuentra en el podio izquierdo [Photo: @AlboMP]

El documento prescinde de doctrinas anteriores, que abarcan décadas, donde el objetivo principal de las fuerzas armadas se centraba en la protección del, relativamente aislado, continente australiano y sus accesos.

El ejército australiano continuó llevando a cabo operaciones depredadoras, incluso en el Pacífico Sur, y se unió a las guerras criminales lideradas por Estados Unidos en Oriente Medio y Asia Central. Pero el alcance de sus actividades estaba limitado por este mandato.

Ahora, todo eso ha terminado. La revisión declara que los 'objetivos militares se encuentran mucho más allá de nuestras fronteras' y deben desarrollar una ' proyección impactante' en todo el Indo-Pacífico. La revisión aboga por 'una capacidad mejorada de ataque de largo alcance en todos los dominios', lo que requiere sistemas avanzados de misiles para el ejército, la fuerza aérea y la marina, como punta de lanza de una acumulación militar mucho más amplia.

Las diferentes ramas de las fuerzas armadas ya no operarán en relativo aislamiento unas de otras. En cambio, deben concebirse como una sola entidad interoperable.

Pero las recomendaciones van más allá de lo militar. La revisión proclama: “Como consecuencia del riesgo que ahora enfrenta Australia, nuestra nación y sus líderes deben adoptar un enfoque de seguridad mucho más integral del gobierno y de toda la nación”. Las frases 'todo el gobierno' y 'toda la nación' aparecen no menos de 37 veces en el documento de 110 páginas.

Esto realmente significa poner a todo el país en pie de guerra. Todos los aspectos de la sociedad, desde las universidades hasta las escuelas, los medios de comunicación y la economía, deben estar directamente subordinados al militarismo y la guerra.

El objetivo principal es claro. El gobierno y sus asesores nada más ni nada menos que han esbozado un plan para que Australia desempeñe un papel de primera línea en una guerra liderada por Estados Unidos contra China, que se menciona nueve veces en el documento, una ofensiva que se ha estado desarrollando durante más de una década.

El documento declara que la revisión se hizo necesaria por 'la perspectiva de un conflicto importante en la región que amenaza directamente nuestros intereses nacionales'. El Indo-Pacífico se había convertido en el escenario de la 'competencia estratégica de las grandes potencias, cuya intensidad debe verse como la característica definitoria de nuestra región y tiempo'.

Si bien se vuelve a enfatizar la alianza con los Estados Unidos, el documento lamenta el hecho de que “nuestro socio de la Alianza, Estados Unidos, ya no es el líder unipolar del Indo-Pacífico.” Repite las afirmaciones de Washington de que China está llevando a cabo la mayor acumulación militar de los últimos 80 años. Esta afirmación es una burla al sentido común ante un ejército estadounidense que empequeñece a todos los demás y tiene un gran número de bases en literalmente todos los rincones del mundo.

El documento promueve de manera similar afirmaciones fraudulentas de 'agresión' china, aunque a menudo sin nombrar directamente a China. Esto supuestamente incluye la 'coerción económica', así como las operaciones activas en el Mar del Sur de China y en otros lugares.

Al igual que con las afirmaciones de una gran acumulación militar china, esto invierte la realidad. Estados Unidos, una potencia imperialista en declive, está tratando de asegurar su hegemonía global enfrentando agresivamente a China, que es vista como su principal rival económico.

Con ese fin, Estados Unidos ha llevado a cabo una importante expansión militar en todo el Indo-Pacífico. Esto ha incluido el estacionamiento de infantes de marina y otras tropas en países de la región, como Australia, mayores acuerdos sobre bases y el desarrollo de una red de alianzas militares destinadas a rodear a China.

El documento declara, en tono semi-histérico, que Australia enfrenta las mayores 'amenazas a la seguridad' en casi un siglo. Pero es increíblemente vago sobre estas amenazas. Admite que 'en la actualidad solo existe una remota posibilidad de que cualquier potencia contemple una invasión de nuestro continente', pero agrega: 'la amenaza del uso de la fuerza militar o la coerción contra Australia no requiere invasión'.

Los ejemplos proporcionados son una justificación débil para una expansión militar tan radical. Incluyen la perspectiva de una mayor guerra cibernética, para la cual los sistemas avanzados de misiles no servirían de nada, y el peligro de ataques 'contra nuestras rutas comerciales y de suministro'. Como muchos han señalado, China es el principal socio comercial de Australia. Este es un argumento sin sentido para desplegar el ejército para proteger el comercio chino, del que Beijing depende en gran medida, de la propia China.

Las diversas contorsiones y confusiones tienen como objetivo encubrir lo que es obvio. Esta revisión no tiene nada que ver con la defensa contra una amenaza extranjera. En cambio, es un plan para operaciones ofensivas en todo el Indo-Pacífico, dirigidas hacia la participación en una guerra liderada por Estados Unidos contra China.

