Durante el último mes y medio, la dirección de UPS ha estado llevando a cabo grandes despidos con la connivencia de la burocracia de los Teamsters. Los recortes han sido posibles gracias a un contrato que los Teamsters falsamente aclamaron como una “histórica” victoria para los trabajadores y que ahora se revela como una histórica traición. Mientras tanto, los altos funcionarios de los Teamsters se han reunido con el aspirante a dictador fascista Donald Trump y aparentemente están considerando seriamente respaldarlo para presidente.
Esto ha producido una grave crisis en los grupos pseudoizquierdistas, que actúan como animadores de la burocracia laboral, y quienes han vendido la nueva administración sindical de Sean O’Brien como el comienzo de un movimiento de reforma “sindicalista democrático”. Estos incluyen, en particular, a los Socialistas Democráticos de Estados Unidos (DSA), a Labor Notes y a los Teamsters por una Unión Democrática.
Los DSA promovieron durante mucho tiempo a O’Brien a través de su órgano oficial de facto, Jacobin y proporcionaron su membresía a la burocracia como soldados rasos para la falsa campaña “lista para la huelga”, que usó para vender el contrato. Labor Notes, hace tiempo un pilar entre los llamados movimientos de “reforma” sindical dirigidos a atraer a la burocracia, igualmente aclamó a O’Brien e invitó a hablar en su convención de 2022. Los Teamsters por una Unión Democrática (TDU), que también tienen estrechos vínculos con DSA y con Labor Notes, en particular, desempeñaron un papel crítico en la campaña de O’Brien de 2021 para presidente del sindicato y fueron recompensados con posiciones de alto nivel en el aparato sindical.
En realidad, O’Brien fue instalado como presidente general del sindicato en una elección con una participación históricamente baja, como parte de una operación para restaurar la maltrecha credibilidad de la burocracia sindical. Las tres organizaciones desempeñaron un papel crucial en blanquear su historial como burócrata de carrera y famoso matón y en remodelarlo como un militante de base.
Los DSA, Labor Notes y el grupo hermano de TDU, Unite All Workers for Democracy (UAWD), han jugado el mismo papel en el sindicato United Auto Workers (UAW). Dieron respaldo clave al “reformista” presidente Shawn Fain, instalado en una operación que involucró al Partido Demócrata y al Departamento de Justicia en unas elecciones con graves irregularidades. El UAW bajo Fain impulsó un contrato el año pasado que allanó el camino para miles de despidos y ahora respaldan a “Genocidio Joe” Biden para presidente.
Estos grupos apenas han reconocido los despidos masivos, ya sea en UPS o en la industria automotriz. Tampoco han dicho nada sobre la mesa redonda de Teamsters con Donald Trump el mes pasado, que el expresidente y planificador del golpe de Estado usó como plataforma para lanzar una diatriba antiinmigrante.
Están respondiendo simplemente fingiendo que estos eventos no han sucedido, presentando una imagen optimista de la burocracia sindical siendo arrastrada de un “éxito” organizativo a otro. Los titulares típicos que aparecen en la prensa pseudoizquierd este año incluyen: “En los Teamsters y el UAW, las victorias históricas se debieron a décadas de esfuerzos de reforma sindical” (Jacobin), “Los conductores de servicio de alimentos de los Teamsters llevaron su huelga a nivel nacional y ganaron” (Labor Notes) y, en tal vez la única instancia donde los despidos han sido incluso reconocidos, “Lucha contra los despidos con cumplimiento de contratos” (TDU). En realidad, el contrato de UPS no contiene protecciones contra la pérdida de empleo debido a la automatización.
Esto no es sólo una mentira por omisión; es un silencio culpable. La pseudoizquierda tiene una responsabilidad directa en los despidos masivos que están ocurriendo y juega un papel clave en la promoción de la guerra imperialista y la dictadura por parte de la burocracia sindical. DSA y otras organizaciones pseudoizquierdistas no sólo están orientadas hacia el aparato laboral. Comprenden una importante sección de la burocracia cuya función es imponer los dictados de las corporaciones y los intereses globales de la clase dominante estadounidense.
Criaturas del Estado
También son criaturas del Estado, desempeñando un papel crítico en la política laboral de Biden en particular. El autodescrito “presidente más prosindical de la historia de Estados Unidos” está liderando la masacre de empleos que se está produciendo en la economía de Estados Unidos y del mundo. En adición a una política de altas tasas de interés destinada a impulsar el desempleo, Biden está utilizando los servicios de la burocracia para sabotear la lucha de clases e imponer contratos entreguistas que allanan el camino para los recortes de empleo.
Cuando los trabajadores ferroviarios se rebelaron contra el contrato entreguista negociado por Biden con los sindicatos en 2022, no dudó en prohibir abiertamente la huelga e imponer el contrato. Varios miembros de DSA en el Congreso, incluyendo a Alexandria Ocasio-Cortez, votaron a favor de la prohibición de la huelga.
