En su revisión estadística anual de las acciones de aplicación de la ley, fechada el 21 de octubre, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense (CBP, por sus siglas en inglés —Customs and Border Protection) informó que más de 2,3 millones de migrantes fueron aprehendidos en la frontera sur de Estados Unidos durante los 12 meses que terminaron el 30 de septiembre de 2022. Este total anual representó un aumento del 37 por ciento sobre el récord anterior de 1,7 millones de aprehensiones establecido el año anterior por la CBP bajo Biden.

Antes de 2021, el récord de 1,6 millones de aprehensiones se estableció en 2000, antes de la creación del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y en el último año de la administración Clinton. El récord de acciones de la patrulla fronteriza se remonta a 1960, cuando la administración Eisenhower detuvo a sólo 21.022 personas en la frontera suroeste.

En el inhumano lenguaje burocrático de la política de inmigración de EE.UU., el número total de acciones de la CBP en 2022 se componía de Expulsiones del Título 42, Inadmisiones del Título 8 y Aprehensiones del Título 8. El Título 42 se refiere a una sección poco conocida de la ley de salud de los Estados Unidos que permite al director de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) 'prohibir' a las personas que solicitan asilo en los Estados Unidos la entrada en el país cuando 'existe un grave peligro de introducción de una enfermedad [transmisible] en los Estados Unidos'.

El asalto del Título 42 a los derechos de los migrantes fue implementado por la administración Trump durante el tercer mes de la pandemia de coronavirus. Cabe destacar que Trump tomó esta medida a pesar de mantener la posición de que el virus estaba 'bajo control' y el 'riesgo es bajo para los estadounidenses promedio' hasta el 13 de marzo de 2020, cuando declaró la emergencia nacional.

Una semana más tarde, utilizó sus poderes de emergencia para atacar el derecho fundamental de asilo a través de expulsiones en la frontera bajo las disposiciones de la sección 265 del Título 42 para devolver por la fuerza a los migrantes a México o a sus países de origen como Guatemala, Honduras y El Salvador.

Según el American Immigrant Council, 'a pesar de la afirmación hecha por los [CDC] de que esta orden era necesaria desde una perspectiva de salud pública para proteger a los Estados Unidos, la información pública ha demostrado que la política se originó en el [DHS] y la Casa Blanca de Trump'.

En el caso de las acciones del Título 8, la ley estadounidense permite calificar a las personas como inadmisibles y deportables por un sinfín de razones, como haber sido condenadas por un delito de 'vileza moral relacionado con la propiedad' o no presentarse 'sin causa razonable' a un procedimiento de inmigración.

Sin embargo, es igualmente significativo que las aprehensiones de la administración Biden hayan superado con creces las de la Casa Blanca de Trump, que hizo de la xenofobia y el ataque a los derechos de los trabajadores inmigrantes un pilar central de su agenda política interna de extrema derecha. Aunque Biden afirma oponerse a las acciones del Título 42 contra los solicitantes de asilo, la administración está cumpliendo agresivamente con las órdenes judiciales para mantenerlo en vigor como parte del acomodo político con los republicanos de extrema derecha.

Los datos de la CPB de 2022 muestran que casi una cuarta parte de todos los encuentros en la frontera fueron con familias, mientras que en el 6 por ciento se trató de niños encontrados por los agentes de la patrulla fronteriza sin padres o tutores. Casi el 70 por ciento de las aprehensiones siguieron siendo de adultos solos.

La brutalidad de la política fronteriza de Estados Unidos, tanto bajo los demócratas como los republicanos, se manifiesta en el creciente número de muertes en la frontera entre Estados Unidos y México. El año 2022 fue el más mortífero del que se tiene constancia, con más de 800 personas que murieron durante sus intentos de llegar a Estados Unidos.

Aunque estas estadísticas no son públicas, un alto funcionario de la patrulla fronteriza no identificado las compartió con la National Public Radio. El informe de NPR decía: 'Los ahogamientos son parte de la razón. Cientos más han perecido a causa del calor extremo en tierras fronterizas remotas, o en la parte trasera de los remolques de los tractores'.

Los datos de la CBP muestran que un número cada vez mayor de migrantes proceden de Venezuela, Cuba y Nicaragua, mientras que son menos los que vienen del norte de Centroamérica. Cuando se le preguntó a Biden sobre esto en una rueda de prensa en septiembre, dijo que 'no era racional' enviar a estos solicitantes de asilo de vuelta a sus países de origen, pero añadió: 'estamos trabajando con México y otros países para ver si podemos detener el flujo'.

Según un informe de Yahoo News, el crecimiento del número de migrantes procedentes de estos países 'refleja el deterioro de las condiciones económicas y políticas' y que los agentes de la patrulla fronteriza, especialmente en Texas, están enviando a los inmigrantes sin amigos ni familia en EE.UU. a lugares que no tienen ni idea de que vienen.

Mientras que la mayoría de los inmigrantes son expulsados inmediatamente en virtud del Título 42, otros son liberados con avisos de comparecencia ante el tribunal de inmigración o bajo libertad condicional humanitaria. Estos migrantes deben decir a los agentes dónde van a vivir, pero la mayoría no tiene ninguna dirección que proporcionar.

Lauren Wyatt, abogada gerente de Caridades Católicas de Nueva York, dijo a Associated Press: 'Casi parece que, en la frontera, los funcionarios se limitan a buscar cualquier dirección sin fines de lucro que puedan o a buscar cualquier nombre que puedan y simplemente lo anotan sin comprobar realmente si esa persona lo ha mencionado, si hay camas o refugio en ese lugar, o si se trata incluso de un lugar que puede proporcionar asistencia legal'.

(Publicado originalmente en inglés el 24 de octubre de 2022)