Esto se desprende claramente de las recomendaciones concretas del documento. Elogia el anuncio del mes pasado por parte del gobierno laborista de que Australia adquirirá una flota de submarinos estadounidenses y británicos de propulsión nuclear a un costo de 368 mil millones de dólares en las próximas tres décadas. Los submarinos AUKUS son apodados los 'depredadores del mar' debido a su capacidad para realizar operaciones de largo alcance y evitar ser detectados. Tendrían la tarea de llevar a cabo misiones hasta y dentro de las aguas costeras chinas.

Para cada rama de las fuerzas armadas, el énfasis está puesto en la capacidad de ataque a gran distancia. Larevisión dice que la marina debería cambiar hacia una flota más ágil equipada con 'capacidades mejoradas de ataque de largo alcance (marítimo y terrestre) y defensa aérea'.

El ejército, como anunció previamente el gobierno laborista, recibirá nuevos misiles para ataques de precisión. Estos sistemas están siendo rediseñados para tener una capacidad de ataque de 1.000 kilómetros o más, dejando en el pasado los rangos de alcance medio actuales. La fuerza aérea contará con sistemas de misiles adicionales, así como drones de combate no tripulados, que se han utilizado en gran medida en la guerra por delegación entre Estados Unidos y la OTAN contra Rusia en Ucrania.

Algunos medios de comunicación han puesto de relieve el hecho de que el documento recomienda una reducción del número de nuevos vehículos armados de infantería de 450 a 129. Esto se presenta como un 'ahorro de costos'.

Pero en realidad, esto está relacionado con los cambios en la misión de las fuerzas de defensa. El ejército ya no se está preparando para las ocupaciones neocoloniales terrestres de países oprimidos como Irak y Afganistán. En cambio, su papel estará en la campaña de guerra del Indo-Pacífico. Con ese fin, el informe pide más vehículos anfibios y otras tecnologías para luchar en lo que es en gran medida un entorno marítimo.

Se pone gran énfasis en el norte de Australia. Si bien esto sirve para promover la narrativa de una posible invasión desde el norte, esa parte del continente se está transformando en un gran centro para las capacidades de ataque de Estados Unidos y sus aliados. Se busca que sirva como plataforma de lanzamiento para operaciones ofensivas en toda la región, incluso contra la parte continental de China.

En la revisión se pide la ampliación de las bases en el norte, así como el desarrollo de un sistema más complejo de abastecimiento de combustible y logística. Los bombarderos estadounidenses B-52, que pueden transportar armas nucleares, ya están estacionados allí durante parte del año. Bajo el acuerdo AUSMIN entre el gobierno laborista y la administración Biden a finales del año pasado, las bases y el estacionamiento de los Estados Unidos se expandirán espectacularmente en todas las áreas, desde los marines hasta la fuerza aérea, el ejército y la marina.

Una y otra vez, la revisión enfatiza la centralidad de la alianza con Estados Unidos. Los plazos del informe se basan en las declaraciones belicistas de los funcionarios militares estadounidenses. Describe las prioridades urgentes que deben estar completadas dentro de tres años, incluida una expansión de las capacidades de ataque. Eso encaja con las declaraciones de los principales comandantes estadounidenses de que Estados Unidos probablemente irá a la guerra con China por Taiwán en el año 2025.

La revisión llama, en términos generales, por una expansión del gasto militar más allá del nivel actual de aproximadamente el 2 por ciento del PIB. Pero afirma de forma inverosímil que los proyectos que describe no requerirán un aumento del presupuesto de defensa en los próximos cuatro años. Esto es simplemente fantasioso. Lo que describe la revisión requerirá cientos de miles de millones de dólares, lo que significa una ofensiva intensificada contra los empleos, salarios, condiciones y servicios sociales de la clase trabajadora.

Las afirmaciones fraudulentas sobre el gasto están claramente conectadas con el miedo a la oposición popular. El anuncio de los submarinos de propulsión nuclear el mes pasado provocó conmoción y enfado entre los trabajadores.

Existe un sentimiento generalizado contra la guerra. Pero para evitar la catástrofe que se está preparando, esta oposición debe contar con una perspectiva política y una forma organizativa concreta. Esa es la batalla para construir un movimiento internacional contra la guerra, uniendo a los trabajadores de todo el mundo en una lucha común contra la fuente del conflicto, el propio sistema de beneficios capitalista. Esa perspectiva se elaborará en el mitin mundial en línea para celebrar el Primero de Mayo de 2023 .Se transmitirá en vivo a las 5 a.m. (AEST) el lunes 1 de mayo. Regístrese aquí.

(Publicado originalmente een inglés el 25 de abril de 2023)

Loading