La dependencia de la pseudoizquierda del Estado fue admitida con quizás una franqueza involuntaria en el anterior artículo de Jacobin, donde el autor Barry Eidlin argumenta que estos supuestos éxitos se hicieron posibles a través de “la combinación de una intervención gubernamental de arriba hacia abajo para hacer frente a la corrupción masiva del liderazgo sindical, y movimientos de reforma de la base capaces de aprovechar la oportunidad que la intervención del gobierno creada”.
Por supuesto, Jacobin nunca se molesta en responder a la pregunta obvia: Si el Estado capitalista de Estados Unidos, la institución más despiadada del mundo, instaló a estas personas para dirigir los sindicatos, ¿no es porque son servidores de confianza de la empresa corporativa de Estados Unidos?
En realidad, fueron los pseudoizquierdistas trabajando con el gobierno quienes respaldaron a estos funcionarios, y no los “miembros de base”, cuyas opiniones fueron sistemáticamente excluidas. O’Brien fue elegido presidente de los Teamsters con la participación más baja en la historia de los sindicatos de Estados Unidos, hazaña que fue superada un año después por Fain en el UAW. La burocracia del UAW hizo lo mínimo posible para informar a los trabajadores sobre las elecciones o actualizar sus listas de correo, impidiendo efectivamente a cientos de miles de ellos votar. La pseudoizquierda simplemente ignoró esto. También se opuso a la campaña electoral de Will Lehman, un auténtico trabajador automotriz y socialista de base que se postuló para presidente con una plataforma de abolición de la burocracia.
La burocracia de los Teamsters, Trump y la extrema derecha
Ahora ha surgido que la pseudoizquierda ha respaldado y proporcionado cobertura a una administración de los Teamsters con simpatías de extrema derecha e incluso fascistas. Esto demuestra que no hay línea que la pseudoizquierda no cruzará.
Esto incluye un respaldo abierto a Trump mismo. La Junta Ejecutiva General de los Teamsters (GEB) incluye a dos miembros alineados con TDU, Matt Taibi y Willie Ford (un tercero, John Palmer, fue anteriormente miembro de TDU antes de romper con la facción). Es casi seguro que estuvieron presentes en la mesa redonda del mes pasado con Trump, que era obligatoria para todos los miembros de la GEB. Ninguno de ellos intentó siquiera distanciarse públicamente de la reunión.
Mientras tanto, ha surgido que la GEB de los Teamsters votó para donar $45.000 al Comité Nacional Republicano. El WSWS ha recibido informes no confirmados de que la propuesta fue aprobada con solo Palmer y un otro miembro votando en contra.
En la medida en que se han planteado preocupaciones sobre los acercamientos de los Teamsters a Trump, es desde el punto de vista de que esto tendrá un impacto devastador en la credibilidad del TDU y los Teamsters en general, y llevará a los trabajadores a concluir que es necesario tomar las riendas y construir comités de base para desmantelar toda la estructura burocrática, en lugar de buscar “reformas” ilusorias.
Esa fue la esencia de un comentario reciente en Counterpunch de Joe Allen, antiguo activista de TDU y autor de The Package King, una historia pro-TDU del sindicato de los Teamsters en UPS. “El verano pasado, los Teamsters estaban cabalgando una ola de buena voluntad y publicidad favorable”, escribe Allen. “Gran parte de la izquierda estadounidense, especialmente los Socialistas Democráticos de Estados Unidos, alentó a docenas de sus miembros a conseguir empleos en UPS, mientras que más de cien de sus ramas prometieron apoyo para su campaña Strike Ready”.
Pero estas “[e]xpectativas se derrumbaron rápidamente con un acuerdo de último momento [que] se acordó” entre los Teamsters y UPS, lamenta Allen, un acuerdo que dejó a los jóvenes políticamente inexpertos enviados a UPS por el DSA “confundidos y en algunos casos muy desmoralizados por su experiencia”, dice.
“El cortejo de Sean O’Brien a la extrema derecha, incluyendo encuentros con el [senador] de Ohio J.D. Vance y Josh Hawley de Missouri”, así como con Trump, “no ha sido abordado públicamente por los de la Izquierda estadounidense, que pasaron los últimos años promoviéndolo”, declara Allen.
De hecho, el World Socialist Web Site ya ha escrito muchas veces sobre el tema, lo que Allen sabe bien. Eso es exactamente a lo que él teme. Allen ha estado muy involucrado en Teamsters Mobilize, una nueva facción sindical que pidió un voto “no” en el contrato del año pasado, pero sin abogar por una rebelión contra la burocracia como un todo. Esto fue para tratar de prevenir que el creciente disgusto con el TDU encontrara su camino en el creciente apoyo para el comité de base de los trabajadores de UPS.
