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Los morenistas españoles de la CRT canalizan el sentimiento antibelicista detrás del gobierno proguerra de Podemos

Antes de la cumbre de la OTAN de la próxima semana en Madrid, el partido gobernante junto al Partido Socialista (PSOE), Unidas Podemos, junto con los sindicatos paraestatales de Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), van a organizar una conferencia 'anti-OTAN' este fin de semana. Además, el domingo se celebrará una manifestación organizada por diversas asociaciones aliadas, como la Asamblea OTAN No Madrid, la Plataforma Nacional por la Paz-OTAN NO y la Asamblea Popular contra la Guerra.

El carácter políticamente engañoso y siniestro de estas maniobras es evidente. Mientras la líder de facto de Podemos y vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, se dispone a participar en la cumbre de la OTAN que busca planear la guerra, otros dirigentes de Podemos en el gobierno llevarán a cabo protestas 'anti-OTAN'. Muchos de estos actos se organizarán en los locales sindicales de CCOO y UGT financiados por el Estado, los mismos que han apoyado la campaña bélica y han aislado y reprimido las huelgas de camioneros y trabajadores del metal contra la inflación, mientras se desperdician montañas de dinero en gastos bélicos.

Mientras tanto, Podemos enviará delegados a una conferencia supuestamente en contra de la OTAN y por la paz, al mismo tiempo que manda buques de guerra, aviones de combate y soldados a Europa del Este y canaliza tanques, municiones y lanzacohetes a los representantes ucranianos de la OTAN para usarlos contra Rusia. Durante la cumbre de la OTAN, el gobierno del PSOE-Podemos tiene previsto anunciar que duplicará su presupuesto militar hasta los 24.000 millones de euros, el mayor aumento del gasto militar en la historia de España, y pedirá a la OTAN que intensifique sus intervenciones militares en el continente africano, rica en recursos naturales.

El propósito de Podemos de asistir a una conferencia 'anti-OTAN' no es otro que el de atrapar la creciente oposición antibelicista entre trabajadores y jóvenes en el callejón sin salida de seguir apoyando su gobierno. Con el fin de suprimir la oposición a su izquierda, el gobierno de Podemos contrata los servicios de toda una capa de cínicos agentes pseudoizquierdistas para promoverlo como un partido antimilitarista y minimizar el innegable apoyo de Podemos al imperialismo español y la OTAN.

Un ejemplo de esta cínica retórica hipócrita es el artículo publicado en Izquierda Diario titulado “La izquierda española y la lucha contra nuestro propio imperialismo” del líder morenista de la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT), Santiago Lupe. En éste, Lupe inventa de la nada un intenso debate que supuestamente está teniendo lugar entre una facción proguerra y otra propaz de Podemos, cuando en realidad se trata de un partido completamente belicista.

Lupe afirma que la polémica entre el “fiel plumilla” de Podemos, el periodista Antonio Maestre, y el antiguo líder de Podemos, Pablo Iglesias, “escenifica las diferencias en la izquierda reformista española sobre cuál es la mejor política exterior para los intereses del imperialismo español”. Maestre, dice Lupe, está del lado de la OTAN de “aprovechar la oportunidad brindada por la invasión rusa para imponer una severa derrota a Rusia.”

Por otro lado, Iglesias, dice Lupe, defiende una posición a favor de la Unión Europea basada en una mayor autonomía de la OTAN liderada por Estados Unidos. Iglesias favorece “desde la UE una salida diplomática en acuerdo con Putin que, necesariamente, implicaría algún nivel de cesiones territoriales y de soberanía ucraniana”.

Sostiene que esta posición es apoyada por Francia, Alemania e Italia: “Las tres principales potencias europeas apuestan cada vez más por llegar a algún tipo de acuerdo que contenga las consecuencias de una guerra que golpean ya a la economía de la UE y la debilitan en su competencia con EEUU”.

Días después de la publicación de su artículo, tras presentar la posición pro-UE de Iglesias como menos agresiva frente a Rusia que la de Washington, Lupe quedo en total evidencia. El jueves pasado, el presidente francés, Emmanuel Macron, el canciller alemán, Olaf Scholz, y el primer ministro italiano, Mario Draghi, viajaron a Kiev para prometer el suministro de más armas pesadas a Ucrania y plantear la posibilidad de su adhesión a la UE. Al hacerlo, han aceptado conscientemente el peligro de una tercera guerra mundial nuclear.

Esta semana, el Estado báltico de Lituania, un Estado miembro de la OTAN y la UE, impuso un bloqueo efectivo al enclave ruso de Kaliningrado.

La CRT está perpetrando un fraude político, promoviendo un debate inexistente entre las fuerzas proimperialistas, y la fantasía de que Podemos se convertirá en un opositor a sus propias políticas. Lupe explica a sus lectores que España quiere utilizar la cumbre de la OTAN para 'Reforzar el flanco sur, es decir el norte de África, abriendo la posibilidad de intervenciones militares para controlar la inmigración. Sobre estas propuestas reaccionarias en toda la línea, ni Podemos ni el PCE han mostrado oposición'.

¿A quién cree la CRT que está engañando? ¿Por qué debería oponerse Podemos a sus propias políticas? Podemos no es cómplice del imperialismo español como afirma repetidamente la CRT en sus artículos, sino un partido proimperialista totalmente comprometido en librar la guerra por delegación de la OTAN contra Rusia en Ucrania.

