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La lucha contra la guerra es una lucha contra el Gobierno laborista australiano

El siguiente discurso fue pronunciado por Cheryl Crisp, secretaria nacional del Partido Socialista por la Igualdad (Australia), durante el Acto Internacional en Línea del Primero de Mayo 2023 celebrado el 30 de abril.

En nombre del PSI en Australia, envío mis saludos revolucionarios a todos los participantes en este acto del Primero de Mayo.

Mis camaradas de todo el mundo han advertido del creciente peligro de una guerra mundial, el resultado de la guerra por delegación de EE.UU. y la OTAN contra Rusia en Ucrania. Una guerra directa de EE.UU. y los aliados de la OTAN con Rusia, un país con armas nucleares, resultaría en el uso de armas nucleares, amenazando la existencia misma de la humanidad.

Acto Internacional en Línea del Primero de Mayo de 2023, activa los subtítulos en español en la configuración

Pero el principal blanco del imperialismo estadounidense es China. En Australia, el Gobierno de Albanese, que está a punto de cumplir un año en el cargo, está actuando como punta de lanza de los planes estadounidenses de guerra contra China.

El laborismo gobierna con su supuesta facción “de izquierda”, que cuenta con casi la mitad de la bancada parlamentaria laborista y casi todas las carteras principales, como las del primer ministro, asuntos exteriores, salud, hacienda, vivienda, infraestructuras y medio ambiente. Pero es uno de los Gobiernos más derechistas en décadas. Sus políticas se basan en las exigencias de la clase dominante australiana, los intereses financieros mundiales y los preparativos bélicos imperialistas.

El primer acto del primer ministro Albanese, pocas horas tras las elecciones en mayo, y antes incluso de que se hubiera decidido el resultado, fue correr a la cumbre del “Quad” en Japón para afianzar el lugar de su Gobierno en la alineación contra China. A este viaje siguieron las visitas de la canciller Wong a las 30 naciones insulares del Pacífico para obligarlas a alinearse con Australia y EE.UU. contra China. Presume de que en su primer año en el cargo habrá visitado todos los países asiáticos excepto Myanmar.

El mes pasado, Albanese anunció, junto con el presidente estadounidense Biden y el primer ministro británico Sunak, que el Gobierno australiano comprometería 368 mil millones de dólares para comprar submarinos de propulsión nuclear. Esto se suma a los 537 mil millones de dólares de gasto militar que ya había anunciado para la próxima década. Con una deuda pública histórica de casi un billón de dólares, dinero que no existe, este gasto de guerra se pagará con recortes presupuestarios en los servicios sociales y el aumento de la explotación de los trabajadores.

El primer ministro británico Rishi Sunak (derecha) se reúne con el presidente estadounidense Joe Biden y el primer ministro australiano Anthony Albanese en la base naval Point Loma, San Diego, EE.UU., 13 de marzo de 2023 [AP Photo/Stefan Rousseau]

Ya lo han dicho otros oradores: una guerra en el extranjero significa una guerra contra la clase obrera en casa. Esto es lo que está haciendo el Gobierno aquí en Australia. Pagar la guerra contra Rusia y China requiere un asalto a los salarios, las condiciones laborales y sociales de la clase trabajadora.

Mientras los salarios permanecen estancados desde hace décadas, los niveles de inflación de casi el 7%, junto con 10 subidas consecutivas de los tipos de interés, han creado condiciones sociales que no se veían desde hace más de tres décadas.

La deuda de los hogares australianos es la segunda más alta del mundo, junto a Suiza, como resultado del aumento del precio de las propiedades. El precio promedio de una vivienda en Sídney es de 1,2 millones de dólares, las cuotas de los préstamos hipotecarios son las más altas de la historia. El alza de los tipos de interés afecta a los hogares australianos más que a ningún otro país debido a que la mayoría de las hipotecas son a tipo variable. Los alquileres han aumentado un 24 por ciento en Sídney en un año. En la actualidad, 1 de cada 200 australianos carece de hogar.

Nada demuestra que la política del Gobierno laborista antepone el lucro más que sus acciones en relación con la pandemia de COVID-19. Desde las elecciones de mayo de 2022, hubo 50% más muertes por COVID que en los dos años y medio anteriores. La cifra oficial de muertes por COVID ya supera 20.000, y el exceso de mortalidad solo en 2022 se estima en más de 25.000. La tasa más alta desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Esta cifra no es una anomalía, sino el resultado de la eliminación deliberada, por parte del Gobierno laborista, de todas las medidas restantes para frenar las infecciones y muertes por COVID. Incluso se abandonó la mascarilla obligatoria para visitantes y personal en los hospitales.

Mientras los capitalistas y políticos responsables de este desastre quedan impunes, los científicos y médicos de principios como David Berger han sido perseguidos por pronunciarse contra las políticas homicidas en la pandemia.

Ante el colapso de la base de apoyo del otro partido principal del régimen capitalista en el país, el Partido Liberal, la clase capitalista depende en el laborismo para que gobierne en su nombre. Los laboristas gobiernan en todos los estados continentales y a nivel federal. Sin embargo, los laboristas también tienen un apoyo históricamente bajo, obteniendo menos del 33 por ciento de los votos en las elecciones del pasado mayo. El papel de la burocracia sindical en sofocar las luchas de los trabajadores es, por lo tanto, fundamental.

La reciente amenaza del Gobierno laborista de Australia Occidental y la Comisión de Relaciones Laborales del Estado de multar al sindicato de enfermeras del estado con 36 millones de dólares por desafiar la decisión de la Comisión que prohibía una huelga de un día es una advertencia a la clase obrera en su conjunto. Está concebida como un ariete contra todos los trabajadores. Cualquier lucha por recuperar los ingresos perdidos, revertir las condiciones intolerables y tener lugares de trabajo seguros se enfrentará a toda la fuerza del Estado. Si así tratan las autoridades a los enfermeros, “nuestros héroes de primera línea”, entonces ¿qué tienen planeado contra la clase obrera en su conjunto?

Enfermeros de Australia Occidental en huelga, 25 de noviembre de 2022 [Photo: Australian Nursing Federation - WA]

¿Y cuál fue la respuesta de los dirigentes sindicales de los enfermeros? Prometer que nunca más les permitirán a sus miembros desafiar dichas resoluciones y hacer huelga ilegalmente. Prácticamente todas las huelgas en Australia son ilegales a menos que las aprueben las comisiones laborales. Estas leyes antihuelga fueron impuestas por los laboristas desde fines de los años ochenta. Los dirigentes sindicales las utilizan para suprimir la lucha de clases.

Los trabajadores pueden extraer una lección muy importante. Toda lucha de la clase obrera significa una lucha contra el Estado capitalista. Esa lucha no la librarán los líderes sindicales que atan a los trabajadores a ese mismo Estado. La formación de comités de base independientes es un medio esencial para liberar a los trabajadores de estas limitaciones y permitir la unificación de sus luchas en Australia y a escala internacional. Al fin y al cabo, los trabajadores de todos los países se enfrentan a los mismos problemas.

Con base en esto se constituyó la Alianza Internacional Obrera de los Comités de Base y debe expandirse, junto a la campaña del IYSSE por un movimiento internacional contra la guerra para evitar la Tercera Guerra Mundial. Gracias.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 1 de mayo de 2023)

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