Español
Partido Socialista por la Igualdad (EE.UU.)
Las bases históricas e internacionales del Partido Socialista por la Igualdad

La escisión en el Comité Internacional

150. La expansión de las secciones británica y francesa después del Tercer Congreso del CICI —y sobre todo luego de los acontecimientos de mayo y junio de 1968— condujeron a un conflicto político. Pero mientras la sección británica hacía críticas correctas a la orientación centrista de la OCI, ya surgían diferencias políticas en la dirigencia de la misma SLL. Aunque se sabía que Cliff Slaughter, secretario del CICI, había mostrado cierta simpatía por el llamado de la OCI al “reestablecimiento” de la Cuarta Internacional, la dirigencia no analizó el tema y una actitud evasiva similar llegó a regir hacia la postura irracional de Michael Banda, otro dirigente importante de la SLL, en cuanto a la “Revolución Cultural” de Mao y a la política del Frente de Liberación Nacional de Vietnam. La reticencia de la dirigencia de la SLL en debatir abiertamente estos temas vitales reflejó la ansiedad de Healy de que el conflicto político en su propia organización iba a perjudicar la labor práctica y los adelantos organizacionales que la sección Británica había logrado.

151. La negativa en hacer un análisis de las cuestiones cruciales de perspectiva —esenciales para el desarrollo de todo programa político— asumió una forma teórica peculiar dentro de la SLL. A medida que se intensificaban las diferencias con la OCI entre 1970 y 1971, la dirigencia de la SLL arguyó que las cuestiones políticas en pugna no eran más que manifestaciones de segunda categoría y sin importancia sobre diferencias filosóficas. Para justificar la disolución de un análisis concreto sobre temas políticos en debates cada vez más abstractos sobre epistemología filosófica, se invocó unilateralmente la verdad esencial de que el método filosófico se revela en la manera en que se lleva a cabo el análisis político. Cuando la OCI afirmó, incorrectamente, que el materialismo dialéctico no era una “teoría de conocimiento”, esto se usó para desviar la atención de un análisis de la política centrista de la organización francesa. Al contrario de la metodología de Trotsky en la disputa entre 1939 y 1940 contra Burnham y Shachtman —en la que el significado y correcto uso del método del materialismo dialéctico fue vinculado claramente a cuestiones de perspectiva política— Healy y Slaughter expresaron que el debate sobre la dialéctica era más importante que los asuntos políticos y que, incluso, los hacía superfluos.

152. En el otoño de 1971, la SLL, sin clarificar los temas políticos, anunció públicamente una escisión en la Cuarta Internacional. A pesar de la abundancia de cuestiones políticas cruciales, vinculadas a problemas de estrategia revolucionaria que surgían de la crisis del capitalismo y las luchas de la clase trabajadora, la SLL declaró, en un informe publicado el 1ro. de marzo de 1972 que la escisión “no se debía a cuestiones tácticas acerca de cómo avanzar la Cuarta Internacional...la escisión no es una cuestión de docenas de puntos detallados sobre organización, o tan siquiera de posturas políticas acerca de varias cuestiones”. Más bien, afirmó la SLL, “es una escisión política, una que llega a las bases de la Cuarta Internacional: la teoría marxista”. [92] Pero sin la elaboración necesaria sobre las verdaderas cuestiones políticas en disputa, la invocación de la “teoría marxista” fue poco más que un ejercicio en retórica abstracta. La SLL escribió que había aprendido “de las experiencias en establecer el partido revolucionario en Inglaterra que una profunda y difícil lucha contra formas de pensar idealistas era necesaria y llegaba más profundo que cuestiones de acuerdos sobre programas y la política”. [93] Esta declaración contradecía directamente a Trotsky, quien sostuvo que “El significado del programa es el significado del partido”, y que ese programa consistía de “una comprensión común de los acontecimientos, de las tareas...”[94] Ahora la SLL aseveraba que “la lucha contra formas de pensar idealistas” —un planteamiento bastante ambiguo— ¡era más importante que el acuerdo programático! Además, a la SLL afirmar que basaba sus labores en las “experiencias en establecer el partido revolucionario en Inglaterra”, en vez de basarlo en las lecciones de la lucha de la Cuarta Internacional contra el estalinismo, la socialdemocracia y el pablismo, mostraba un cambio perturbador del internacionalismo al nacionalismo en su orientación política.

153. Este fracaso de no aclarar los asuntos políticos en los que se basaban la escisión con la OCI, socavó las labores del Comité Internacional precisamente cuando la crisis del capitalismo mundial requería el más alto grado de claridad programática. La tarea principal a la cual se enfrentaba la dirigencia de la SLL era establecer las implicaciones de la deriva centrista en el programa, práctica y orientación internacional de la OCI. Esto era de importancia primordial en un momento en que se establecían nuevas secciones del Comité Internacional. La Liga Comunista Revolucionaria se estableció como la sección ceilanesa en 1968. El Bund Sozialistischer Arbeiter se estableció como la sección alemana en 1971. La Liga Laborista Socialista se estableció como la sección australiana en 1972. En Grecia, el establecimiento de una nueva sección en 1972 ocurrió bajo condiciones en que sus miembros habían sido divididos entre militantes del CI y la OCI.

154. Ahora es conocimiento público que, a finales de los años 1960 y principios de los años 1970, la OCI estaba involucrada profundamente en maniobras políticas entre bastidores que condujeron a la creación del Partido Socialista Francés. Basados en una perspectiva completamente oportunista, militantes de la OCI colaboraron íntimamente con Francois Mitterrand mientras se creaba el PS como instrumento de sus ambiciones electorales. Uno de los militantes de la OCI, Lionel Jospin, se convirtió en asesor político de Mitterrand, progresó dentro de la jerarquía del Partido Socialista, y eventualmente llegó a ser Primer Ministro. Es imposible determinar, retrospectivamente, si una lucha política abierta por parte de la SLL podría haber frenado la degeneración oportunista de la OCI y su transformación en instrumento político del estado francés. Pero esa lucha habría aclarado las cuestiones políticas y habría advertido a la SLL del peligro de las tendencias oportunistas dentro de sus propias filas.


[92]

“Statement by the International Committee (Majority), March 1, 1972,” in: Trotskyism Versus Revisionism, Volume 6 [London: New Park, 1975], pp. 72 and 78.

[93]

Ibid., p. 83.

[94]

Leon Trotsky, The Transitional Program for Socialist Revolution (New York: Pathfinder, 2001), pp. 207-08.