En los últimos meses, España ha enviado más de 800 efectivos a Europa del Este, un destacamento de aviones Eurofighter y tres buques de guerra al este del Mediterráneo y al Mar Negro. También está implementando duras sanciones económicas contra Rusia, mientras envía cientos de millones de euros en armas a las fuerzas ucranianas, incluida el sistema de defensa aérea de corto alcance SHORAD Aspide, misiles antiaéreos y tanques de combate Leopard. Una de sus principales fuerzas militares sobre el terreno equipada con armas españolas es el batallón neonazi Azov.

La guerra imperialista en el extranjero va de la mano de la feroz represión de la lucha de clases en casa. El gobierno PSOE-Podemos envió decenas de miles de policías antidisturbios para romper la huelga de camioneros de abril y está gastando decenas de millones de euros para desplegar 20.000 policías armados con 6.000 cartuchos taser en Madrid para reprimir las protestas contra la cumbre de la OTAN. Durante el fin de semana, han ilegalizado la huelga de los trabajadores de Ryanair al imponer unos servicios mínimos del 80 por ciento.

La promoción de Podemos por parte de Lupe destapa el papel reaccionario de la propia CRT. Adoptando una pose trotskista, Lupe señala que “los trotskistas mantuvieron una posición independiente, alejada de toda ubicación en uno de los campos imperialistas enfrentados, en momentos como la Segunda Guerra Mundial”. Esto, afirma, no tiene nada que ver tampoco con las “posiciones vergonzantes de grupos que se reivindican trotskistas —como Lucha Internacionalista, Corriente Roja o sectores del mandelismo como Gabriel Achcar— que piden hoy armas de la OTAN para Ucrania, como en 2011 pedían eso mismo o ‘zonas de exclusión aérea’ para Libia”.

Los grupos pequeñoburgueses de Lucha Internacionalista y Corriente Roja respaldan la guerra entre Estados Unidos y la OTAN, alegando que Ucrania está librando una lucha democrática por la autodeterminación contra el 'imperialismo' ruso. Incluso han viajado a Kiev para donar dinero a la 'resistencia ucraniana'.” En un comunicado reciente, Corriente Roja pidió a la OTAN que intensificara aún más su guerra por delegación contra Rusia, arriesgándonos a una Tercera Guerra Mundial, exigiendo “a todos los países que dicen defender el derecho de los ucranianos/as a su soberanía, que envíen más armas a Ucrania sin condición alguna.”

Si Lupe encuentra estas posiciones 'vergonzantes', no es porque Lucha Internacionalista o Corriente Roja se sientan avergonzadas por su flagrante apoyo al imperialismo. Es porque sus posiciones a favor de la guerra exponen el fraude de la propia postura de Lupe como una figura antibélica o incluso trotskista. En realidad, la CRT basa su perspectiva política en la acción unitaria con todos estos grupos proguerra y antitrotskistas.

Durante las elecciones autonómicas de Madrid del año pasado, Izquierda Diario publicó ocho artículos apelando a estos partidos a construir un 'frente anticapitalista'. En Argentina, su partido hermano, el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), trabaja con los partidos hermanos de Corriente Roja y Lucha Internacionalista en el Frente de Izquierda y de Trabajadores-Unidad en el parlamento argentino.

En cuanto a Gilbert Achcar, es un asesor pagado del ejército británico, miembro del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) —el partido hermano de Anticapitalistas—, y un destacado propagandista de la escalada militar de la OTAN contra Rusia. Anticapitalistas publica regularmente los artículos de Achcar en su revista online Viento Sur.

Si Lupe está 'avergonzado' por la posición histérica a favor de la guerra de Achcar, de nuevo, es porque expone el carácter completamente fraudulento de la propia posición antibélica de la CRT. De hecho, la CRT ha trabajado con Anticapitalistas para construir la plataforma Asamblea Popular contra la Guerra de Madrid, que participará en la cumbre 'anti-OTAN' de este fin de semana.

En última instancia, al unirse a Anticapitalistas, Lupe y el CRT están trabajando como una facción apenas disimulada del propio Podemos. Anticapitalistas ayudó a fundar Podemos en 2014 junto con profesores estalinistas como Pablo Iglesias. El alcalde de Anticapitalistas en Cádiz, José Manuel González, “Kichi”, apoyó la venta de buques de guerra a la reaccionaria monarquía saudí porque 'aumenta la carga de trabajo en la industria de la construcción naval de la bahía de Cádiz'.

Morenistas y Anticapitalistas trabajan tan estrechamente que CRT incluso pidió el voto para Anticapitalistas en las elecciones andaluzas del domingo pasado.

Hay que extraer lecciones políticas clave. Construir una oposición genuinamente izquierdista a la guerra entre Estados Unidos y la OTAN y las medidas de austeridad requiere de la construcción de un movimiento en la clase obrera europea e internacional. Eso implica una ruptura consciente y decidida con la orientación pequeñoburguesa y las tradiciones antimarxistas representadas por Podemos y sus satélites como CRT y Anticapitalistas.

(Publicado originalmente en inglés el 24 de junio de 2022)

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