¿Eres trabajador de Stellantis? Llena el formulario al final de este artículo para obtener información sobre cómo unirte a la Red de Comités de Base de los Trabajadores Automotores.

En medio de los continuos despidos en las plantas de Stellantis en EE.UU., el sindicato United Auto Workers (UAW) y la administración Biden buscan canalizar la ira de los trabajadores tras la falsa campaña “Mantener la Promesa” del sindicato.

Demostrando su desprecio por los trabajadores, Stellantis ha notificado a muchos de los despedidos a través de llamadas automáticas. Varias plantas de ensamblaje en el área de Detroit están en cierres temporales tras el despido de 2.450 trabajadores en la planta Warren Truck Assembly en Detroit el 8 de octubre.

El miércoles, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, leyó un comunicado instando a la directiva de Stellantis a avanzar con las inversiones planeadas en EE.UU. Después de volver a alabar el supuesto contrato “histórico” de 2023 con el UAW, Jean-Pierre afirmó que el acuerdo “incluía un compromiso para reabrir y expandir la producción en comunidades devastadas por el cierre previo de plantas. Queremos ver que Stellantis cumpla con esos compromisos con el UAW y con las comunidades”.

Agregó, “Nuevamente, estuvimos muy orgullosos de ver esa negociación de buena fe que ocurrió y lo que se entregó. Y eso es lo que queremos ver al final del día”.

En realidad, el contrato de 2023 no contenía protecciones laborales férreas. La burocracia del UAW acordó una cláusula de escape que hace que cualquier inversión esté sujeta a “condiciones de mercado”. El contrato también sancionó el despido masivo de más de 2.000 trabajadores temporales. Después de la ratificación del acuerdo, se eliminaron turnos de producción en el Complejo de Ensamblaje de Detroit-Mack, el Complejo de Toledo y, más recientemente, Warren Truck.

En las últimas semanas, Stellantis ha intensificado sus amenazas, barajando planes para reducir o incluso trasladar su sede operativa en Auburn Hills, Michigan. Esta semana, la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, se reunió con directivos de Stellantis para discutir el estado de la sede en Auburn Hills.

Posteriormente, la gobernadora demócrata emitió un servil comunicado declarando, “Hemos tenido conversaciones continuas con todos los (fabricantes de automóviles), francamente, y muchas otras compañías en Michigan solo para mantener contacto, asegurándonos de que si prevén algo en el futuro, seamos su primer llamada y siempre queremos ser buenos socios”.

De hecho, el estado de Michigan y los gobiernos locales han canalizado miles de millones de dólares a las arcas de las empresas automotrices, que han extorsionado reducciones de impuestos y otras subvenciones amenazando con trasladar operaciones a áreas de menor costo. Los políticos más dispuestos a cumplir los deseos de los patrones automotrices han sido recompensados con generosas donaciones de campaña.

Hoy, los trabajadores automotores de Stellantis y los trabajadores de proveedores planean realizar una huelga de un día y una protesta nacional en Roma para oponerse a los recortes de empleos. La producción en las plantas de Stellantis en Italia ha disminuido un 25 por ciento en el año.

A principios de semana, el director general de Stellantis, Carlos Tavares, advirtió que los aumentos de impuestos corporativos propuestos por la asamblea legislativa francesa provocarían una reducción en las inversiones.

En comentarios en el salón del automóvil de París, Tavares dijo que no descartaba “más recortes de empleo” como parte de una campaña global de reducción de costos destinada a transferir el costo de la transición a la producción de vehículos eléctricos a los trabajadores.

Refiriéndose a los fabricantes de EV (vehículos eléctricos) chinos en una entrevista separada con el diario económico francés Les Echos, dijo: “No veo cómo podemos competir con competidores que son, tecnológicamente hablando, tan buenos o incluso mejores que nosotros, y un 30 por ciento más baratos, si no puedo reducir costos”.

Los crecientes recortes de empleos plantean la necesidad de que los trabajadores de base emprendan una lucha real y no ficticia para defender sus empleos y medios de vida. Esto requiere fortalecer la red de comités de base en las fábricas para preparar acciones de huelga que defiendan el derecho a un empleo para cada trabajador. Al mismo tiempo, estos comités, trabajando bajo la dirección de la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base (AIO-CB), deberían establecer líneas de comunicación con trabajadores en Italia, Canadá, México y otros países para coordinar acciones comunes a través de fronteras nacionales.