El año pasado, respondiendo aparentemente a un ataque anticomunista contra el WSWS por parte de un funcionario de los Teamsters en Newsweek, Allen se quejó de que “miembros de la base de los Teamsters [están] leyendo, circulando y encontrando respuestas en el WSWS” porque “Lamentablemente, el WSWS ha sido uno de los pocos sitios web que ha enfocado consistentemente en las luchas de los trabajadores industriales en Estados Unidos con sus ataques vitriólicos contra los sindicatos, las dirigencias sindicales, y las llamadas a comités independientes de base”, se queja Allen, antes de admitir con consternación que el WSWS “claramente ha resonado con muchos”.
En otras palabras, el consistente registro de oposición del WSWS a la burocracia y la lucha por el control de la base cada vez se superpone más con la creciente rebelión de la clase trabajadora contra las burocracias procapitalistas y proguerra.
La traición de UPS y el flirteo abierto con Trump no “[augura] bien para el futuro del TDU”, advierte Allen en Counterpunch. “Fue respaldado durante décadas como el modelo para que los reformadores de la base lo emularan a través del movimiento sindical de Estados Unidos. ¿Para qué existe ya? El TDU incluso tabló en su convención de noviembre una moción para un alto al fuego en Gaza presentado por los miembros de Teamsters Mobilize (TM)… Un miembro de TM fue prohibido en la convención de TDU por criticarlo”.
Allen no intenta, y no puede intentar, explicar la conexión entre el abrazo del TDU a políticas de derecha y antiobreras y las políticas que ha perseguido durante décadas, que Allen todavía intenta defender. TDU y incontables otros grupos de “reforma” han mantenido durante mucho tiempo la burocracia sindical como la única forma legítima de “liderazgo” de la clase trabajadora. Cualquier intento de organizar una rebelión para desmantelar la burocracia y reemplazarla con formas de control democrático es una expresión de “sectarismo”.
La lucha por la conciencia socialista en la clase trabajadora
Excusándose con referencias despreciativas a la supuesta atraso y debilidad de los trabajadores de base, han justificado alianzas con cualquier y todas las facciones dentro del aparato como el único juego en la ciudad. En el proceso, también han asegurado para ellos mismos posiciones lucrativas dentro de la burocracia, con salarios en algunos casos de seis cifras y conexiones políticas de alto nivel.
Llevaron mucho tiempo atacando al WSWS por abogar por los comités de base como “antisindicales” e incluso han calumniado al WSWS como provocadores proempresa, utilizando la lógica burda de que cualquier oposición a la burocracia solo puede beneficiar a la gerencia.
Sobre todo, los fundadores del estado capitalista Labor Notes y el TDU se opusieron específicamente a la lucha del Partido Socialista por la Igualdad, y su predecesor, la Liga Obrera, para inculcar conciencia política socialista en las luchas de la clase trabajadora y para separar a los trabajadores de la dominación de los demócratas y el sistema de dos partidos capitalistas. En cambio, ellos se han quedado en cuestiones de “pan y mantequilla”, alegando que estas son las únicas cosas que los trabajadores entenderán.
Como el escritor del WSWS Tom Mackaman escribió en su artículo de 2018, titulado, “¿Qué son los Teamsters para una Unión Democrática?”:
En realidad, la destitución de la política significaba la exclusión de la política socialista. La política capitalista, especialmente la defendida por el Partido Demócrata, quedó sin desafío. Detrás de esto no había un temor de alienar a los trabajadores, que estaban constantemente siendo radicalizados por los eventos, sino de alienar a secciones de la burocracia sindical anticomunista, con quienes el TDU esperaba colaborar.
Esta visión pragmática y antisocialista sólo conduce a los resultados políticos más reaccionarios.
Escribiendo contra aquellos en el siglo XX que argumentaban contra la inyección de la política socialista en las luchas económicas de la clase trabajadora, Lenin escribió:
No hay un camino intermedio (porque la humanidad no ha creado una “tercera” ideología, y, además, en una sociedad desgarrada por antagonismos clasistas nunca puede haber una ideología de clase o una ideología por encima de las clases). Por tanto, menospreciar la ideología socialista de cualquier forma, desviarse de ella en el más mínimo grado significa fortalecer la ideología burguesa. … el desarrollo espontáneo del movimiento obrero conduce a su subordinación a la ideología burguesa … porque el movimiento obrero espontáneo es sindicalismo … y el sindicalismo significa la esclavización ideológica de los trabajadores por la burguesía.
Por el contrario, la tarea de los auténticos socialistas es “combatir la espontaneidad, desviar el movimiento obrero de este impulso espontáneo sindicalista para ponerse bajo el ala de la burguesía, y llevarlo bajo el ala del movimiento revolucionario”, como lo mencionó Lenin.
Hoy, la lucha de clases se desarrolla en medio de la mayor crisis del capitalismo mundial desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. La burocracia y sus facciones pseudoizquierdistas están intentando controlar los límites de esta crisis para impedir que los trabajadores intervengan con su propio programa independiente. Esto es precisamente lo que debe ocurrir. La clase trabajadora debe combinar su creciente rebelión contra este aparato con un programa socialista, destinado a acabar con la guerra, el fascismo y el sistema capitalista que los causa, y a establecer un Estado de trabajadores.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 08 de febrero de 2024)