Un trabajador en Stellantis Sterling Heights Assembly, donde cientos de trabajadores han sido despedidos en las últimas semanas, dijo al World Socialist Web Site, “Tengo 15 años y aún estoy preocupado. Están despidiendo cada semana y nadie está a salvo. Incluso están tratando de echar a trabajadores con alta antigüedad.

“Nunca hemos visto algo así, sin importar cuántas fusiones hemos pasado. Estoy realmente preocupado y asustado por mi familia. Han despedido a supervisores. Parece que cada día estamos perdiendo 4-5 personas”.

En una columna de opinión “Voces del Trabajo” publicada el 17 de octubre en el Detroit News titulada, “Es tiempo de levantarse contra Stellantis”, el presidente del UAW, Shawn Fain, intentó utilizar la huelga de los trabajadores en Italia para encubrir la propia capitulación del UAW ante Stellantis anunciando que una delegación del UAW iría a Italia, en un gesto falso de solidaridad transfronteriza.

El UAW es incapaz y de hecho hostil a cualquier lucha genuina para unir a los trabajadores internacionalmente. Desde el anuncio de los despidos en Stellantis, Fain ha arremetido contra el director ejecutivo nacido en el extranjero de Stellantis, comparándolo con los supuestamente amistosos patrones estadounidenses de Ford y GM. Además de sus ataques regulares a los trabajadores mexicanos y chinos por supuestamente “robar” empleos estadounidenses, el UAW recientemente emitió críticas contra los trabajadores canadienses. Esto en relación con la posibilidad de que Stellantis traslade la producción del Dodge Durango a Windsor, Ontario, al otro lado del río desde Detroit.

Las charlas de Fain sobre una “lucha real” no son más que una fanfarronería patética. “Lucharemos como nunca para salvar a Stellantis de la mala gestión, la codicia corporativa y la eliminación de miles de buenos empleos. Nuestros miembros están decididos a mantenerse unidos y están listos para ponerse de pie”, declaró. Continuó afirmando que los miembros del UAW estaban “listos para ir a huelga si eso es lo que se necesita”.

En realidad, la campaña consiste en gran parte de presentar quejas contra Stellantis y realizar votaciones de autorización de huelga en unas pocas seccionales. El UAW no ha fijado ningún plazo para la huelga ni ha emitido demandas concretas. El carácter completamente fraudulento de la campaña “Mantener la Promesa” se evidenció en el hecho de que Fain ni siquiera reconoció, y mucho menos protestó, los recientes despidos masivos en Warren Truck.

Comentando sobre la retórica de Fain, el trabajador de SHAP dijo: “Todo fue pura publicidad. Necesitamos poner nuestro pie en el suelo y hacer que todos huelguen. Nos necesitan para hacer funcionar la planta. Ha sido una mentira en todos los sentidos. Estoy completamente con mis hermanos y hermanas de sindicato que quieren mantenerse unidos por lo correcto.

“Lo que están haciendo a la gente en Italia es tan triste. ¿Qué se supone que deben hacer ahora? Cuando pones toda tu fe en una empresa, construyes una carrera, y luego te hacen esto. Sería mejor si todos nos mantuviéramos juntos, definitivamente”.

Detrás de las charlas de Fain sobre la huelga está el temor de un movimiento de base que estalle fuera del control del aparato sindical. Buscando fortalecer a Fain, quien ha ganado la profunda enemistad de los trabajadores, la administración Biden ha defendido al asediado aparato del UAW. El UAW está desempeñando un papel clave en la campaña presidencial de Kamala Harris en el estado disputado de Michigan, con Fain apareciendo regularmente con Harris y otros demócratas en el estado.

Las promesas totalmente insinceras de Fain de “luchar” quedan expuestas por el hecho de que, hasta ahora, el UAW solo ha celebrado votaciones de autorización de huelga en dos pequeños locales del UAW que representan a trabajadores de distribución de piezas de Stellantis en California y Colorado. En respuesta, Stellantis ha presentado una serie de demandas contra el UAW, amenazando con imponer daños monetarios si los trabajadores se van a huelga.

Lo que está claro es que no se tomará ninguna acción por parte del aparato del UAW. La situación nuevamente subraya la importancia de un movimiento desde abajo, mediante la construcción y expansión de la Red de Comités de Base de los Trabajadores Automotores y la AIO-CB.

¿Eres trabajador de Stellantis? Llena el formulario a continuación para obtener información sobre cómo unirte a la Red de Comités de Base de los Trabajadores Automotrices.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 18 de octubre de 2024)